Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

29.4.11

Cambios

Se fue la semana y como era de esperarse, no pasé mis vacaciones como quise pasarlas antes de que empezaran.
- Cambié mis zapatillas de Steps por cómodos zapatos para subir y bajar escaleras cada vez que me llamaran a preguntarme algo de la obra o para darles el "líquido elemento" para seguir con el trabajo: plata.
- Cambié mis idas a la peluquería y a hacerme masajes "relajantes" o "anti estrés" para engreírme después de tantos meses de trabajo, por idas y venidas al banco, a la ferretería y a Maestro o Sodimac.
- Dejé mis libros y las películas en mi cerro de "pendientes" y agarré la escoba para ver si podía "aliviar" de alguna manera al pobre piso "nuevo" de mi depa que estaba bien cansado de tanto polvo y cemento encima.
- Cambié las loreadas telefónicas por horas con mis amigas por llamadas a proveedores distintos para que me coticen todo lo que falta hacerse. Que es bastantito que digamos.
- Cambié los chats en el BB msn o el gmail por los benditos cuadros de "cuentas por pagar" que creamos con Lalo para tener un orden en lo que vamos gastando.
- Cambié las visitas a Ripley el día de Cierra Puertas con mi mami, por idas al grifo gracias a un señor "x" que me avisó que tenía la llanta baja. Por no decir en el suelo. Más de una vez en la semana, parece broma no?
- Cambié mis siestas típicas de los días de semana que por algún extraño motivo me quedo en la casa, por visitas a Casinelli y más proveedores con nuevas cotizaciones.
- Cambié mis post's diarios por códigos de los billetes que eran entregados a los maestros de obra y sellitos con el DNI de Lissy (porque no encontré otro) para que no me estafen más con "billete falso ñorita".

Es viernes y termino la semana con un poco de estrés pero con ganas de ver terminado lo que con tanta ilusión empezamos a construir. Con ganas que desde allá arriba veas todo lo que puedo lograr si me lo propongo y aunque llore, patalee, despotrique y quiera tirar todo por la borda, siempre llego a la meta. Con ayuditas, pero llego. También para que estés orgulloso del nuero que tienes y lo paciente que puede ser solo por verme feliz y tranquila. Se merece el cielo como tú.

Y termino este post llegando a mi casa después de mi segunda visita al grifo a que me digan que mi llanta no tiene ni un solo huequecito. ¿Será que algún espíritu chocarrero me la quiere desinflar por alguna razón? Si estuvieras aquí, no me dejarías ir ni a la esquina por el misterio de mi llanta.

Hubiera sido mejor que me desinflen mi otra llanta, no la de mi carro.

;o)

28.4.11

Busco

Quiero encontrar el camino directo a la calma.
Lo busqué debajo de mi almohada y solo logré encontrar pesadillas.
Lo busqué detrás de mis párpados y solo encontré oscuridad.
Lo busqué en tu mesita de noche y encontré recuerdos empolvados bien conservados.

Me ayudó un poco y descubrí por dónde tenía que seguir buscando.

Lo busqué en mis cartas e historias que a veces parecen no tener fin, y encontré sonrisas.
Lo busqué en las fotos y me trajeron más sonrisas pero también tristezas.
Lo busqué dentro de mis oídos, y recordé el dulce sonido de tu voz.
Lo busqué en el último cajón bajo cinco llaves, y solo encontré amargura.

Me alejaba del objetivo. Había que volver.

Lo busqué en mis rincones y lo encontré.
Aunque sea por un momento lo encontré.
Ahora, sé que cada vez que mi camino se nuble. Por nubes cargadas de oscuridad o por pensamientos que opaquen la verdadera razón por la que estoy aquí, buscaré en mis rincones.
A ellos puedo recurrir en todo momento.
En todo lugar.
Y lo mejor, es que son míos.
Y siempre será así.

Es lo único que hasta hoy me hace siempre volver a pisar suelo y no sobre volar con el motor plantado.
Aprendí del mejor.
Sin duda alguna.

27.4.11

Locas manías

Hoy me desperté con un recuerdo que me causó un poco de gracia. A pesar de haber tenido una pesadilla que no quiero ni recordar porque la verdad es que me da un poco de miedo y suelo olvidarme lo que sueño al día siguiente, pero este no es el caso.

Me acosté pensando en la cantidad de firmas y contratos de servicios que tengo en mi foldercito de la construcción y los códigos de billetes apuntados para que no me estafen con "billete falso señora" como nos dijo uno de los maestros con un cachoso billete de monopolio. Los presupuestos y cotizaciones daban vueltas en mi cabeza como ovejitas saltando el cerco antes de dormir hasta que caí en el hoyo de la incoherente pesadilla. Abrí los ojos, me sequé el sudor, abracé mi almohada y me volví a dormir.

En la mañana otra era la historia. Lo primero que vi fue el file con las hojas, modelos y diseños para los muebles de la cocina y las palabras melamine, fórmica, post formado, aluminio y muchas más me atacaron como dardos sanguinarios en busca de más neuronas que quemar. Cuando pensé en ti.

Me acordé de tu sabia agenda y de cómo me reía cada vez que leía con tu letra ordenadita: "Recibí S/.100 del Sr. David Alarcón con motivo de arreglar la licuadora marca Oster color plata. Firma: xxxx". Era el motivo de la risa espontánea que a veces David y yo teníamos cuando nos acordábamos de eso y tú nos decías que más adelante te entenderíamos. Escribías lo que querías que firmen, como un contrato. Y todo en tu agenda. Lo máximo...

Me acordé una vez más de tus manías. De tu afán por ordenar el fajo de billetes (sea el monto que sea) cara con cara. O sea, todas las caras de Quiñones, Miguel Grau, Santa Rosita y quien sea, tenían que estar siempre mirando hacia arriba y al lado derecho.

Me reí aun más porque SOY IGUAL QUE TU!
Si lees mi blockcito de cotizaciones te reirías tanto o más que yo cuando leía tu agenda.
Apunto hasta lo que hace cada uno de los trabajadores en el día!
Soy una esquizoide del orden y del control
Ordeno los billetes cara con cara, y me encanta!
Y aunque en su momento te veía hacerlo y no causaba mucho en mí.
Ahora se me infla el pecho de todo lo que aprendí de ti.
Hasta tu última y más histriónica manía.

26.4.11

Productivo al 100%

Estoy a punto de entrar a la cuenta regresiva de los 5 meses antes del matri. Cada día que pasa son 24 horas menos para hacer 24 cosas más. Tanto así, que si el día tuviese 34, en lugar de 24 horas, no me alcanzarían para terminar mi lista de ordenados y a veces "obsesivos" pendientes.

Creo que estas vacaciones serán "vacaciones", literalmente entre comillas. Ya pasó un día. Hice todo, menos lo que tenía en mente como significado de esa tan rica palabra. No me desperté tarde, no comí rico, no me quedé en pijama todo el día (o bueno, no del todo por tener que subir y bajar para ver el depa y los pedidos de los maestrísimos), no apagué mi celular, no vi películas ni leí mis libros que me esperan ansiosos, y menos hice la siestita de la tarde. Peor aún, no logré meterme al gimnasio que tanto quería para estas famosas "vacaciones".

