Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

30.10.10

Para mis oídos

Quisiera dedicarle un día a mis oídos...
¡Qué cansados se deben sentir!
De abrir ventanas sin cerraduras.
De escuchar sin filtrar.
De sentir sin poder huir.
De "ver" sin tener ojos.
De querer gritar sin tener voz.
De contaminarse sin reclamar.
De buscar... sin encontrar.

Un día solo para ellos.
Donde el silencio se mude con ellos.
Donde solo ellos decidan qué escuchar...
... y qué descartar...
sin redordar...

29.10.10

Alma de algodón

Eso de querer retroceder el tiempo para hacerte una sola pregunta o decirte solo una cosa, es mentira. La verdad es que si tuviera la oportunidad de estar contigo solo un minuto, no podría ordenar mis ideas. Una avalancha de impulsivos pensamientos, torpes reacciones, enredadas frases y una mezcla de sentimientos aflorarían como si fuera un sueño totalmente bizarro.

Hace dos noches no duermo casi nada. Me tiro a la cama, me tapo hasta el cuello, meto mis manos debajo de mis piernas y ahí me quedo. Horas de horas estancada en un grandísimo signo de interrogación invisible que no hace más que recordarme lo perdida que estoy.  

Ese estado casi vegetativo, queriéndo parecer dormida pero maquinando a mil por hora pensando todo lo que podrías decirme si estuvieras aquí, me llega a chocar un poco después de todo. Y me choca porque no encuentro la respuesta a lo que necesito.
Necesito esa dosis de "no se qué" que nunca me faltaba contigo a mi lado. Esa miradita que aunque a veces era muda y hasta iba acompañada de uno de tus cariñitos doloroso como "el come rollo", me hacía entender lo que a simple vista me parecía ilógico. Lo que hasta hacía segundos no tenía escapatoria alguna.

Necesito uno de esos consejos indirectos, interrumpido por un sonido lejano de bolsita de caramelo, que terminaba en un tierno "¿quieres?" seguido de un "es que tengo que ver si están envenenados hijita".

No sé qué harías tú en mi lugar ni tampoco sabré qué piensas que sea lo correcto. Pero tal vez lo que busco hace dos noches es eso. Busco ese gesto tuyo en mi banco de memoria que me ayude a redibujar esa mirada en mi mente ahora. Que haga las veces de actor de mi película de corto presupuesto. Que me ayude a mandar a la misma mierda lo que solo me hace más daño. Lo que no me deja avanzar.

... en fin... puedo decir que mi vida ya no es la misma desde hace un tiempo, pero también es cierto que debería ser más fuerte y no dejar que las malas rachas afecten mi "loca estabilidad inestable". Pero lamentablemente, debo reconocer que después de muchas batallas perdidas, logré volver mi blando cascarón en un fuerte caparazón de acero...
pero mi alma...
esa sigue siendo de algodón...

27.10.10

Hace dos años y un mes

Hace dos años y un mes estuve sentada en el mismo lugar que ahora.
Tal vez con unos cuantos pelos más y una arruga menos.
Con las mismas ganas de hacer todo y sentir que el tiempo me queda corto.
Y también con el típico papel higiénico a mi nariz pegado, siempre con la maldita alergia.

Hace dos años y un mes empecé un libro que escribió su primer capítulo sin avisarme.
No sé si algún día lo publicaré. Ni siquiera sé si algún día lo terminaré.
Pero todo este tiempo me ha servido para alimentarlo más y más.
Y sin querer, me ha ayudado a crecer a mi manera.

Hace dos años y un mes era otra persona.
Puede que aun sea un poco engreída, caprichosa, renegona y demás. Pero soy otra al fin.
Mis temores no son los mismos. Ya no se nutren de mis inseguridades.
Son ellos ahora los que luchan por vivir en mí y no yo la que lucha por encerrarlos.

Hace dos años y un mes era sábado y no miércoles.
Recuerdo que hacía ya un poco de calor y ahora hace frío.
Cocinaron algo rico, que ahora lo sigue siendo pero trae feos recuerdos.
Tú compraste un postre para el almuerzo, pero nadie llegó a él.

