Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

30.11.12

Sana sana colita de rana

Hoy me pincharon 5 veces seguidas cada media hora. Alternando los brazos para no saturar a la vena. Suena gracioso, pero ahora hasta las venas se saturan. No manejan, no escuchan quejas del mundo, no se pelean con otras venas, no tienen que decidir qué ponerse hoy, pero se saturan. En fin, es la segunda vez en la semana que me hago estos análisis que odio tanto, pero nada, gajes del oficio. 


Recuerdo que desde que estaba chiquita me solías dar ánimos antes de cada análisis de sangre, vacuna o inyección cualquiera. "Es sólo un pellizcon" acercabas tus dedos a mi bracito y con las uñas me dabas un piquete "y ya está". Al no sentir nada más que tus uñas, a pesar de apretar los dientes y tener algo de miedo, no sentía nada. Me sentía más tranquila.

Al ingresar al consultorio y sentarme en esa silla con brazo robótico para poner el codo te miraba siempre a los ojos y me decías que sólo serían unos cuantos segundos, que contara en voz alta junto contigo. "Ya, ahora respira profuuuuundo y cuenta: uno, dos, tres, cuatro, cinco.... ya ves???? Ya terminó". Abrí los ojos despacito, no podía creer que haya pasado tan rápido todo y aún pensaba que cuando los abriera iba a ver la jeringa succionadora de sangre en plena acción. 


Saliendo del consultorio mi mami me pregunta si tenía hambre, más de 12 horas de ayuno de todas manera iban a ocasionar un revoltijo de tripas alocadas por algo de comida. Era mi parte favorita de cada vez que me sacaban sangre: la cafetería con ustedes dos. Un jugo de naranja y tostadas con mermelada era lo máximo para mí. Siempre simple. Así como la milanesa con papas típica en cada salida dominguera. Ya comiendo me contabas tus "alucinantes" historias de cuando te sometías a algunas pruebas clínicas. "Alucinantes" digo porque me parecía increíble que compararas ese líquido asqueroso llamado glucosa con una inmensa torta de chocolate. Recuerdo que decía "qué rico papi! Que me hagan esa prueba a mí!!!". Te reías por horas, tal vez pensando en que ese brebaje tenía parecido a todo, menos a una torta de chocolate. Igual, me decías que te habían hecho alguna vez también la prueba de algo, en la que te hacían comer pura palta antes de sacarte sangre. Era la prueba perfecta para mí!!! Pero años después, preguntando a todo el que podía dicha prueba no existía. Te saliste con la tuya, me agarraste de inocente una vez más sólo por verme sonreír y no pensar en el pequeño pinchazo que me acababan de hacer en el brazo derecho.

Hoy recordé esa torta de chocolate, y al tomarla pensé en ti. 
Sólo faltaba tu sonrisa y el característico ¿ya te lo terminaste sin invitarme?.
Te extrañé una vez más.
Como siempre...

28.11.12

Ella es, Doctor Mouse

Directamente del mundo de Ratatoullie a la blogosfera...

Tengo el orgullo de presentar un blog nuevito, digno de ser leído y comentado. 
Recién salidito del horno blogero.
El último grito de la moda.
El ya no ya!
El MUST en el blogroll de todos los bloggers.
El blog que ninguno de los que me lee puede dejar de leer.
El blog de mi querida Doctor Mouse

El que empezó con un "Día Cero" para llegar a los cincuenta mil si quiere.
Un lugar donde ella depositará todo lo que tiene en su corazón.
Un corazón tan grande que se cansó de guardar para él solito todo lo que pasaba en su vida.
Y por eso decidió darle un lugar espacia.
En este espacio cibernético que no es mío ni de nadie.
Es nuestro espacio.

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Doctor Mouse

27.11.12

Olguita

Puso sus manitos en la cara y se tiró nuevamente en la cara al vernos llegar con regalos y un arreglo grande rosas. "Ya no quiero cumplir más años" decía. Pero no la dejaríamos renegar.

La incorporamos en la cama para que abriera sus regalos y no podía evitar derramar algunas lágrimas. De emoción, alegría, o tristeza quizá. 

Se había quedado sin los dos hombres que más soporte le dieron en la vida: mi abuelito y tú. "Qué más hago ya aquí en este mundo hijita. Ya estoy muy vieja".