Pero como todo tiene una cara bonita y una fea, prefiero verle el lado lindo de las cosas que pueden ocultar la sonrisa de vez en cuando. Aproveché todos los minutos posibles para avanzar todo lo que no puedo hacer cuando estoy trabajando. Hablé más con la gente que está encargada de cada cosita del depa: pinturas, madera, tarrajeo, enchapado y más. Como verás, soy una experta en el tema ahora, antes te escuché tantas veces hablar del machimbrado famoso (que pensé que era un tipo de tuerca creo) y recién me vengo a enterar lo que significa hace poco. Pude empezar la interminable lista de invitados a la iglesia y mi Brunch. Pensando en cada uno, sin olvidarme de nadie porque todos los que considero importantes en mi vida, aunque al final no puedan o no quieran ir, tendrán una invitación. Nos fuimos, mi tía Martha y mi mami a separar ya los partes para tener fechas de entrega de la lista y todo puntual. Para variar cronometrada hasta los huesos, digna hija tuya no? Fui por fin a verme mi alergia y estarías como disco rayado después de haber escuchado al doc "hijita usa tu spray por favor, no sabe a nada y te va a ayudar", sabes cómo lo odié y lo odiaré hasta el final de mis días. Ahora, por mi berrinche de no querer usarlo tengo que hacerlo o me cauterizarán mis pobres cornetitos, que mas bien ahora son cornetazos. Puaj!

Para cerrar el día, llegó Lalo y conversamos sobre todo lo que hicimos los dos en nuestro agitado día. Cada uno a su manera. Ya después de unas horas, empezamos a armar su lista de invitados. Un poco más corta que la mía por cierto... y me llegó el correo con el modelo de nuestros partes.
Eran exactamente como los imaginé.
No podía creer lo que estaba viendo.
La fecha ya estaba escrita en ese trozo de papel que antes vi tan lejano.
Sobre todo, vi la pequeña palomita al lado de tu nombre y pisé tierra.
Nunca pensé que el parte de mi matrimonio fuera a tener esa figurita.
Cuando era chiquita y veía crucecitas al lado de un nombre preguntaba inocentemente qué significaba eso.
Jamás creí tener que utilizar algo parecido.
No me gustan las cruces.
Por eso pensé en otro símbolo.
Algo que te represente y caracterice.
Una palomita tan tierna y libre como tú era preciso.
Se me vinieron mil ideas a la cabeza y lo mejor que no con una lágrima en los ojos, sino con una sonrisa.
Esa palomita era perfecta para ti.

Y con esa misma sonrisa, que me sacó la palomita, cerré mi primer día de vacaciones con broche de oro.
Muy productivo, como dirías tú.

25.4.11

Tengo...

Tengo motivos suficientes para sonreír y pensar nuevamente desde la cara optimista de mi moneda de la suerte.
Tengo razones de sobra para declararle a los cuatro vientos que soy feliz porque estoy en donde siempre quise estar.
...
Porque tengo a la persona más buena del mundo a mi lado. Una persona que me aguanta berrinches, malos tratos y a veces hasta caras largas sin razón a pesar de todo. Alguien que con un beso en la frente y una mano delicada sobre mi cabeza calma hasta al más fiero demonio que puede habitar dentro de un frasco semilleno.
...
Porque tengo la mejor familia que alguien puede tener. Una familia unida que a pesar de decirse vela verde siempre terminan entiendo el sentido final de las cosas: o fue un capricho, una fuga de mal humor, un episodio del capítulo 506 del exorcista peruano, un mal momento en que la única salida visible eran las ganas de explotar como globo de gas haciendo un estrepitoso sonido que asustaría a cualquiera, menos a ellos. Además de mis casi hermanas de sangre que a pesar de no vivir bajo el mismo techo existe siempre un vínculo que nos hace sonreír juntas a la distancia, o llorar también.
...
Porque tengo los amigos necesarios para sentirme bendecida. Amigos que valen la pena y no son un nombre más en nuestra lista de conocidos, y que a pesar de haber caído a veces en el hoyo ciego de la incomprensión sin sentido y los reproches en voz baja y sin que escuchen sus oídos, son y serán siempre los principales flotadores que caerán en el mar de las angustias cuando pida auxilio. Serán pocos, unos 5 tal vez, pero son los mejores 5 que pueden existir en mi vida.
...
Porque tengo sueños y metas que en la vida no siempre están claras y sobre entendidas.
Sueños y metas que cuestan.
Que se luchan.
Pero finalmente, se logran.
...
Tengo un puñado de razones para ser feliz.
Es momento de abrir la mano y dejar que sucedan.
A pesar de todo...

22.4.11

Desde el cielo hasta Roma

Yo sabía que estos días de Semana Santa iban a ser buenos. Lo supe desde el miércoles que me propuse la meta de romper el récord de más horas sin renegar. Por supuesto que me impulsó hacerlo, la no tan común situación de abrir los ojos y sentir ese olor a ti, el olor a buena suerte. Ese mismo día me enteré de algo que llenó mi "tanque de felicidad" que últimamente andaba un poco vacío por un huequito que se hizo de la nada.

¿Te acuerdas de la madre Josefina no? Cómo te voy a preguntar eso, más tonta! Obvio! Cómo no te acordarías de ella y de todas las madrecitas misioneras que se hicieron casi parte de la familia. Parece que solo hubieran pasado un par de años cuando en realidad hace unos 20 nos reuníamos en la casa de mi tía Mary todos los sábados y nos preparaban una vez al mes por lo menos sus ricas "empanadas gallegas" con la receta Gallega que nos trajeron directamente de España. Dejamos de verlas tan seguido porque les tocó hacer labor social en un pueblo alejado y un poco difícil de llegar. Pero siempre las tuvimos cerca. En mente, corazón y en sus oraciones diarias. La madre se fue a España luego de su misión en el Perú. Ahora solo nos contactamos con ella a través de internet.

Ella nos apoyó muchísimo cuando te fuiste. Vino desde lejos especialmente para hablar con nosotros con un profundo dolor pero fuerte como una roca para darnos valor. Y sí que lo hizo. Me acuerdo que las primeras semanas estuvimos rezando y obviamente mi mami, Karina, Lissy y yo, que estábamos en ese momento rezando con ella soltamos las lagrimitas que no te gustan mucho y estoy segura, 100% convencida que desde el cielo nos mandaste ese momento de "ataque risa" para no llorar y reirnos en lugar de sufrir. Me acuerdo clarísimo y aun lo escucho en mi cabeza. Ese PEDO que se tiró Macarena en pleno rezo no pudo ocurrírsele a nadie más que a ti. Era una situación más que incómoda porque no queríamos reír en un momento tan especial, sobre todo para una monjita, y simplemente a unos cuantos segundos de la "bombita recontra sonora" soltamos el típico "pprrjajajajajaja" que explota cuando no debe. Fue demasiado.