Hace dos años y un mes no tenía idea del camino que seguiría mi vida.
Estaba preocupada por un mañana que tal vez llegaría moribundo.
No entendía cómo era posible lo que parecía imposible, pero sí probable.
Hoy, que no es mañana pero sí el mañana del ayer, todo ha cambiado.

Hace dos años y un mes te llamé.
Pero no contestaste.
Habías emprendido un viaje sorpresa.
Un viaje que ni tú mismo sabías que solo sería de ida y no de vuelta.

26.10.10

Cazadora de pensamientos

Me gustaría atrapar uno de esos pensamientos que vuelan en el aire.
Sin rumbo.
Sin ruta.
Sin dueño ni destino.
Simplemente vuelan libres.

Lo podría atrapar con una redesilla para que no se escape.
Pero se colaría entre los huequitos de la maya.
Lo agarraría entonces con ambas manos.
Como si fuera frágil.
Pero tal vez se sienta prisionero y decida desaparecer.
¿Cómo podría entonces?

Levanté el rostro y miré hacia arriba.
Donde vuelan libres sin temores.
Cerré los ojos y simplemente pedí ser dueña de uno de ellos.
Pedí atrapar uno solo para mí.

Atraparlo y hacer de él, el sueño más lindo que jamás existió.

25.10.10

Ella...

Eran los primeros rayos de luna que se colaban entre las persianas de su cuarto. Levantó levemente la cabeza de la almohada y dirigió su mirada hacia allá. Hacia lo más lejos que alguna vez el hombre llegó. Deseaba tanto poder comprar un pasaje sin retorno, aunque perdiera media vida viajando solo para llegar.
"Tal vez sea en sueños, pero no en esta vida", pensó con la mirada fija en ella.

Se despegó el pelo de la cara, un poco húmedo por las lágrimas que corrieron como río sin cauce. Pensó por unos minutos. Se incorporó con fuerza como si una voz interior le hiciera barra .
"Ya, a la cuenta de tres estaremos fuera de la cama. Es fácil, vamos 1... 2... 3". Ya estaba nuevamente en pie sobre ese suelo egoista. Ese suelo que en su cabeza solo podía compararse con el mismo infierno, aunque no sepa su verdadera apariencia.

Se tocó las manos, las miró lentamente, y tomó una gran bocanada de aire para dar el primer paso. Miró hacia abajo y pudo comprobar que tenía dos pies perfectamente "reales", se llevó las manos a las rodillas, caderas, hombros, para terminar nuevamente en sus manos. Aunque sentía cada una de sus articulaciones pegadas con goma, o unidas con una puntada de hilo, estaba bien. Tenía lo necesario para caminar y seguir adelante.

Los primeros dos pasos fueron los más difíciles. Dolieron. Hicieron que sus ojos se inundaran solo un poco. Pero miró atrás, y giró por completo. Estaba frente a su cama. Nadie más estaba del otro lado. Solo un espacio vacío esperando la otra parte de esos años vivios. Le dolió un poco más. Y giró nuevamente.

Pasó el primer umbral y cada vez sintió todo más real. Lo que tanto creyó que era un sueño, estaba tomando forma de realidad. Olía a realidad.

Se oye una suave voz a lo lejos. Tan lejos que nunca reconoció de donde provenía ni de quién. Solo la obligó a frenar en seco y dar la vuelta a la llave que enciende el motor.
"Dicen que nunca más va a despertar. Es eso cierto?"

Esperaba oirla, pero no tan pronto. Se armó de valor y contestó. La respuesta más sincera, precisa y la más verdadera. Repitió "la más verdadera".

"No es cierto. No es que nunca más va a despertar. Es que él ya despertó. Somos nosotros los que seguimos dormidos. Todos iremos despertando uno a uno".

El secreto está en saber cómo seguir caminando si eres tú el que sobrevive.

23.10.10

Nada de na!

