Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

31.8.09

Asustando a mis amigas: tu hobbie!

Hoy me estuve acordando de todas las veces que te gustaba asustar a mis amigas. Siempre me acuerdo cuando te escondías detrás de la puerta o debajo de las escaleras de la sala para hacer tu inigualable sonido de "gruñido de perro" y sacabas tu mano de la nada y les cogías el zapato o el hombro.

Siempre le contabas a todas mis tías cuando Giuliana estaba viendo una película conmigo y David en mi cuarto (a las 3 de la mañana) ya solo ella estaba viéndola, porque los demás ya estabamos en el quinto sueño, y entraste calladito pero solo para apagar mi televisor (cómo odiabas que no pusieramos el famoso sleep), y de pronto escuchaste "CHUCHA". La boquita de Giuliana te asustó a ti en lugar de asustarla a ella. También me acuerdo cuando contabas una vez que entraste a mi cuarto a asustar a Tamara con una rata de mentira y ella, pensando que era yo, estaba llenando un cupón con unas letras chiquititas y dijo "MIRA ESTA PENDEJADA". Regresaste al cuarto de mi mami rojo de roche y le dijiste, "me asusté yo al final".

Pero nada se comparaba con tu hobbie de asustar a la mamá de Malena. Cada vez que la iba a recoger a la casa, después de hacer algún trabajo salías tu primero y le decías "Malena no ha venido a mi casa, creo que se fue de viaje conun chico" o cualquier cosa parecida. La tía Nena co´gía su celular al segundo pero Malena salía de la casa. Tú, como gran actor le decías "Hola Maleeeena, estabas aquí" y ya luego se reían juntos y confesabas la broma.

Hasta a mi me asustabas, pero de otra forma. Me parece que hasta hoy escucho tu sonido de temblor. Subias las escaleras despacito y hacías con tus dos puños (cada vez más fuerte) en la pared del costado de mi cuarto y yo salía corriendo. Siempre me molestaba, pero tu en el fondo sabías que no era en serio. No hacía falta que yo te diga algo para que tu lo sepas.

Recién ahora me doy cuenta de eso. Pero me hubiera gustado decirte tantas cosas que ya estabas sobre entendidas. No sabes cuánto quisiera decírtelas ahora.

30.8.09

La bebe

Nunca me diste un consejo sobre como "no morirme de amor". Me diste todos los tips, consejos, recomendaciones y cuidados que tenia que tener en TODOS los casos, menos en el amor. Creo que no me lo diste porque para ti yo seguia siendo "la bebe" como siempre me decias cuando hablabas con mi mami.

Hoy tenemos que llevar a la bebe al doctor?
La bebe está resfriada de nuevo no?
La bebe ha conseguido un nuevo trabajo.
La bebe ya está terminando su licenciatura.

Cuando cumplí 24, para ti cumplía 20. Y ya era graduada y licenciada. Nadie podía borrarte esa sonrisa de la cara el día que sustenté mi tesis. Era el mismo día de mi cumpleaños y el arreglo de flores que me mandaste era el más grande y lindo de toda la casa. Aun tengo la tarjetita que me escribiste en mi billetera, cada vez que quiero escucharte, o más bien, recordar tu voz, la leo y me siento feliz:

Cuando por fin ya tenía edad suficiente para salir con un chico, yo sola, tú te negabas a aceptarlo. Era mi amigo, solo mis amigo. el que venía a verme a mi casa, el que me acompañaba al cine, el que ya estaba conociendo a la familia. Yo seguía siendo tu bebé. Por eso nunca me diste un consejo sobre el amor.
  
Cuando me rompieron el corazón, yo era tu bebé.
Cuando me hicieron llorar, yo era tu bebé.
Cuando me enamoré de nuevo, yo era tu bebé.
Cuando te fuiste yo seguía siendo tu bebé.
 A pesar que no estés conmigo, siento que me das las fuerzas para seguir adelante y aunque no me hayas dado un consejo de amor en 24 años, ahora siento que me apoyas en cada paso que doy, en cada golpecito que siento en el corazón. Aun te siento aquí, a mi lado, secandome las lágrimas y sintiendo mi dolor. Y a pesar de todo eso y mucho más, yo sigo siendo tu bebé.
Tuya y de nadie más.