Hace dos días recibimos un correo de la madre Josefina. Me desperté ese mismo día con la buena suerte de mi lado y una vez más me convencí que cuando pasa eso, tú estás detrás de todo. El mail decía que tenía en sus manos la bendición del Papa Benedicto para mi matrimonio, firmada directamente desde Roma. Lo máximo. Tengo la bendición de dos grandes, el Papa y la de mi papi. Esa noticia me hizo sonreír hasta hoy. Ayer fue un día excelente cargado de momentos lindos con Lalo. Paseamos por muchos lugares con nuestra ilusión máxima y vimos un poco más cerca nuestros sueños vueltos realidad.

Hoy quise mencionarte otro tema que me puso con el hígado en la boca y tuve que llamar a la flaca para vomitarle la bilis. La flaca que siempre lee lo que te escribo y me encanta que lo haga. Pero creo que ese es capítulo de otro día. Otra historia. Para otro momento en mi rincón.

Ahora, para que siga con la suerte de mi lado, el derecho porque el izquierdo anda medio golpeado con mis aftas de toda la vida y mis amígdalas cavernosas (ew), toca volver a sonreír.

Ahora, toca volver a vivir soñando que la buena suerte, es posible si lo crees desde que amanece.

21.4.11

Días santos

Le puedo dar "pausa" a mi estrés diario solo por un simple motivo: mañana tendré tiempo de sobra para preocuparme, pero hoy es un día para pensar.

Un día como el que pasé ayer levantándome con el pie derecho y con ganas de ver el lado "divertido" hasta al bodrio más bodrio del mundo. Algo así como comerme las lentejas en la ensalada "caleta" que me preparó mi mami hace uno días. Sin duda, ayer amaneció oliendo a buena suerte y hoy se sintieron las consecuencias de pasar unas horas con un brillo especial.

Desde trabajar feliz contando las horas para que sea el fin de semana largo, ir a comprar el resto de lámparas de mi casita y por más que mi mami terquee salirme con mi gusto sin fruncir el seño. Hasta una reunión con mis almitas gemelas. Esas que me hacen reír, llorar y estar orgullosa del tipo y calidad de amigos que tengo. Esos a los que le hablo de ti como si te conocieran tanto como a mí, incluso un poco más tal vez.

Por eso decidí que a pesar de haber cerrar las persianas con la mente un poco alborotada y angustiada por el dolor de panza de mi mami, por más que ella justifique su ya extraño dolor de hace unos días con "peditos", hoy decidí darle pausa a ese bicho que me acompaña como parásito hace mucho y reírme de las caras poto que a veces me pone el sol.

Son días "santos", para pensar en que todo lo que viene es bueno para mí y para nosotros.
Para pedir imposibles y agradecer las nimiedades que me hacen estar aquí y ahora.
Son días para imaginar y pintar los cuadros de mi futuro feliz.
El único que me toca a pesar que a veces me levante siendo mi otro yo.

20.4.11

Olores y colores

Hoy amaneció oliendo a buena suerte.
Me levanté de mi cama y sentí ese friecito de "medio invierno" que me hace decir ¿y ahora qué me pongo? con un poco de mal humor.
Pero hoy fue diferente.
Pensé que poniéndome lo que sea, amaneció oliendo a buena suerte, por eso, con sol o con sombra sé que me irá como si estuviera jugando craps en el casino.
Pensé en todas las veces que renegué por no saber si ponerme polo de manga corta, larga, sin manga, pantalón, leggins, y el dilema de zapato cerrado o aun no.
Ya ni siquiera me acuerdo la vez que me puse algo sin fastidiarme luego por el calor o frío.
Me di cuenta que hace mucho mi closet y yo estamos medio peleados.
Pero hoy fue diferente.
Hoy amaneció oliendo a buena suerte.
Y los zapatos que tanto criticaste porque según tú podía tener una zapatería en mi cuarto, ahora pasarán un chequeo general. Sino aprueban, aunque me duela se irán a la basura.
Sé que desde el cielo sonreirás por eso. Lo lograste una vez más.
Tal vez no haya dormido bien hace algunos días, y tal vez mis sueños bonitos se colaron en mi almohada, pero hoy amaneció oliendo a buena suerte.
Y como no es un "miércoles" cualquiera, tiene que ser diferente.
Es un miércoles que aunque se llame Miércoles, parece viernes. Y parece viernes porque vienen dos días libres. Es decir, esta semana tiene doble sábado y doble domingo.
Rico no?
Como para decir la famosa frase que tanto repetías los domingos muy tempranito "hoy me quedo en pijama todo el día viendo películas".
Pues seré fiel a tu legado y te tomaré la palabra. Nos hemos propuesto cuidar el bolsillo que parece tener varios agujeros bien justificados y literalmente "comernos" el pilar de películas sin ver que aun se siguen amontonando como zapatos en mi closet.
Pueden surgir los problemas de siempre: se rompió esto, faltó comprar lo otro, no vino el pintor, no encontramos la chapa del baño, un foco no prende, otro se rajó...
Pero nada detendrá mis planes.
Hoy amaneció oliendo a buena suerte.
Por eso tengo ganas de trabajar cantando, son solo unas horas;
De conversar riendo, todo es mejor con un poco de buena vibra;
De renegar si quiero pero terminando con un chiste, aunque sea para mentirle al alma;
De contestar llamadas con una sonrisa en lugar de caras largas cuando no entiendo lo que dicen;
De cantar en el tráfico, devolviendo insultos con un cachoso "gracias";
De ser como tú y vivir cada minuto del día aprovechando sus segundos.
Aprovechar lo que tengo hoy.
Porque hoy amaneció oliendo a buena suerte.
Y a pesar de de andar como zombie hace unos días, con ganas de bostezar y con la ansiedad del mundo entero, hoy me levanté de la cama asegurándome de pisar primero con el pie derecho.
Porque hoy, la buena suerte está de mi lado porque amaneció oliendo a ti.
Hoy amanecí con el sol de mi lado y con la seguridad de caminar agarrada de tu mano.
Hoy amaneció oliendo a ti.
Al perfume que cada mañana me despertaba con un beso y un "hasta más tarde hijita".
Hoy, la buena suerte está de mi lado...
...porque amaneció y te sentí a mi lado.

19.4.11

Se trata siempre de elegir...

A veces me pregunto qué sería de mí ahora, si esa vez que tuve la crisis existencial del tercer año en la universidad la decisión final hubiera sido elegir el camino B. Y como siempre digo, para todo hay un camino que elegir y las metas puede que sean tan diferentes la una de la otra que simplemente alteraría el curso normal de un todo que pudo ser nada a la vez.

Hace unos años era una chica inmadura, lo sigo siendo, lo sé, pero en el sentido "profesional" estaba aun en pañales. Me gustaba lo que había elegido como carrera y tú sabes que siempre lo quise. Pero ese bichito odioso sin nombre que más que nada es conocido como el ¿qué hubiera pasado si...? me visitó de improviso y lo peor de todo es que me condujo hacia el camino B cuando ya había arrancado en el A.

