He logrado algo... gracias a ti.
Gracias a tu presencia permanente en mi mente y mi corazón.
Viaje unos cuántos miles de kilómetros.
Conocí nuevas personas que me enseñaron mucho.
Subí una pendiente por casi media hora... con zapatos incomodos.
Me puse un arnés que parecía no aguantar ni el peso de una pluma...
y ahí estaba, a 80 metros del suelo de Máncora, en la primera estación.
Me puse el casco y trepé una escalera de una piedra sobre otra.
Me colgaron de un freno que jamás había visto....
Y volé... por casi minuto y medio viajé suspendida en el aire a 80 metros de altura...
Fue el único momento que por primera vez, me hizo ver de nuevo tus ojos...
Estaba sin duda, más cerca de ti.
Me atreví a hacerlo y lo hice por ti.
Jajajaja! Bien ahi pequeña mangosta voladora
ResponderEliminar