Hoy no es un 27 como otros. Está bien, recordamos el día en que te fuiste al cielo en tu avión preferido. Pero hoy, es un día dedicado a alguien que, a pesar que diga que ya no quiere cumplir más años, tiene todo el derecho del mundo de vivir como quiera. Sin reproches. Y aunque diga que esta vida, ya no es vida, la vivió de la mejor manera. AMADA POR TODOS LOS QUE LA RODEAN.

Hoy es cumpleaños de la persona que tiene el derecho reservado de tu nombre. 
Que me enseña que vivir no es tenerlo TODO.
Que cada día me ayuda a ver más dentro de mi corazón.
Que siempre me hace sonreír a pesar de todo.
Que con solo verla me recuerda a ti.
Quien te dio la vida.

Quien con el "ritual" de siempre, hace que cada día sea mejor que el anterior.
- ¿Cómo estás abuelita?
- Aquí con la ruma pues hijita.
- ¿Cómo? Qué ruma...
- La ruma de años pues...

Hoy, hace 93 años nació la mujer que dejó de llamarse Olga para convertirse en "abuelita".
Tu mamá.
Mi abuelita,

¡¡¡Feliz día abuelita Olga!!!

26.11.12

Good vibes

HOY
sólo 
se 
admiten
BUENAS
VIBRAS

Sea el camino que sea, derecha o izquierda, tiene que ser el mejor.
El indicado.
El que fue construido para mí.
Sea el que sea.

Estoy segura que este año se cierra con éxito.
Llevándose todo lo malo.
"Ya aprendí".
Es suficiente por ahora.
Es tiempo de mirar al frente y seguir caminando.

Si ves que me estoy equivocando, no me dejes.
Ayúdame a corregir la brújula para empezar de nuevo.
Sin renegar.
Ni reprochar.
Pero trata de no hacerme caer en el viejo truco de las falsas promesas.
Ya mucho tuve de ellas por este año.

HOY
ES
EL
DÍA


23.11.12

On a jet plane

Daría todo por volver a ese día que me sacaste un grito de emoción acompañado de una risa directa del alma. 

Aún era muy temprano y el cielo estaba un poco nublado.
- ¿Papi, estás seguro que no hay problema con el clima? 
- Para nada hijita. Estás conmigo. ¿Acaso tienes miedo si estás conmigo?
- No, no y no. 

Al estacionarnos bajamos del carro y me pusiste tu casaca verde.
- Papi, me queda enorme. Parezco un oso.
- Pero está haciendo frío. Abrígate.

Caminamos juntos y me mirabas. 
- Si estás asustada espérame aquí nomas.
- Vamos. No tengo miedo.

Al llegar te diste cuenta que sólo tenías un casco. Volteaste y me lo pusiste en la cabeza.
- A ti te queda mejor que a mí.
Nos reímos.

Subí con torpeza y me senté en el asiento de atrás. Enseguida te subiste adelante y volteaste diciéndome esa palabra que me decías cada vez que íbamos en tu carro.
- Amárrate!
Nunca olvidaré la gracia que me hacía escuchar siempre lo mismo al subirme a tu carro. Tenías tan metido el tema de los aviones que ponerte el cinturón era "amarrarte". 


Fue el mejor paseo de todos. Ahí arriba, en el cielo todo era más tranquilo.
Ese cielo que ahora es tuyo.
Sólo tuyo y de nadie más.
Al que llegaste volando como todo un piloto.
Con el que tuve el honor de compartir algunas horas de aventuras.


Soy la más afortunada del mundo.
Tuve al mejor papá.
Y me llevó a conocer el mismo cielo.
Literalmente



22.11.12

Siempre decir por favor y gracias

Cuando era chiquita nunca me tuviste que decir que sea agradecida. Pues siempre lo fui, hasta cuando estornudaba y nadie me decía "salud", respondía con un cansado "gracias" a la nada. Recuerdo que siempre te causaba gracia ese momento en que parecía agradecerle al aire mismo. 

Y es que siempre es bueno agradecer el minuto que pasó, el viento que sopló, la gota que cayó, la palabra que no se escuchó, el cuadro que no se vio. Uno nunca sabe si habrá un mañana habilitado para dar las gracias.


Algunos se quejan de su suerte, que están cansados de vivir jalando la nube negra que los acompaña desde hace mucho, que el viento siempre se vaya en dirección contraria, que la corriente no los lleve con ella sino los empuje a un lado, hacia las rocas, los peñascos. La verdad es que cuando uno está atascado ahí, ese escalón que no provoca subir por miedo a caer, es bueno mirar atrás y ver todo desde otra perspectiva. 
.. y agradecer...
A Dios, 
al destino,
a la suerte, 
a un ángel,
al viento.
... simplemente agradecer...