"¿¿¿Veterinaria???" me dijiste un poco exaltado, no por el tema de que ya había empezado la otra carrera sino porque tú en el fondo siempre quisiste que estudie eso, yo lo sé. Pero jamás me dijiste nada porque quisiste dejarme tomar esa primera gran decisión por mí misma. Sin pensarlo, me acuerdo que juntos fuimos a averiguar a una de las pocas buenas universidades en donde enseñan esa carrera y no dudaste ni un momento en mis capacidades y me ayudaste con solo decirme: "Hijita, el ciclo ya empezó pero me dicen que puedo pagar el examen de admisión y entrarías en dos días si es que reservo la matrícula" me acuerdo que era demasiada información para mi joven cerebrito de solo 17 años. Tenía que decidir si continuar con lo que ya había empezado o comenzar de CERO en otro lugar. A eso le sumé el simple detalle que ya iba en la tercera semana de clases y tenía trabajos pendientes y demás.

Fue mi primer estrés en todo el sentido de la palabra. Pero tú sabías cómo cambiarme el ánimo y la perspectiva de todo. Hiciste que vea esto no como una "pérdida" para ti. Tú sabes que a mí me preocupada demasiado pensar que tal vez pagarías una matrícula en vano. Sin embargo, confiaste en mí y me diste la oportunidad de darme esa oportunidad y demostrarme a mí misma que si yo quiero puedo hacer todo lo que esté en mi mente. Por eso ingresé y me esperaron una semana para que decida y hacerme la entrega oficial de la bata de veterinaria.

Pasaron unos días y te acercaste a mi gran muralla de indecisión y me preguntaste si ya había elegido un camino. Recuerdo que con solo mirarme a los ojos me diste la confianza necesaria para decirte la verdad: "soy muy sensible para esta carrera papi. No podría soportar muchas pruebas que se me presentarían en este camino", en el fondo me sentía pésimamente mala hija. Había sido caprichosa y había permitido que me sigas en mi capricho de "ver qué pasa si"... pero confiaste en mí y no me seguiste en un capricho. Sino, me apoyaste y ayudaste a elegir el camino que me llevó a donde me encuentro hoy. Feliz y orgullosa de lo que tengo y lo que soy. Sin pensar en lo que me falta sino en lo que tendré en un futuro no muy lejano.

Gracias por darme siempre las herramientas más poderosas para crecer. Te doy las gracias a ti por este medio porque no tengo otra alternativa. Bueno, también está el hablarte en las noches pero creo que siempre fui mejor escribiendo que hablando. Por eso, sé que tú desde el cielo me ayudarás a hacer que ella me entienda sin necesidad de hablar. Lograrás que entienda lo agradecida que estoy con ella y que a veces me cuesta un poco demostrarlo porque aun no logro derribar ese pequeño "resentimiento" o miedo a entregarlo todo y que me lo arranquen de buenas a primeras.

Pero por este ejemplo y millones de ejemplos más...
...  puedo decir que crecí con los 2 pilares más fuertes del mundo.
Tú, que ya no estás a mi lado pero me sigues enseñando cosas.
Y ella... que a pesar de mis coléricas explosiones de engreída, sabe cuánto significa para mí.

18.4.11

Zzzzzzueño

Tengo sueño.
Tanto sueño que hoy camino al trabajo tuve que comerme el pan que me mandó mi mamá para poder estar despierta.
Tanto sueño que masticando el mismo pan me quedaba en la mordida número 4 y dejaba de masticar para luego darme cuenta que aun tenía el pan en la boca y ya el semáforo estaba en verde.
Tanto sueño que tenía que bajar la cabeza para ver si al menos los ojos se abrían hacia arriba, porque voluntariamente, simplemente era imposible.

Tengo sueño.
Tanto sueño que en el carro "soñé nuevamente" el sueño que tuve anoche. No muy bonito de recordar por cierto.
Tanto sueño que paré en el grifo a echarle lo poco que me queda en mi ya gastada billetera y poder cerrar los ojos mientras llenaba el tanque.
Tanto sueño que ni escuché cuando el señor me dijo "señorita, boleta o factura". Ya en un tercer intento me desperté sobre exaltada y con la tarjeta aun en la mano.
Tanto sueño que al llegar a la oficina puse la pila de periódicos enviados durante el fin de semana fueron acumulados en una pequeña torrecita en la que deposité mi cabeza y a soñar.
Tanto que jamás había llegado al punto de dormir en la alfombra de la oficina esperando que llegue alguien para abrir la puerta por falta de llave.

Tengo sueño.
Pero no entiendo porqué tanto.
Tal vez porque el viernes no dormí del todo bien.
Soñé primero con que algo le pasaba a Bruno y cuando quería pedir ayuda, no podía.
Me desperté asustada.
Al volver a dormir soñé nuevamente con que me estaba durmiendo pero cuando quería despertar, no podía.
Me desperté con un empujón de mi mami porque me escuchó gritar un poco.
Cuando cerré los ojos, quería volver a dormir pero cuando iba entrando en el sueño, abría los ojos con sobre salto.
No quería volver a dormir porque pensaba que no despertaría por una extraña razón.
Ese fue el plan durante toda la noche del viernes y madrugada de sábado.
Supongo que los días posteriores inconscientemente pensaba lo mismo.
Que dormiría sin poder despertarme.
Por eso ahora, me siento cansada.
Más que otras semanas.

Hasta dormida me estreso...
Me sentí casi como tú te sentías cuando tenías pesadillas. Con ganas de hacer lo que sea menos dormir.
Hasta volar un avión que te haría dormir para siempre...

15.4.11

Esta semana...

Después de tanta lágrima que derramé ayer, en la noche no pude dormir. Raro, pero fue así. Digo raro porque casi siempre que lloro como bebe caigo al sobre cual saco de papas. Me acordaba de muchas cosas y me daban vueltas en la cabeza otras tantas que nunca dije. O tal vez no demostré.

¿Por qué la gente tiene que esperar hasta el final para decir mucho sintiendo tantísimo más que una sola palabra?. Creo que nunca encontraré la respuesta pero cierro la semana con muchas cosas aprendidas y otras tantas que se quedaron en el tintero. Pero para ellas me quedan muchas semanas más.

- Fui un poco orgullosa pero encontré la manera de esconderlo en un rincón complicado para no acordarme luego dónde lo puse.
- Renegué por cosas sin sentido, y después sola me reí de mis pensamientos ilógicos.
- Fui testigo de un beso sincero.
- Abracé por primera vez con los brazos del alma.
- Me despedí de una hermana, pero valoré muchas cosas de ella que antes no podía ver.
- Vi el futuro de mis sobrinos, y me sentí feliz.
- Fui partícipe en un cambio en mi corazón.
- Le puse un poco de dulce a lo amargo de la semana.
- Presencié una batalla que empezó en mi cabeza en donde venció el Excedrín. Bueno, 3 de ellos.
- Me faltó valor para no llorar de espaldas, pero eso se aprende.
- Pude decir algo más, pero estuve escasa de palabras.
- Dibujé en el aire mis sueños para ver si los veías.
- Sentí esperanza por algo que no llega.
- Me faltó humildad para pedir perdón aunque no fuera necesario.
- Me faltó carácter para aguantar cosas pasajeras.
- Olvidé ponerme correa y soportar banalidades.

