Todas, todas.
Sin excepción alguna.
No hay promesa que se resista ante un ventanal semi abierto.
Aprovecha hasta una pequeña ráfaga y vuela con ganas.
Por eso quiero cerrar el año con menos "promesas" y más "quieros".
Porque aunque suene trillado, si quiero puedo.
Y qué mejor que querer un año lleno de "quieros" porque sé que todo lo puedo.
Quiero un año lleno de retos.
De mañanas con pie derecho y ojos atentos.
Quiero un año de orgullo.
De pasión sin egoísmo.
Un año sin rencores ni molestias para resolver mañana.
Quiero un año con menos kilos.
Con ganas de correr y ganar la carrera.
Con metas a la vista que esperan mi llegada.
Quiero un año de buenas noticias.
De sonrisas cada 2 minutos.
Sin lágrimas por las puras.
Sin lágrimas con razón.
Con lágrimas que valgan la pena solo si son merecidas.
Quiero menos malos recuerdos.
Aunque sea imposible no tener ni uno.
Quiero menos sustos.
Menos enfermedades.
Menos peleas.
Menos guerras verbales.
Menos tensión en la sala.
Menos visitas al médico.
Quiero un año de trabajo.
De trabajo verdadero.
Con sudor en la frente y neuronas a mil.
Quiero un año de aumentos.
De vacaciones merecidas.
De gratificaciones completas.
De orgullo y de amor al día a día.
De esfuerzo.
Pero el que valga un reconocimiento.
Quiero un año de positivismo.
De buenos humores a diario.
De victorias en la guerra del "no puedo".
Quiero un año con miradas encontradas.
Con caras y pelos al viento.
Un año de gritos de emoción.
De goles y de acción.
Quiero un año de amor.
De lunas más dulces que la miel.
De fotos y videos demás.
Quiero un año de música.
De pies bailando.
De lluvia mojando.
De olores ricos y temas divertidos.
Quiero un año de esperanza.
Un año con finales felices.
...un año de ilusión y que al final del mismo, pueda decir como hoy: sueño cumplido...
Feliz 2012 para todos los que pueden leer hoy...
Que los deseos que no tuvieron tiempo de cumplirse este 2011,
que con pena se va,
se cumplan con creces.
Uno de los fuegos artificiales que veas desde el cielo, será para ti...