Por despertar un día cualquiera, mejor todo los días.
Por tener tener un corazón que palpita, y un cerebro que piensa.
Por dormir en una cama, y vivir en una casa.
Por despertar al lado de quien amo.
Por tener sueños, y soñar con ellos.
Por mirar a través de una ventana.
Por decir mamá.
Por encontrar un hermano sólo levantando el teléfono.
Por pagar cuentas, y tener con qué pagarlas.
Por los amigos que no sólo cuento con los dedos, sino con el corazón.
Por sentir que alguien siempre camina a mi lado.
Porque está siempre la posibilidad de un mañana.
Por sentir alegrías, dolores y emociones.
Por no ser indiferente a lo de afuera.
Por querer con el alma.
Por la pasión.
Por ver a colores y no en blanco y negro.
Por el amor a lo que muchos no aman.
Por la paciencia que me obliga a respirar profundo.
Por sentir que si quiero, puedo hacerlo.
Por tener voz, y por el voto que a veces escondo.
Por poder cerrar los ojos tranquila.
Por pensar en que "mañana" puedo hacerlo mejor.
Por el control.
Por tener siempre nuevas oportunidades.
Por buscar sin rendirme.
Por cansarme para poder sentir que puedo empezar con más fuerza luego.
Porque no conozco el rencor.
Por no permitirme odiar.
Por perdonar de verdad.
Por olvidar.
Por recordar.

Por poder mirar al cielo, y pensar en alguien.
Por saber que allá arriba, un héroe me cuida.


A todos en  Estados Unidos...
Feliz día de Acción de Gracias.



21.11.12

Trato

Eso de que cuando una puerta se cierra, otras se abren, es extraño.

O son puertas que están lejísimos la una de la otra, o simplemente se abren para el lado contrario al que trato y trato de abrir. 

Puede que no tenga la llave adecuada.

O que sea una puerta muy pesada para mí.

Tal vez es una puerta que conduce a un abismo y por eso está clausurada.

O quién sabe...

Simplemente debo seguir caminando buscando la puerta correcta.

El ingreso que sin resultar "fácil", sea indicado y justo para mí.

Una puerta que esté hecha a mi medida.

En esa que siempre pienso cuando me levanto en la madrugada.

Toda puerta que se cierra, o que te cierran en la cara, tiene un por qué.

Y toda puerta que se abre no debe ser ignorada.


20.11.12

Verborragia

Tengo tantas ganas de salir corriendo por la puerta trasera. 
Mejor la de enfrente. 
Por la de atrás sólo salen los cobardes, y yo llevo muy en alto mi nombre. 
Tan alto que hasta en el cielo ya deben hablar de mí gracias a ti, 
el ángel que me cuida de tropezones y tambaleadas. 

Tengo tantas ganas de sentir que el tiempo no existe. 
Que los días se fundieron con los segundos para ser uno solo durando una eternidad imposible de calcular. 
Abrir mi cajón y coger los relojes que me hieren con cada mirada para despedirlos. 
Sin palmas ni vítores.

Tengo tantas ganas de tirarme al suelo y ver el cielo. 
Si es azul o gris eso ya no importa. 
Mirarlo solamente para sentir que desde arriba alguien más nos mira. 
Alguien más conoce lo que con palabras no se puede explicar
Lo que los ojos sientes y el alma llora. 
Lo que en la mente desespera y en el corazón asusta. 
Ese algo que sin nombre se conoce y a pesar de no haber sido vivid se revide en el pensamiento.

Tengo tantas ganas de explorar mi futuro, 
pero borrándome luego la memoria de lo que pude haber visto en ese tiempo 
que aún no vivo. 
Saber si mis pensamientos escasos de verme viejita y arrugada 
se deben a sólo un miedo sin sentido, o es una verdad que no descubierta.

Tengo tantas ganas de gritar lo que es injusto sin ser juzgada por malos humores ni días delatores. Simplemente reclamar lo que es correcto esperando al menos un chispazo positivo por mis ya cansados ojos. 

Tengo ganas de entender la razón de las cosas sin sentido.
Esas que queman el cerebro y después se desvanecen.
Entender las respuestas que salen del destino cuando uno menos lo espera y que, por más loco que parezca, le cambien el giro al péndulo que guía un camino.