Pero lo mejor de todo es que descubrí la forma de dormir pensando en lo grandioso que fuiste y lo mucho que sigues haciendo desde allá arriba por todos nosotros. Pude dormir imaginándome otros personajes en lugar de los que aparecen en este video...
Tu sabes a quienes me refiero...

14.4.11

Hoy fue difícil

Quise decirle tantas cosas, y no pude hacerlo.
Las mañanas del sábado y domingo llenas de cosas por hacer, no dejaron que compartamos un poco más.
Pero por lo menos logré estar un poco más a su lado por más de un mes.
Riendo.
Llorando.
Peleando.
Conversando.
Tonteando.
Comiendo, mejor dicho tragando.
Hasta viendo películas a medias.

Hoy llegó ese día que creí tan lejano.
El día que las maletas llenas de ropa y demás, entrarían en la maletera del carro con un solo destino: la nueva vida que les espera a miles de kilómetros de aquí.
Sé que les irá de maravilla.
Que aprenderán muchas cosas nuevas y crecerán fuertes y derechos.
Con los valores de siempre.
Pero nunca antes nos habíamos separado así...
...al menos no de esta manera desde que te fuiste.
Nos acostumbramos mucho a nosotros,
a nuestro ambiente que siempre olía a familia,
a peleas con sonrisas escondidas y perdones tímidos,
a los "te quieros" caletas y tan dulces como la misma miel.
Era común el "nosotros" en lugar del "yo".
Y ni qué decir de los sábados.

Recordé uno a uno camino al aeropuerto.
No podía dejar de ir por más que tuviera miles de cosas que hacer en el trabajo.
Serían solo unos minutos tarde, pero que para mí, esos últimos minutos abrazándolos y riéndome de tonteras con ellos, valían cada segundo de ellos.
Saqué un pedacito de papel y lo hice mío. Especialmente para ella.
Un poco de lo que tenía en la cabeza fue depositado en ese trozo de papel, que en ese momento se convirtió en alma pura.
Lo doblé en varios bloques y lo guardé en mi bolsillo.
Bajamos del carro y empezó la cuenta regresiva.
Estábamos cerca de decirnos "cuídate mucho y te voy a extrañar" y no podía creerlo.
Me imaginaba cómo estarías en ese momento y se me arrugó un poquito más el corazón.
Imaginaba todo.
Tus manos,
tus ojos aguaditos,
tus puños apretados para no llorar,
y tus mil recomendaciones a ella y a los chicos.
Hasta creo que sentí uno de los pellizcones nerviosos que dabas a veces.
Sé que ella también imaginó lo mismo.
Miré a mi mami y quise llorar.
¿Qué sentirá ella al verla a punto de irse lejos por un tiempo?
Debe ser horrible, sobre todo si ella extraña por dos.
Las miradas lo decían todo.
No hacía falta hablar.
El momento había llegado.

Fue difícil.
Tal como lo imaginé hace mucho.
Pero como siempre digo, uno nunca se prepara para las despedidas.
Por más que sean momentáneas y por solo unos cuantos meses.
Qué más da comparado con los años que nos quedan por vivir juntas.
Sé que volverá en poco tiempo, pero será igual.
Porque cuando nos encontremos, será lindo. Pero también un poco triste.
... porque muy en el fondo de nuestros corazones...
sabremos que en unos días nos volveremos a separar.

13.4.11

Una de gatos

Ayer por la noche llegué a la casa y justo Lalo bajaba también de su carro. Entramos juntos y saludamos a los chibolos que cada vez están más cerca de la fecha de partida al país de los gringos. Cansada y con ganas de tirarme en la cama a ver el documental de "La Cantuta", dejé mi cartera en la escalera para tomar agua antes de subir, cuando de pronto...

"Miauuuuuuuuuuu"

Lalo y yo nos miramos con cara de ¿qué fue eso?, seguido del fuerte PUM PUM PUM de Juan Diego bajando las escaleras con ganas de jugar play y Maria Paz detrás con la sonrisa de siempre. Los miré con el dedo en mi boca como diciéndoles que se callen un ratito. Y una vez más...

"Miauuuuuuuuuuu"

Corrimos al patio según yo para salvar al gatito perdido antes que Bruno se lo trague, y según Lalo el lindo gatito estaba al asecho de una no muy linda ratita. NO HABIA FORMA que sea una rata así que de lejos nomás, solo para prevenir, prendí la luz y: MIAUUUUUUUUUUUUUUUUU. Era un gato más grande que Bruno. Estaba trepado en el techo y solo se veía su rechoncho cuerpo con los ojos saltones y cola seductoramente ondulante de un lado a otro. Su dueña lo llamaba desde su casa con sencillo "Joe, ven ya" pero la bola de pelos no quitaba la mirada de mi patio. Quería vivir en la casa y lo sé.

Ya cuando se dio media vuelta para volver a su casa, cerramos la mampara y me acordé de esa vez que te desperté en la madrugada por la maricona de Lissy. Bueno, la más maricona sería yo en todo caso, porque como no quería dormir sola, y ya estaba un poco más grande para entrar en tu cama, al medio, no me quedaba otra opción que tirar mi colchón entre la cama de L y K y dormir entre las dos. Rico.... Pero una noche, cuando todos dormían, escucho que Lissy hablaba bajito y pensé que estaba soñando, pero no fue así. Me acuerdo que me desperté y le dije: Con quién hablas??? y lo único que recuerdo antes de salir disparada como torpedo sonoro fue la famosa frase con la que siempre la molesto "creo que tengo algo blanco a mi lado y me está mirando".

La tonta imagen de un "fantasma de película de bajo presupuesto" o sea, manta blanca y ojos negros describe perfectamente lo que dibujé en mi mente para salir despavorida del cuarto para buscarte y pedirte ayuda. "Papi, papi!!! Lissy tiene algo blanco a su lado que la está mirando!!!". Te paraste tan rápido de tu cama que tuve que correr para alcanzarte y ver qué era eso blanco tan espeluznante para ella.

Llegamos al cuarto y al prender la luz, un gato de angora, gordo y peludo, estaba sentado en la mesa de noche de Lissy meneando la cola mirándonos a nosotros ahora fijamente. Al parecer, se dio cuenta que no era muy bien recibido y al ver la cara de pánico que tenía Lissy giró de manera muy elegante sobre sus cuatro patas y se dirigió con paciencia a la misma ventana por la que entró. Conchudísimo él, se trepó en el techo y se metió a su casa.

Siempre corría en busca de ayuda y el lugar más seguro para mí no era otro más que tu cuarto. Ahora, que no puedo correr a ningún lugar a buscarte, solo busco dentro de mí y no tengo que ir a un lugar en especial. Sino que, en cada rincón, encuentro algo de ti. Y eso es lo que me llena día a día.

Estoy segura que a donde se va Lissy, tendrá cómo llamarte para que llegues en menos de un segundo si ella lo necesita. Por más que no sea un gato de angora o un fantasma blanco. Además, nos quedamos tranquilos porque aunque esté a muchos kilómetros de distancia en un par de días más, estarás con ella en cada uno de sus pasos para cuidarla. Y de paso cuidar que no se le cruce un gato más en el camino.