No deja de darme vueltas en la cabeza una sola pregunta:
¿Por qué las cosas que quiero que lleguen pronto, nunca llegan cuando deben?

Si voy a comer a algún lugar y simplemente tengo tanta hambre que podría comerme hasta un jabalí si me lo ponen al frente, no me traen NADA. Ni siquiera canchita serrana.
Si necesito algún tipo de información urgente en la chamba para poder enviar lo último del día y olvidarme de la oficina, no me mandan NADA. Ni siquiera un mail de notificación de lectura.
Si estoy esperando una llamada, la más importante de mi vida por ejemplo, con el teléfono en la mano y con el tono más fuerte que exista para escucharlo, no suena NADA. Ni siquiera un mensajito misio.

Si espero más que nunca ver lo que me tiene tan inquieta y a la espectativa día y noche. No veo absolutamente NADA. Ni siquiera al petirojo que todos los días me visita cuando me lavo los dientes por la mañana.

22.10.10

Quién gana y quién pierde?

Para mí...
Es posible hablar de una victoria si nunca existió una guerra...
Creo que es momento de bajar los brazos sin miedo. Sin sentir que puedo bajarlos porque alguien vendrá a impulsarlos de nuevo. Sin creer que "perderé" por la sencilla razón de mirar hacia abajo.
No de frente.
Hacia abajo literalmente.
Sacar mi pañuelito blanco y pedirle vacaciones a la actriz que nunca debutó en público.
Sentir que puedo ser un poco débil de vez en cuando y no recibir halagos de admirable fortaleza que no me corresponden.
Decir "me rindo", respirar hondo y oler esa derrota que no es derrota.
Sentir que al final, la única que decide quién gana y quién pierde esta guerra que no es guerra, soy yo.
La única protagonista de mi historia de guerra.
Que si yo quiero, termina en victoria.

21.10.10

Cruci-costumbre perdida

¿Dónde quedaron las ganas de llenar crucigramas todos los días a las 5 de la tarde?
Se sentía un alivio tan grande el simple hecho de colocar la última letra, que casi veía un premio al mejor cerebro en mi mente. Cada pregunta, foto, espacio en blanco, elemento químico de la tabla periódica y palabras en otros idiomas, representaban los señuelos de la batalla que "el señor creador del crucigrama" me declaraba diariamente.

¿Cuándo fue que perdí ese gustito, que me copié de los taxistas, y a mucha honra! de leer todos los días sin falta cada página del periódico antes de llegar al trabajo?
Era la rutina típica que seguía al comenzar un día cualquiera. No existían los tarados que sacaron bevete en azángaro, tampoco los policías que empeoran el tráfico solo por fregarle la chamba a su amigo el pobre y casi desempleado semáforo, y menos los gritos de Tarzán que más parecían de Chita a cada innombrable que se atreviera a cerrarme. Grito de Chita vieja encima. No existían o no recibían mi atención en todo caso. Solo me concentraba en cada titular, cada foto, cada noticia que me hiciera ver el día de otra forma. Y bueno, en caso leyera un accidente o muertito, lo dejaba de lado. Nada podía hacer que el día empezara mal. Ya dejaría que las horas cambien mi ánimo si es que tenía problemas de chamba.

¿Por qué cambié estas cosas por las ganas ilógicas de renegar y quejarme del tráfico para llegar a la oficina un poco más calva cada día?
¿Por qué dejé de llenar esos huequitos que tal vez contribuían un poco más a mi cultura general que ahora podría estar un poco más deteriorada?
¿Por qué ahora en lugar de hacer lo anterior, no hay un solo día que no me ponga de malas por cualquier motivo? Si no es la mueca de "me altera" porque alguien mastica con la boca abierta o hace mucho ruido al pasar el AGUA (increíblemente me molesta ese sonido gutural) o simplemente respira muy fuerte... es la educación de los demás, como el patear la silla en el cine, o el famoso colón en el banco, o la pesada que se cruza por atrás del carro cuando salgo de la oficina. ¿No pueden esperarse? Todos corren desde kilómetros de distancia cuando ven que estoy por salir.