Tengo tantas ganas de solo mirar por la ventana y ver el cambio del cielo. 
Y como el cielo ver mis días tornasolados.
De gris a celeste.
De celeste a azul claro.
De azul claro a naranja.
De naranja a celeste opaco.
De celeste opaco a negro.
Y pensar que después todo sigue un ciclo.


El mismo ciclo que todos conocemos ya.





Todos los guerreros se cansan de vez en cuando.
Y está bien pensar en descansar un poco.
Porque cuando todo se colma...
Nada se calma...
Ni las ganas de hacer todo lo que nos llena más de vida.

16.11.12

Mi suerte con los celulares

Era el quinto celular que me "regalabas" en menos de 6 meses. Y es que no era mi intención perderlos ni dejarlos olvidados para que alguna mano enemiga los tomara "prestados". Realmente no sé que me pasaba en ese tiempo que NADA me duraba mucho tiempo, tal vez por distraída o por sabe Dios qué. Este nuevo celular tenía que vivir otro tipo de suerte, no podía olvidarlo en una banca, tampoco en algún salón de la universidad, o escribir mensajes desde el carro con la ventana abierta en pleno tráfico limeño. No señor, este tenía que ser mi último celular en el año. A parte de que ya habías dado un ultimatum muy claro "no quiero escuchar que se perdió de nuevo Marité. Tienes que cuidar tus cosas no puede ser que seas así de descuidada. Valora las cosas que te damos. Y no te volveré a comprar otro". Estaba claro. Esto no debía volver a pasar.


No usaba mucho cartera en ese entonces, por eso, las bolsitas para celulares eran lo mejor. En la mochila, o en el carro, siempre estaba en su bolsita. Pero cuando "mensajeaba" obviamente o debía tener a la mano, para fácilmente teclear y enviar... esos tiempos... y no había otro lugar para ponerlos más que en el bolsillo del jean. Para que no incomode al caminar iba atrás, en el bolsillo derecho del poto. Lo tenía todo el tiempo que caminaba por la universidad metido ahí, para cambiar de salones, ir a la cafetería, o simplemente para caminar en el patio.


Al medio día recuerdo que nos tocaba subir al 4 piso y había que "escalar" así que celular en mano para que me acompañe en el camino y a mensajear si ha dicho. Ya por llegar me lo guardé en el bolsillo y entré al salón, dejé mis cosas y pensé que sería bueno comparme algo de tomar en las maquinitas y aprovechar en ir al baño a mojarme la cara antes de las 3 horas de "corrientes del pensamiento político". Wuju!!! Después de recibir mi vuelto en la máquina, conté las monedas las guardé en el bolsillo y entré al baño. "Mejor de una vez entro para no salir en plena clase", me desabroché el pantalón y cuando me lo iba a bajar, a la altura del muslo escuché "glup" se me congeló la sangre y hasta creo que lancé un fuerte "nooooooooooooooo". No quería voltear, no quería mirar abajo, pero tuve que hacerlo. Mi celular se había ahogado.


Lo saqué de un solo tirón, el agua estaba limpia obvio, sino lo dejaba desintegrarse en el water, pero ya todo estaba perdido. Lo sequé, lo abrí, le saqué todas su partes, le di RCP y nada. No reaccionaba. Era inevitable pensar en todo lo que me dirías al verlo descuartizado y casi sonando como vaso de agua por dentro, y me empecé a preocupar más. Escuché de todo: sécalo con secadora de pelo, déjalo al sol, llévalo a polvos o a algún servicio técnico. Y todo hice, pero nada. Sólo quedaba una alternativa, decirte y que tú te encargues de llevarlo al entonces "TIM". Pero no debía decirte que se había caído al agua, esta vez tenía que ser algo como por arte de magia. Alguna fuerza oscura se apoderó de él y lo hizo morir, esa sería la salida.

Llegó la noche y te vi en tu cuarto, era "ahora o nunca" pensé. "Papi, no sé que ha pasado, mira mi celular! Está muerto! No prende!!! Hoy lo he usado normal y ha estado perfecto. De la nada se puso la pantalla negra y murió. Qué hacemos?". Algo me dijo que te la habías creído, la primera prueba había pasado. Lo llevaste al día siguiente y en la noche te esperaba con la sonrisa dibujaba con plumón, porque de nuevo tendría mi celular en mis manos. Te vi muy serio entrar por la puerta y temí lo peor.