12.4.11

Detrás de la rejita

Es la segunda vez que lo veo.
Sentadito en el jardín tratando de mirar entre las rejas.
Atento movía las orejas y la cabeza de derecha a izquierda para tratar de mejorar la visión.
No era fácil mirar a través de ese cerco de cemento que parece separar el mundo de los "fuertes".
Pero igual lo intentaba con firmeza.
¿Qué pensaría ese perrito?
Bajé la velocidad para ver si alguien se acercaba a él para si quiera extenderle una mano.
Tocarle la nariz y darle una señal de que el amor existe.
Pero nadie llegaba.
Seguía buscando el todo y la nada a la vez.

Sonó una demente bocina detrás mío indicándome que la luz ahora era verde.
Tenía que avanzar y dejarlo atrás.
En ese cerco frío.
Distante.
Ajeno.
Solitario.
A ese perrito que algo buscaba detrás del cerco.

Preferí completar aquella historia en mi mente,
así, otro sería el desenlace.
...
Era la segunda vez que lo veía.
Sentadito en el jardín como si esperara algo.
Tal vez a alguien.
Parecía mover la colita pero bajaba la velocidad cuando se percataba de la falsa alarma.
No era él.
Una vez más movió las orejas como antenas parabólicas.
Atento..
Esta vez se paró y ya no solo eran movimientos de cola,
sino saltos combinados con ladridos de felicidad y grandes zarpazos como imitando a un gran oso.
Era él.
La mano que día a día aparecía de entre las rejas para tocarle la cabeza y hacerlo sentir vivo.
No necesitaba comida,
tampoco agua,
sino solo una muestra de amor verdadero.
Aunque sea solo por unos minutos al día.
...
Esto me hizo retroceder en el tiempo, y recordar lo que sentí cuando tuviste que viajar.
Fue el verano más difícil y creo que el único que pasamos separados.
Cada día esperábamos tu llamada y juntos nos alegrábamos tanto como ese perrito.
Tan necesitado de señales.
Esperábamos con ansias el día exacto para verte,
abrazarte y hacerte prometer que nunca más te alejarías.
Pero eso no sucedería jamás.
Y el destino lo quiso de una forma, y así se hizo.
...
Si mañana vuelvo a verlo sentadito en el mismo lugar,
inventaré una historia nueva con él.
Una que tenga un final feliz.
Para que siempre que lo vea por ahí, un final nuevo en la historia de su día podré inventar.
Tal vez de esta forma, llegue a comenzar mis días, un poco más positivos.
Después de todo...
...es hora de serlo...
Aunque siempre tengamos un cerco enfrente que nos haga esperar lo genuino.
Lo realmente importante que a veces, nunca vuelve.

11.4.11

No tan catastrófico después de todo

Contra todo pronóstico el fin de semana que pensé sería el mejor terminó siendo uno de los más catastróficos de lo que va del año. Aunque como siempre, voy a tratar de ver las cosas "catastróficas" que sucedieron como si fueran "cómicas" en el sentido más gracioso del mundo. Es difícil, pero hoy viniendo a la oficina en el carro pude ver las cosas desde el otro lado. Y lo mejor fue que sonreí.

El viernes explotó la bomba cuando miles de astillas, que aunque eran invisibles pinchaban demás, fueron expulsadas con el único objetivo de "desaguar". Esa fuga de la que siempre te hablo debió soltar el caño un poco hace unos días. Choqué una vez más con la persona incorrecta. La que me ayuda y me apoya por sobre todas las cosas pero no sé cómo hacerle entender que yo en el fondo tengo una batalla que no da tregua a nada y su bandera blanca está simplemente desaparecida porque no le veo intenciones de cesar con el tema. Noche agria, de lamentos y gritos de ajenos que ni tan ajenos igual siguieron ardiendo. Apagué la luz y mi fin de semana había empezado de la peor manera. Solo pensé una vez más en que todo este atentado no hubiera pasado contigo de árbitro.

Me desperté con ganas de olvidarlo todo y no sembrarle el problema a la persona que tengo al lado. Pero fue imposible, estamos tan compenetrados que mis tristezas y alegrías son suyas también, y esta vez me tocó a mí verla gris en lugar de rosa. Hicimos lo que pudimos y me sentí feliz por eso, me empuja tanto a salir de hoyos que solo con ver su esfuerzo a pesar de no poder salir de él me hace amarlo cada día más.

En la noche fue otra la historia. La batalla interna parece que atacó con bomba nuclear en la zona alta. A la altura del cerebro más o menos. Una masa que parecía literalmente un "globo" se movía de aquí para allá para no dejarme dormir. Me sentaba, dolor; con la cabeza en la almohada, más dolor; sin almohada, peor... pensé que en algún momento el globo interno explotaría de la nada. Qué desastre de noche y ni qué decir del día siguiente con las elecciones de la PTM! Y los resultados, DE TERROR. Estarías seriamente preocupado si estuvieras aquí. De la que te libraste en serio.

Al final cerramos con broche de oro cuando por la tarde fuimos a comprar algunos materiales que faltan para la casita. Como no entraban en el carro un taxi con parrilla nos llevaría la puerta nueva y yo de guardiana. Un tombo corrupto paró al Taxi y de pasada a Lalo que iba detrás como oliéndole el poto para cuidarme a mí y de paso a la puerta. Coima obligada porque prácticamente rogó por coima y la verdad, no estamos para multas de 800 soles. Me dio pena el Taxista y le pagué la carrera completa más un poquito extra por la coima que él también le tuvo que bajar al corrupto, el taxi más caro de nuestras vidas. Y la verdad, creo que también le pagué completo y un extrita por miedo. Me habló del chino y que él trabajó en el SIN... HABLAOS! Pero esa es otra historia.

No hay mucho de gracioso en este fin, pero pudo ser peor.
Como digo siempre, las bombas revientan feo. Pero si son en tu casa, todo se arregla sin necesidad de retroceder el tiempo.
Sobre todo si tenemos al mejor mediador que desde el cielo aplica palmazo al que la caga.
Y a veces, sin querer queriendo.

8.4.11

Que llegue el fin de semana ¡y que no se vaya!

Es raro querer que se acabe la semana pero a la vez sentir un poco de pena por llegar al viernes. Loco, pero en mi caso, esta semana es así. Todos los vieres son espectaculares por donde los veamos:
Al abrir los ojos estirarse y meterse a la ducha no cuesta tanto porque mañana dormiré más,
el trabajo no se hace tan pesado porque sabemos que no hay pendientes para mañana,
la oficina parece una fiesta con canciones, que aunque mis chicas la repitan 10 veces es lindo,
el almuerzo el pura risa,
las conversaciones divertidas,
las ganas de dormir para después,
los planes tranquilos del fin de semana.
Y por si fuera poco, a veces uno que otro día, sale un arco iris por ahí.