29.8.09

Cartas, fichas y risas

Ayer en la noche vinieron mis tías a jugar cartas con mi mamá y mi tía Martha. Yo noté que no es lo mismo sin ti. Sin las bromas que le hacias a mi tía Mary (como hace años cuando le decías Zuco), o tus piconerías y trampitas sin que nadie se dé cuenta. Sin las risotadas que soltaban todos de rato en rato.

Me alegró ver a mis tíos en mi mesa jugando después de casi 1 año. Antes de que te fueras era casi semanal, por no decir religiosamente que se reunian para jugar. Pero ahora, recién se está retomado rito que parecía suspendido por unos meses.

Mi mami no es igual, pero parece que verlos le alegra el día, aunque debo confesarte que hoy se despertó llorando porque decía que le dio pena cuando mis tíos se fueron. En realidad le dio pena que tu estés con ellos. Que ya no la hicieras reir y renegar a veces como antes. Que sus fines de semana no sean iguales.

Debo tratar de entenderla, de comprender que ella no ha perdido un papá sino a su compañero de vida. Ella no siente lo mismo que yo. Es distinto. Pero cómo me saco esa cólera que siento cuando la veo triste si yo también lo estoy? Cómo le digo que tú siempre nos acompañas (como me dice todo el mundo) si en realidad para mi eso es mentira? Cómo hago para asimilar que en VERDAD ya no estás aquí?
Tantas preguntas sin respuesta...

Se siente raro hablarte por la "blogósfera". A ti nunca te gustó la tecnología. Es paradógico que ahorra yo recurra a ella para sentirme más cerca de ti. Pero me siento bien cuando te escribo.

Indirectamente te escribo.

28.8.09

Tu foto en mi tapasol

Llegando a la oficina me puse a pensar en todo lo que tenía que hacer durante el día. Lo más feo es que es viernes, supurstamente un día feliz... mañana es fin de semana! Pero no! Yo mañana tengo que trabajar... en fin, no es todas las semanas y una vez al año, no hace daño. Sentí que me picaba el ojo derecho, me daban ganas de ponerme el dedi indice en el párpado y apretarlo de derecha a izquierda con todas mis fuerzas. Así como cuando te rascas desesperadamente y sientes "rico" al rascarte. Pero no podía por el maquillaje. Bajé el tapasol de mi carro para poder sacarme la maldita pestaña y te vi...

Vi tu foto. Esa que a ti te encantaba. Esa que sales con tu mascarilla de oxígeno y todos los cinturones que te ponías para volar. Con el casco blanco y azul que ahora tiene David en su cuarto para recordarte siempre. Esa foto que tenemos en un cuadrito, en el cuarto de mi mami, en la pared en donde están tus diplomas y condecoraciones.

Esa misma foto la llevo siempre en mi carro. Para hablarte cada vez que puedo. Para que me tranquilices cuando hay tráfico y quiera bajar la luna y gritarle a cada "baboso" que se me cruza. "Baboso": esa palabra que siempre gritabas tú cuando manejabas. Cuando me llevabas a la universidad una hora antes porque no querías que llegue tarde.

Para verte todas las veces que quiera. Para mirarte si es posible en cada semáforo rojo aunque dure medio minuto. Para mirarte. Solo para eso. Porque en el fondo, muy en el fondo...
(aunque me duela reconocerlo)...
tengo miedo de olvidarme de tu cara.
Sé que eso es imposible, pero tengo miedo en serio.

27.8.09

Hoy todo es igual pero distinto

A pesar de que todos los días parecen iguales,
                                           no lo son.

Hoy es un día distinto en todo sentido.
Todo parece contradecirse: hace frío pero se siente calor, tengo hambre pero no se me antoja nada, quiero dormir pero cierro los ojos y no puedo, quiero trabajar y concentrarme en lo que hago pero mi cerebro está en pausa, quiero hacer bromas y estar "alegre" como todos los días pero algo me presiona el pecho, estoy aquí pero mi mente allá... y miles de cosas más.

Hoy es un día de esos en los que uno quiere quedarse en su cama.
Tapado con el edredón de la abuelita hasta el cuello y con una taza de café en la mesita de noche. Con la tele prendida en un canal que no es muy interesante, en el que la gente habla y habla y tu no escuchas nada, en el que todo pasa en un mundo que parece de fantasía. Provoca tener un libro al lado de la cama. Un libro que nunca se termina de leer con un separador siempre en la página 245 (desde hace muchos meses), por si acaso a la mente se le antoje abrirlo e intentar decifrar lo que dice.

