Sabes que desde hace unos días me parece escuchar que se abre la puerta de la casa, suenan unas llaves en consola, seguido de unos pasos (ni tan rápidos ni tan lentos) escaleras arriba para llegar al segundo piso escuchar: "qué tal táfico!".
Sabes que desde hace unos días no hago más que pensar en todas las veces que te me dijiste que por comer helado al día siguiente te salía un "rollo extra" en la panza. Pero pensando igual eso te ibas al Bembos de la esquina cada vez que podías para jugar a las apuestas y ver cuántos helados te podías comer al hilo. Increíble, pero cierto.
Sabes que desde hace unos días empecé a recordar cómo fue esa primera vez que me subí en el asiento de atrás del avión que tantas veces volaste simplemente porque te dieron ganas de volar. "Como si e subieras a tu bicicleta", me decías. Sentí el viento y casi casi juro que pude escuchar tu voz colada entre el soplido fuerte del viento a unos cuantos pies de altura.
Sabes que desde hace unos días me acuerdo de los cambios de nombre de les hacías a mis amigos. Nunca supe si realmente lo hacías a propósito o porque no te acordabas. Pero ahora que lo pienso bien, de hecho era con doble. Nunca perdías la oportunidad de reírte o hacer reír a quien captara alguna de tus bromas.
Sabes que desde hace unos días trato de acordarme de cada detalle tuyo: tu pelo suavecito, tus manos, tu voz, tus cosquillas que dolían, tus ojos renegones, tu olor a papá, tu forma de caminar, tus ronquidos que se escuchaban hasta el otro lado de la casa, tu risa, tu despertador, tus ganas de hacer todo el día cosas, tu energía, tus cariños toscos, tus preocupaciones, todo... pero por más que trato cada vez se hacen un poco más borrosos. ¿Serán los años sin verte ni escucharte?
Sabes que desde hace unos días no dejo de preguntarme si realmente eso que pensamos hace mucho es hoy una realidad: ¿será un sueño mientras estamos despiertos y una vida paralela mientras dormirmos? Cosas que solo pasan en esas conversaciones en el tráfico. Cosas que solo pasan una vez y se recuerdan para siempre.
Sabes que desde hace unos días me pregunto por qué no te dije que sí para ir al cine ese viernes que preferí quedarme en la casa sin saber que sería el último viernes que te vería. Luego me acordé que esta semana es el día de padre y entendí la razón de todos esos pensamientos en masa.
Te extraño...