"Marité, estás segura que no pasó nada más con el celular?"
Me dijiste Marité, estaba en problemas.
"Claro papi. Como te dije, fue de la nada"
Esperaba que mis ojos no me delataran
"Qué extraño porque cuando lo abrieron delante mio el rastro de que por ahí había pasado agua era imposible de pasar por alto"
Sentí cómo los pelos de mis brazos se erizaron por completo.
"¿¿¿Aguaaaaaaa??? Eso sí que es raro, cómo pudo haber llegado el agua hasta ahí"
No había salida, faltaba poco para soltar la verdad.
"No te hagas que no te queda bien ser  mentirosa. Además, desde el principio se notaba que era mentira que por arte de magia el celular se había malogrado".
Se pudrió todo...
"Pérdoname papiiiii! De verdad que me olvidé que lo tenía en el bolsillo, no sabía que no me lo había sacado, y quería ir al baño apurada por mis clases, y me hacía la pila, y corrí al baño, y......"

Sonreíste y me tocaste las manos diciéndome con tu voz siempre tierna.
"Por eso te he dicho siempre que no puedes estar tan distraída. Ya lo arreglé. Toma".
Mi celular estaba de vuelta. Nunca me lo dijiste pero era evidente que era uno nuevo.

La historia de la muerte de mi nuevo celular, te la escribo la próxima semana. Aún estoy muy triste para recordarlo, pero sólo te puedo decir que murió de la misma manera, ahogado. Pero esta vez, por la culpa de la chicha morada. BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

12.11.12

Habla la impotencia

Tengo la mente en blanco. Simplemente no puedo siquiera leer un párrafo cualquiera de corrido porque me pierdo a la tercera palabra: el zorro astuto... ¿quién? Trato de pensar en mañana, en más tarde tal vez, en todo lo que tengo pendiente y en la cola de correos sin leer que el fastidioso paréntesis azul al lado de "bandeja de entrada" me dice que me ponga las pilas. 

¡Ponte a trabajar!

Pero cómo ponerme a trabajar si todo lo que hago tiene relación a esa maldita semana. 
Cómo cambiar de página si el separador de libros se ha pegado en este triste capítulo que jamás imaginé. 
Cómo pensar en otra cosa si el titular de mis días y noches es sólo uno. 
Uno que arde, 
duele, 
lastima, 
astilla, 
sangra, 
llora.

Si sabes cómo hacer para dejar de despertarme con los puños apretados, la barriga dura como pelota de tenis, las sábanas desparramadas en el suelo y las pesadillas diciéndome buenos días, necesito realmente ese dato. 

Los días pasan junto con las páginas del calendario. Se van las semanas, y finalmente se irán los meses, pero toda herida queda. Y no cicatriza fácilmente. El remedio no está en respirar hondo y gritar con todas las fuerzas que uno guarda, tampoco está en llorar hasta que los ojos se hinchen como queriendo explotar, menos en las ganas de quedarse metido entre las sábanas en un día soleado, tampoco en bajar las cortinas para no ver el día, ese día que llega a pesar que muchos no quieren verlo, ese día que le da paso a las horas, minutos y segundos. El remedio no está en escapar por la puerta fácil como muchos quisieran, no hay puerta fácil, no hay forma sencilla, no existe remedio.

Aunque por dentro uno sólo quiera dar la espalda, voltear sin respirar y tirarte un puño fuerte a la pared que hay detrás. 

Pegar un puño lleno de impotencia y frustración para liberar la carga.
Pero nada, nada de eso devolverá lo perdido.
Lo que ahora vive del otro lado.
En el mundo que ahora seguro tú mismo, llamas hogar.



6.11.12

Un minuto mirando al cielo

Esta vida no es vida. Es un simple colador por el que pasan los más afortunados. Los que creen en el mañana eterno, y los que sueñan con un mundo mejor. Esta vida es sólo un suspiro para los ángeles que vinieron por poco tiempo a darnos un ejemplo. Quiero creer en que algún día pasaré por ese mismo colador para encontrarme con ellos, con los que se fueron sin avisar y se llevaron un pedazo de mí en su bolsillo. En donde sólo los buenos de corazón son admitidos y en donde seguramente entre ellos se cuidan siempre las espaldas. Quiero creer que mañana, esta vida que no es vida, me hará creer. Me ayudará a ver más claros los caminos y me enseñará a respirar de nuevo. Sólo con los pedazos de mí que me quedan ahora.