Hoy es un día en el que nada parece tener sentido.
Las noticias de los periódicos pasan a segundo plano, nos cancelan el msn en la oficina después de 7 años de no importar tenerlo configurado, tengo un dolor de ovarios terrible, tengo ganas de correr, gritar, bailar, saltar, llorar y reir a la vez. Todo parece extraño.

Hoy se cumplen 11 meses
desde que te fuiste a volar en ese avión
que te llevó hasta allá arribota,
a conocer lo que todos conoceremos
más adelante.

Hoy te extraño como siempre. Como todos y cada uno de estos días durante estos 11 últimos meses.
Pero hoy es diferente.
Hoy se cumplen 11 meses que no te veo papi.
 
Te extraño...

26.8.09

Cuando te escucho

Es raro cuando todo parece ireal.
Cuando parece que todo lo que pasara en el día es un sueño.

Uno de esos locos sueños donde saltas de un lugar a otro, o de una persona sin rostro a una famosa.
Uno de esos sueños abstractos en los que solo oyes voces.
Voces sin rostros.
Voces sin ritmo.
Voces sin sentido.

Algo así es lo que siento cada día cuando me despierto.
Lo contrario a lo que debería sentir?
Sí, pero así me siento.

Cuando duermo es el único momento en el que creo escucharte.
En el que creo que aún estas conmigo y no ha pasado ningún 27 de septiembre.

El único momento en que mi cerebro "relaja". Y digo relaja entre "comillas" porque no lo hace en el fondo sé que no lo hace.

Pero en fin... cuando duermo es el único momento en el que creo escucharte. Escucho cuando prendes tu carro y mueves el timón haciendo ese ruido con las llantas contra el piso, escucho tus pasos entrando y saliendo de mi cuarto, bajando y subiendo las escaleras, el televisor de tu cuarto en el canal de noticias, tu celular timbrar y tus repetidos "alos" a pesar de que a veces ya habían cortado por demorarte tanto en contestar. Tus sonidos perrunos cuando jugabas con Bruno o hacías que se suba a tu cama para despertar a mi mami.

Ese Bruno... no sabes como te extraña...

Escucho, pero no logro distinguir qué es lo que escucho en serio.
Porque cuando abro los ojos, lo único que escucho es tu silencio.
Ese silencio que dejaste al lado izquierdo de tu cama.
Ese lado que ahora acaricio pensando que tal vez aun queda un poquito de ti ahí.

25.8.09

El primero de muchos...

Algunos no entenderán la razón por la que decidí hacer este blog.
Otros tal vez se preguntarán para qué lo hago si mi papá no podrá leer lo que escriba sobre él.

La verdad es que lo hago, como especie de terapia. Claro, acompañado de las visitas semanales que le hago a mi Psicologa. Además, creo que una persona tan increíble como él merece ser revelado al mundo. Un ser que dio tanto por lo que realmente amaba, merece que lo conozcan si quiera por medio de los relatos que su última hija pueda contar sobre él.

Creo que una persona como mi papá merece un lugar en el mundo en el que vivimos. Aunque sea un lugar en el espacio tecnológico. Un lugar en el mundo al fin.

Para empezar...

Hablar de mi papá podría tomarme varias horas y no terminar de contar ni la cuarta parte de su vida.

Pensé que sería fácil resumir todo lo que él es, fue y seguirá significando en la vida de todos y cada uno de los que tuvimos algún tipo de contacto con él, pero me equivoqué. Resumir la vida del mejor hombre que conocí en la vida es muy difícil.

Cómo puedo empezar a hablar de mi papá? Sería bueno comenzar diciendo que es un súper papá, y digo súper porque siempre era el que todo lo podía y el que todo lo sabía. Y pobre de aquel que fuera en contra de lo que pensaba. Las vería verdes con todas las cosas que trataría de decir para que le den la razón.

Imaginarnos como estará él ahora, es sencillo, tranquilo sin la bulla de las calles, los ruidos de los carros, el tráfico, las preocupaciones por los resfríos de sus hijos y nietos, sin cada 13 de septiembres (día de su cumpleaños) que implicaba que gastemos en regalos, como odiaba que gastáramos en él, prefería mil veces que nos compremos cosas nosotros antes que comprarle cosas a él. Nunca olvidaremos las exhibiciones de camisas, zapatos, perfumes y casacas que nos hacía antes de cada cumpleaños, navidad y día del padre, solo para mostrarnos que tenía bastante ropa y no necesitaba nada más.