Pero este fin es diferente. Es decir, estoy feliz que sea viernes pero no puedo sonreír sinceramente sabiendo que es el último fin, al menos el último de muchos que pasarán en 2 años, que los enanos y la barbie pasarán aquí. Serán días especialmente dedicados a ellos y de todas maneras será lindo. Será divertido como siempre y por supuesto estará la silla que reservamos para ti. Pero será el último fin de semana de risas, gritos, subidas y bajadas de las escaleras como terremotos, de ataques de risa y domingo de películas en la noche con canchita después de irte a visitar. El último fin con la "pose" de la tía más histérica del planeta que de vez en cuando grita "cállense que estoy escribiendo! Parecen mongoles riéndose de nada por horas". Esa loca histérica en realidad no sabe cómo le hará para no extrañarlos tanto y perderse la evolución de los dos. Qué joda en verdad.

Puede que ninguna de las dos nos digamos las cosas en la cara, y que al menos yo no le diga que me jode que justo se vaya este año a millones de kilómetros. Justo este año que me caso y que estoy empezando una nueva etapa de mi vida en la que necesito de la gente que realmente quiero. Esa gente que aunque escucha sapos, culebras y mil hiervas más jamás dejará de estar a mi lado. No se lo digo pero me llega no haber aprovechado más el tiempo y tal vez hacer más cosas, que aunque las hacemos ahora pudieron ser más seguidas.

¿Por qué tiene que ser todo como una tómbola? Como si nadie supiera qué es lo que pasará mañana, algo así como irte al otro lado del mundo de la noche a la mañana y llevarte un pedazo de todo y encima sin equipaje. Bueno, dos viajes distintos en realidad, el tuyo fue a un destino solo con boleto de ida pero el de ellos tiene una fecha de regreso y será para cuando esté más cerca la fecha del matri. Pero se volverán a ir para regresar más de un año después. Al menos sé que tienen un boleto de regreso, y eso me hace respirar tranquila. Y más tranquila aun porque sé que tú podrás estar tanto allá, con ellos, como aquí con nosotros.

Este fin será bonito y ya quiero que empiece, pero más que nunca, más que todos los demás fines no querré que termine...

Y por si fuera poco, un fin no solo de ley seca y elecciones "forzosas".
Sino de estreses políticos, tráfico del demonio y dedos manchados de tinta azul.
Un azul que como nunca espero tener en el dedo medio por muchos años más.
Ya sabes a qué me refiero... ojala no sea la última vez que votemos...
DE LOCOS!

7.4.11

Crudas verdades

Hay días en los que te siento tan cerquita
que casi casi llego a pensar que aun estás aquí.

Esos días en los que sin motivo alguno
me despierto con ganas de creer que ya te fuiste al trabajo.
Que te acercaste a mi cama,
me diste un beso en la frente,
Bruno gruñó celoso,
te reíste como siempre y bajaste las escaleras con tu maletín en la mano.
Y si fuese un jueves como hoy,
con tu paleta de frontón para irte en la tarde a jugar con mi tío Freddy.

Aunque luego me meta a la ducha sabiendo que no es así,
es bonito respirar ese aire de fantasía que me envuelve de vez en cuando.
Porque, por más que conozca cual es la verdad,
duele un poco cuando me hacen acordar "crudamente" que no estás.
Aunque a veces cierre los ojos e imagine que converso contigo,
sabiendo que es solo producto de mi imaginación de algodón,
me siento contenta porque recuerdo lo que tuve.
No lo que me falta.

Y bueno,
nunca faltan los días que parecen de colores,
y terminan con un poquito de dolor de cabeza.
Sobre todo cuando te piden datos de tus familiares "aun así estos hayan fallecido".

¿Crudo no?

Pero no me quejo...
... es la verdad...
Y de las verdades se vive.
Se aprende.
Se entiende.
Se crece.

... se hace la vida.

6.4.11

En tu agenda encontré la respuesta

Cuando empezó el día tuve ganas de contarte sobre la vena latente en mi cuello y las arrugas cada vez más grandes que tengo en la frente por lo renegona que estoy de un tiempo a esta parte.
Quise despotricar contra viento y marea y hasta con el taxista inepto que se me cruzó en cada esquina con cara de "que tienes oe" y bajarme del carro para tirarle mi zapato.
Quise hacer eso y mucho más, solo para desahogar el cúmulo de sinsabores, decepciones y sueños rotos como cristales chocando contra el suelo, pero decidí hacerlo de otra forma.
Cerré los ojos y me acordé de la famosa frase que en sueños inventé que yo misma inventé.
Una frase que ahora, dice todo de mí: busca la forma dentro de ti.

Fue así como caminé hacia tu cajón y abriéndolo casi como siguiendo un comando del aire me lo indicara: abre el cajón y sácala. Como un robot completo me acerqué sabiendo de qué se trataba. Abrí el cajón y saqué tu agenda. La gordita, ordenada y ahora vieja agenda que te acompañó día a día debajo de tu brazo derecho, en el asiento del carro o en la mesa de noche de tu cuarto.

Pero... ¿Qué quería encontrar en ella cuando solo deseaba renegar con el hígado abrazado al pecho para sentirme más su amiga? No entendí lo que quise hacer hasta que por fin me animé. Dejé mi hígado a un lado y lo dejé mirar la escena a ver si se le contagiaba un poco.
La tomé entre mis manos y casi como adivinando, o al azar, la abrí en una de las cientos de hojas delgaditas y con la letra tan marcada como si el lapicero fuera punzo-cortante.
BANCO
Esa fue la primera palabra que leí al abrirla, pero la sonrisa se borró de mi rostro cuando no le encontré sentido alguno a lo que tal vez hubiese querido creer o entender como una "señal".
DELIGHT
Segunda palabra encontrada al azar y seguía careciendo de sentido alguno. Comenzaba a perder las esperanzas cuando dije: la tercera es la vencida.
PINTORES
Y casi como si hubiese recibido un consejo por teléfono entendí lo que quisiste decirme. Pero para eso tengo que contarte que solo leí la primera palabra que jaló mi vista al abrir la agenda las tres veces. Y ahora, después de unos días de preocuparme por temas de futuro y de tratar encontrar la manera de seguir con nuestros planes sin preocuparnos por saber si será o no lo correcto, sé lo que tú me aconsejarías: Que vaya al banco sin miedo, como cuando tú comías tus caramelos "delight" para relajarte, y sigamos construyendo la casa llamando a los pintores que tú conocías.

El hígado que dejé sentado a un lado sonrió conmigo y se sintió un poco mejor.
Creo que tu agenda será de gran ayuda para cuando me sienta un poco perdida.
Aunque más lindo sería encontrar la respuesta en tu misma voz, sin la necesidad de leer palabras sueltas que hace unos años escribiste en la agenda que ahora forma parte de mi colección preferida.

5.4.11

El único deseo

Muy temprano por la mañana, tuvo una corazonada que la levantó angustiada en un segundo de su cómoda cama. Dejó unos cuantos hilos negros en la almohada, como si estuviera quedándose calva poco a poco. Corrió por el pasillo casi sin aliento solo para calmar el fuerte latir de su temeroso corazón. Entró por la puerta y lo vio profundamente dormido...

... el alma le volvió al cuerpo y sonrió...

