Cuando uno quiere, puede!

Alguna vez me ha pasado pero hoy es especial... nada ni nadie podrá borrarme la sonrisa que tengo en este preciso momento en la cara. A veces las buenas noticias demoran en llegar pero cuando llega, llegan bien. Solo queda mirar al cielo y agradecer por vivir en este mundo algunas veces ingrato y otras muy generoso. Pero ese es el asunto... agradecer ante todo. Ya sea por la piedra que me impidió avanzar por un camino que yo creía el correcto, por las palabras que pueden doler pero permiten avanzar, por las trabas, faltas de aliento, desgano, y demás. Agradecer no solo por lo bueno sino por lo malo también. Creo que es la única forma de crecer sin miedo y sin prisa. Simplemente crecer pensando en todo y en nada a la vez. No me he sacado la lotería si es eso lo que piensas y tampoco me ha tocado el premio mayor en algún raspa y gana, pero vale la pena pensar que todo es posible si de verdad lo queremos. Desde hace algún tiempo vengo agradeciendo al menos unos 5 minutos al día por todo lo que tengo y por todo lo que me falta. A pesar de que en la mañana al santito que duerme en mi mesa de noche se le rompió la cabeza después de caer al piso por una mala maniobra mía, todo salió como debía de salir (historia de otro post). Nada está lejos cuando se desea con el corazón y pase lo que pase podré decir que yo viví días mágicos con una sonrisa que nada ni nadie jamás pudo borrar...

A seguir soñando!