Solo les pido una rezadita al que está arriba.
Me ausentaré por unos días...
Hasta que mi alma se cure de esta terrible pérdida.


2.11.12

¿Tan rápido se fue octubre?

"Halloween, Halloween"
Eran las 5:00 pm y se hacía tarde, "papi no vamos a llegar a la casa de mi tía, por favor todos se van a ir a tocar las puertas y cuando llegue no voy a tener ni un chicle!!!". Molestisima desde piojo con el tema del tráfico renegaba todo el camino hacia la casa de mi tía Mary en donde una bruja y una mini bruja me esperaban para salir a pedir dulces.


Ojos negros con ojeras incluidas me adornaban la cara con un punto en el otro cachete. Según yo era una berruga como tienen las brujas de verdad. "Pero parece otro lunar hijita", decías después de una gran carcajada. Mis ojos mirando al cielo con un gran suspiro ocultaban mi frustración por no burlarme del gran lunar con forma de cucaracha que tenías en la espalda. 

Llegamos por fin para bajar del carro y tocar el timbre y escuchar nada más y nada menos que un "NO HAY" en lugar de "¿quién es?". Nos reímos tanto que casi se me escapa la pila, pero nada podía hacerme demorar más. Entre corriendo para sacar a las dos brujitas que irían a pedir dulces conmigo, mi mami y contigo. Mi tía estaba en un compromiso y no podía acompañarnos, por eso ustedes dos nos hicieron compañía.


No recuerdo exactamente cómo fue que terminamos yendo de casa en casa alrededor del parque y no caminando, sino nada más y nada menos que en tu carro. "Primera parada: la casa de los señores pasita" le ponías nombre a cada una de las casas que visitamos ya sea por su forma o por los vecinos que las habitaban. "Halloween, halloween" decíamos las tres a coro. La primera puerta que tocamos nos abrió con cariño y con felicidad al ver nuestros tan creativos disfraces. Debían haber más o menos ocho mil quinientas niñas vestidas de brujas pidiendo caramelos ene se preciso momento, pero nuestros disfraces eran los mejores.

Entramos nuevamente al carro y preguntaste "les dieron muchos caramelos? tengan cuidado porque a veces hay personas que dan caramelos con veneno, o hasta algunas le ponen cosas extras a los dulces que le dan a los niños. A ver pasenme uno para comprobar que no tiene veneno", con miedo y casi temblando te dimos 3, cada una cogió de su calabaza cualquier caramelo que saltó primero a su mano y luego de triturar con tus dientes uno a uno nos dijiste "nada malo, pueden comerlos". Con un respiro luego de oírlo seguimos hurgando en las calabazas a ver qué más nos habían dado. Seguimos adelante.


Así pasamos por la "casa de hansel y gretel", "la embrujada", "la de los gorditos", y muchas otras más que nos abrieron las puertas para darnos caramelos, gomitas, chupetes. Y cada vez que volvíamos al carro preguntabas si alguno podía tener veneno, o también nosotras te decíamos directamente "a ver si este tiene veneno, pruébalo tú primero", a lo que nunca dijiste que no obviamente.

Avanzamos unos metros y nuevamente frenamos, "la casa buque", bajamos corriendo y tocamos la puerta muy fuerte "Halloween, Halloween", una señora abrió la puerta para darnos nada más y nada menos que unos ricos chocolates que cayeron en cada calabaza con un fuerte sonido. Corrimos al carro con la sonrisa de oreja a oreja de solo imaginar lo que comeríamos horas más tarde. "A ver, a ver, ese puede ser que tenga un alfiler por ahí ah!" ya se nos empezaba a hacer rara la cosa cuando por el espejo retrovisor puse ver tus ojos chinitos. Casi como los míos cuando me quiero reír sin que nadie se de cuenta. "Ya no papi, si me toca un clavo lo escupo pues, pero te vas a acabar todos mis dulces". Mi mami y tú se rieron en coro y no pudieron evitar decirme que era una tacaña y que quería todos para mí solita, pero la verdad era que más tarde, cuando sea de noche, correría a tu cuarto para regalarte toda mi calabaza.

Para que solito descubras si alguno de los caramelos que venían dentro tenían o no alguna clase de veneno. Solo para cuidarme como siempre. 

¿¿¿Alguien sabe a dónde se fue octubre???
Y ya está desfilando noviembre?
Mejor ya que se vaya el 2012 no?
Ya estuvo bueno!

El heroe de mi vida