Con un beso en la frente, dejó sus labios sobre su rostro para sentirlo calientito. Lo miró. Él abrió los ojos y se acurrucó en sus manos. Y ella miró hacia arriba agradeciendo que solo fue un sueño. Uno de esos en los que no hay más que escaleras y largos pasillos sin salida.

... lo miró una vez más y su corazón latió más fuerte...
Si hubiera podido ver una sola estrella en el cielo en ese instante estaba segura de cual sería su deseo. El que le pediría a una estrella fugaz, aunque fuera la última de la galaxia. El mismo que pediría si alguna vez llegara a sus manos la lámpara mágica. Pediría 3 veces el mismo deseo para asegurarse que se cumpliría sin lugar a dudas.

... cerró los ojos y pensó en ella...

¿Cómo no existió la estrella fugaz, y tampoco la lámpara mágica ni mucho menos la única estrella en el oscuro cielo que pueda conceder aunque sea un deseo? Si tan solo hubiese existido, ella no estaría sola. Tampoco ese horrible sueño se hubiese cumplido. Y en este momento, estarían acompañados como siempre lo estuvieron.

... abrió los ojos y volvió a mirarlo...

Tocó sus manos y se imaginó las mismas pero con arrugas y muchos años más encima. Juntos en el mismo lugar con la sonrisa más sincera del mundo. Uno al lado del otro mirándose a los ojos diciéndolo todo con ellos. Siempre juntos. Siempre felices hasta hacerse viejitos.

Su único deseo.
Estar siempre juntos hasta el último día.
Aunque el mar se quede sin agua.
Y el cielo se quede sin estrellas.
Siempre juntos.

Como siempre lo quiso para ella.
Como siempre buscó una estrella en el cielo.
Para pedir un solo deseo.

... para que ese miedo a vivir la pesadilla no se hubiese instalado en otra memoria...

4.4.11

Sábado bonito

El sábado intenté preparar algo rico, que me salió buenazo por cierto, y quedarnos viendo películas como marmotas. Teníamos la idea de pasar un fin de semana tranquilo y "barato". Ya que como esperábamos desde hace unos meses, el préstamo para el depa nos quedó corto así que tendremos que pedir otro. Con las caras desencajadas decidimos no pensar en "el tiempo que tendremos que ajustarnos" sino en todo lo lindo que vamos a vivir tal cual lo imaginamos. Así, ver las cosas difíciles y "dolorosas para uno o para el mismo bolsillo" resulta más fácil. En fin, fuimos a comprar todos los ingredientes para que lo que vayamos a preparar saliera menos que una pizza y más deli. ¿Difícil? Para nada. Comimos como si estuviésemos en una trattoria, y la más rica porque YO lo preparé con la mejor de las inspiraciones.

Fuimos a comprar a Vivanda y al momento que pasar por los Champis me acordé de ti. Un señor bajito, un poco gordito y de pelo oscuro sacó de su bolsillo algo que me resultó más que familiar. Era un peine negrito, de esos larguitos que se usan en las peluquerías para cortar con tijera los cortes de hombre. Se lo pasó por el lado derecho de la cabeza y luego por el izquierdo. Luego lo volvió a guardar en el bolsillo de su camisa y saludó a su esposa que le daba el encuentro. Pensé tanto en ti que me quedé parada con el carrito en las manos mirando al señor bajito.

Pensé en las veces que llegábamos a la casa de mi tía Mary y antes de bajar del carro, acomodabas el espejo retrovisor, sacabas tu peine y en dos segundos estabas totalmente ordenadito. Como siempre. Las veces que íbamos a recoger a mi mami de algún lugar y hacías lo mismo en cuanto la veías acercarse al carro. También cuando me ibas a recoger de la universidad, o cuando llegaba alguna visita a la casa.

Siempre peinado, oliendo rico y con la ropa más linda de señor serio y elegante. Siempre con el peine en el bolsillo de la camisa, y otro en la guantera del carro por si acaso. Y cómo olvidar el pañuelo dobladito en el pantalón, bolsillo trasero. Tan precavido como siempre. Estabas atento a cualquier persona que necesitara un papel o algo para secarse o limpiarse. Como yo con mi famosa alergia.

Siempre peinado y ordenado pero aun así, con el peine al alcance.
Ese recuerdo me llevó a mil lugares a la vez.
Por eso cuando volví a la casa decidí cocinar no solo algo rico para Lalo, sino para ti también.
Acordándome las veces que preparé alfajores y el primero en la fila para probar el alfajor número 1, siempre eras tú.
Acordándome de las veces que tu pañuelo me ayudó a secar lágrimas y limpiar narices.
Acordándome de las veces que te vi tan elegante peinándote frente al espejo.
Acordándome que ahora, tenemos varios de esos peines tuyos. Como por ejemplo, mi mami lo tiene en la cartera que usa todos los días, envuelto en uno de tus pañuelos, para que siempre la acompañe, vaya a donde vaya.
Y yo, guardo tus peines y todo lo que sea tuyo en tu mesita de noche y más en mi corazón.

El sábado comimos fetuccinis a la huancaína con lomo y champiñones gratinados los tres. Lalo, yo y el mejor papá del mundo.

1.4.11

Nuevo...

Lo nuevo te hace pensar en lo viejo.
En lo pasado.
En todo lo aprendido.
Hoy empieza un nuevo fin de semana, un nuevo mes y un nuevo post.
Es bueno ver de reojo la página que estamos volteando y por fin mirar completamente hacia adelante.
Hacia el mañana.
Ayer pudo tener grietas que quedarán por un tiempo más.
Pero como de todo se aprende, de los golpes también.
Y donde hay golpes, también hay caricias.
Como el conversar con amigas que no veía hace mucho.
El ver a mi sobrino en la panza de su mami y llevarle un regalito.
El aceptar un reto nuevo, que me enseña a creer en que aun tengo oportunidad de tener puntos seguidos.
Y no aparte.
El poder pasar más tiempo con la gente que realmente vale la pena!!!
Y descubrir que la amistad puede ser verdadera si la sabes encontrar.
Ver feliz a una persona que quiero con el corazón. Feliz y con la persona que la hace feliz.
Sentir que tengo los sentimientos más puros, que muchos quisieran tener.
Haber pisado un suelo que pronto será mío.
Mío y de quien amo con el corazón.
Ver una vez más en el cielo lo que estoy segura pintaste para mí.
Decirle a la gente que estimo, cuánto la estimo y hasta un "feliz cumpleaños" a muchos más.
El derramar una lágrima que aunque en el fondo duela un poco, me hace sentir viva.
Ver la foto con el premio de Bruno, por ser el tercer perrito más lindo del Facebook.
Poder decir que "nos está costando MUELAS" construir nuestra casita.
Aprendí a tomar decisiones sin pensar en los sentimientos.
Pude ver las cosas desde un ángulo más "profesional" que sentimental.
Me reí hasta que me dolieron los cachetes y recordé lo que es estar feliz de verdad.
Miré la luna y me imaginé a tu lado.
Pude tocar un pedacito más de cielo al sentirme con nuevas oportunidades.
Por fin...
después de esperar, sin necesidad de mirar el reloj...
pude sentir que tengo sentido en este loco mundo que a veces parece no tener sentido.

El heroe de mi vida