Pensar y acordarnos de eso es muy fácil, pero es más que difícil imaginarnos la vida sin él. Sin ese papá que todo podía, sin ese súper papá que sacaba fuerzas de donde nadie entiende para ayudar a todo el que podía. Ese papá que podía aparecer debajo de las piedras si es que lo necesitábamos. Ese papá que llamaba si era posible 40 veces al día a ver si estábamos bien. Ese papá que corregía de forma sutil y siempre con justicia. Ese papá gracioso, risueño y a veces renegón que aconsejaba sin cansarse. Cada conversación con él, era una moraleja. Qué difícil será todo sin él. Sin esa piedra angular que formó una familia bella, unida y fuerte. Sin esa protección sobrenatural, sin ese modelo a seguir. Sin la razón para que mi mamá sonría y tenga ganas de levantarse cada día. No es fácil, pero él desde arriba sabe que podremos salir adelante, guiados por una gran mujer: mi mamá, quien con la ayuda de todos sus hijos y nietos se repondrá y verá la vida de una forma distinta, y vivirá día a día con un recuerdo que la mantendrá con vida. Mi papá.

No será fácil, pero saldremos adelante.
No será fácil, pero recordaremos todos los momentos agradables y que nos marcaron de por vida.

Pensaremos y mantendremos vivos los sábados. Los sábados familiares donde todos, hasta Bruno, mi perro, se sentaban a la mesa a comer. El único día realmente en familia, en donde no faltan las risas, las peleas tontas y las anécdotas de mi papá, que aunque a veces repetidas a todos capturaban. Seguirá siendo todo igual papi, siempre nos reuniremos los sábados y dejaremos una silla para ti, para que nos escuches desde donde estés. Siempre será así.

No será nada fácil irnos a trabajar sin escuchar sus consejos. Creo que no nos olvidaremos nunca de ellos. Son útiles, y aunque a veces podía parecer que creíamos que no lo eran, lo son y ahora todos nos damos cuenta de eso.

Cómo olvidar lo que todos los días nos decía antes de salir de la casa por las mañana, frases famosas como: cuidado con el tráfico, si vez un carro más grande siempre ponte detrás de él, cuidado con los borrachos que vienen embalados así sean las 7 de la mañana, si es que te quieren robar bájate y vete corriendo no importa que se lleven el carro… tiene seguro… y podría hacer un libro de recomendaciones para manejar si sigo contando.

No será fácil no escuchar más el sonido de las fichas del rummy cuando en la sala de mi casa se juntaba todos los fines de semana con mi mamá y mis tíos a jugar con apuestas. Aunque últimamente ya eran cartas, “el rummy pasó de moda” me decía.

Cómo olvidar tus historias. Siempre a todos encantabas cuando contabas de tus viajes, de tus vuelos, de tus travesuras de chico y de grande… de tus logros, de tus penas y alegrías. De tus sueños…

Nada será fácil, pero con todos estos recuerdos y más podremos vivir contigo presente, día a día, hasta que algún día todos nos volvamos a encontrar… Y seremos felices nuevamente.

Podemos tener mil dudas en la cabeza, miles de preguntas tal vez, pero estamos viviendo como él lo hubiera querido, respetando su deseo. Esa pasión por volar nadie se la podía quitar, ni mi mamá quien tantas veces insistió en que dejara de hacerlo. Pero él, fiel a su convicción nunca dejaba de volar, era su escape de todo, su forma de liberarse, de desconectarse del mundo, de sentirse vivo.

Papi sé que debes estar un poco preocupado por nosotros, frustrado de vernos tristes si tu estás contento, dolido porque día a día lamentamos tu partida tan repentina. Lamentablemente no puedo prometerte no estar triste, pero puedo prometerte otras cosas:

Te prometo que saldré adelante a pesar de todo lo malo.
Te prometo aplicar todos los valores que me enseñaste durante 24 años.
Te prometo no dejar nunca a mi mami y en todo momento estar ahí para ella igual que mis hermanos.
Te prometo siempre ser responsable, decir la verdad por sobre todas las cosas y ser honesta con los demás y conmigo misma.
Te prometo que siempre mantendré tu tarro lleno de gomitas y caramelos.
Te prometo que serás mi héroe.
Te prometo que seré como tú y volaré siempre alto…

El heroe de mi vida