"Amárrate fuerte! Jala la cuerda con fuerza por favor, más fuerte de lo que ya la puse yo hace un rato" decía casi a gritos con gran entusiasmo en su voz mientras dirigía su mirada a la más chiquita de sus hijas. El motor y el gran casco que tenía en la cabeza hacía más dificil escuchar las palabras que salían de su boca. Ella solo veia gestos y movimientos clásicos de cine mudo mientras admiraba su pasión por los aviones. Por estar más cerca de las nubes. Donde todo parece perfecto.
Se subió delante de ella y aplicó lo mismo en su lugar. Fue la primera vez que ella escuchó esas palabritas, que al parecer no tenían significado alguno, pero eran mágicas. Quedaron grabadas en su memoria para siempre y él se encargó de ello: "es facilito, mira gasolina CHECK, cinturones CHECK, timones reaccionables CHECK, motor CHECK - y luego de un fuerte RUUUUUUNNNNNN - a volar". Después de unos cuantos minutos de taxear la pista de vuelo ya estaban a unos pocos metros del suelo. Las casas cada vez más chiquitas, le recordaban a sus muñecas, y cada vez más arriba ya solo se veían colores. Grandes cuadrados verdes y marrones macaban la naturaleza de la tierra. El mar, el grande e impresionante mar sin fin también podía verse con claridad. Ella creía que soñaba. Estaba volando.
El aire soplaba fuertemente y ya casi la sonrisa se le había congelado. Al mirar a los costados todo era precioso, campos, casas, personas, vida... y al frente solo veía su cabeza. La cabeza de su máximo heroe que era tan capáz de todo que hasta la hizo volar. De cuando en cuando giraba su cabeza a ver si ella se encontraba bien, si no estaba asustada o si una piedrita había chocado capás con su lente protector.
Al bajar a tierra fierme, vivió 5 minutos inolvidablemente mágicos. "No te puedo dejar pilotear en el aire, pero sí en la tierra. Quieres saber como?". Emocinada hasta las lágrimas y sin quitarse el casco y los lentes, él le enseño a "taxear". Simplemente con los timones ella dirigió ese cuerpito al parecer tan sencillo por toda la pista. Como si fuera un desfile. Ella lo piloteó en la tierra.
"Toda una campeona es mi hija carajo! Valiente como su padre", le dijo cargarndola para bajarla del Hawk amarillito con azul. El que siempre lo caracterizó.
Ella voló junto a él solo una vez.
Y solo esa vez fue suficiente para entender que juntos, podían alcanzar hasta la más lejana estrella.
Estoy segura que aun lo pueden hacer.
El famoso Hawk que irónicamente hizo volar tu corazón a la eternidad infralunar, tocando las estrellas. Abróchate fuerte el cinturon y vuela con él. Ves que si se puede?
ResponderEliminarOHH que lindooooo amo este post!
ResponderEliminarCada vez que te sientas cerca a las estrellas no hay duda que él esta volando contigo.
Deberías contarnos mas anecdotas asi que reaniman el día y alimentan el alma, besos :)