Otra vez me volví a a caer y no supe como levantarme.
Volví a creer que todo era mentira y viví un poco de mis sueños.
Miré al cielo y al no encontrarte pensé que me estarías esperando en la ventana.
Y fui feliz.
Creí haber encontrado el escape a mi laberinto sin fijarme en las señales.
Una vez más ese monstruo encontró una pequeña abertura por donde mirar.
Soltó su más fuerte gruñido y mató a cuanta gente pudo pero no le importó.
En el fondo era feliz.
Esos aletasos de ahogado se volvieron grandes brazadas de nadador triunfante.
Salí una vez más creyendo haber ganado la más cruda batalla donde solo yo era víctima y vengadora.
No pensé en todos esos momentos anteriores.
No toqué mis moretones ni cicatrices.
No llamé a mi heroe interior en busca de ayuda.
No creí en nada y solo me importó vivir mi mentira más bonita.
Al final todo terminaría como empezó esta historia.
Un círculo de prozac...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Al fin te pude escribir algo antes de que comentes.
GRACIAS INFINITAS por leerme...
Déjame aunque sea una palabrita... eso me inspira para el siguiente post ;)
Besos!