Creo que hoy me acordé de esto y quise llenar un crucigrama.
A la mitad de él, justo cuando leí la pregunta que debía responder para llenar un espacio más, la de "actor de papá por siempre", recordé por qué es que perdí esa costumbre que no solo alimentaba mi mente sino también mi corazón.
Ya nadie me compra el periódico y me lo deja en el asiento de mi carro para que no aburrirme en el tráfico.

20.10.10

Algo especial...

Me sobé los ojos tan fuerte pero tan fuerte, que tardaron unos cuantos minutos en volver a ver el mundo de colores y ya no con esas manchas negritas que parecían desvanecerse de a poquitos.

A veces no solo se sueña con la vida misma, sino también podemos vivir un sueño.

19.10.10

El viejo silloncito


-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*
De pronto estaba sentada en ese silloncito que tanto me encantaba. Comenzó de color verde, parecía de corduroy, con unos cuantos botoncitos de adorno. Con el paso del tiempo, y con las continuas rascadas y sobadas de lomo del famoso perro estrella de la familia "alias" Jerry, el silloncito fue perdiendo el color casi por completo. Ya  no era verde, tampoco crema, ya no era de ningún color casi cuando mi mami, harta de los imperfectos del pobre, le puso una sábana encima para tapar los huecos que las uñas feroces del mordelón dejaban. No se veía muy bonito y creo que ese era su objetivo. "Qué horrible", decía tratando que la escuches para responder "Vamos a arreglarlo". 

Eso sí, podríamos hacerle mil cambios antes de botarlo al tacho. 

Ese pequeño silloncito tiene historia. Vino desde muy lejos. Cargado de muchos sueños, fantasías ilusiones y muchas huellitas que narran aventuras. Se mudó con nosotros de Rusia a Perú. Recorrió kilómetros para luego rotar por muchos espacios de la casa. Hasta que por fin eligió el lugar más cómodo e indicado. Tu cuarto. Exactamente al costadito del lado de tu cama. 

Ese desaliñado silloncito los días de semana hacía las veces de carpeta, comedor, incluso colgador y repisa. Depende del uso y momento del día. Pero los fines de semana, se convertía en casita, resbaladera, cocina, sube y baja, hasta podía ser también un puente. Dependía de mi estado de ánimo y los primos que visitaran la casa.

Ese silloncito no solo fue todo eso, sino mucho más. 
Fue testigo de todo el cariño que desprendías, sentado en el mismo lugar juntos, siendo solo para uno. 
Escuchó los miles de cuentos y aventuras que contábamos las noches de apagón en tu cuarto.
Soportó tus angustias sentado al lado de la cama cuando estuvimos enfermos.
Consiguió mejorar su aspecto solo por quedarse viviendo con nosotros.
Sirvió de pañuelo, soporte e incluso confidente de los pensamientos ajenos.
Logró convertirse prácticamente en un miembro más de la familia.

Ahora, está solos a unos kilómetros de distancia, para ser exactos en el 126 al Sur. Ya no es verde, tampoco azul y menos plomo. Luce un lindo tapizado a cuadritos igual que los muebles que lo acompañan.

Pero así, a la distancia, ese viejo silloncito sigue siendo parte de nosotros.
Porque él también guarda un poco de ti.
-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*-------*
Tomé la foto con las dos manos.
Me la llevé al pecho (tal vez para tratar de imprimirla en él). 
La guardé en el primer cajón de mi mesita de noche (tal vez para tenerla a la mano).
Miré el reloj... y luego al espejo.
Ya no tenía 8 años.

El día recién empezaba.


Fue como si volviera a tener 8 años...

18.10.10

Nada más que una razón

Ayer me pasé horas de horas mirando el monitor sin poder soltar una sola palabra.
El cursor aparecía y desaparecía como si estuviera diciéndome - nada? ... nada? ... nada? ... nada? - al ritmo habitual de todo cursor que espera convertirse en alguna letra. Fue en ese momento, mirando la blanca pantalla que me pedía a gritos la alimentase con algún recuerdo o historia, me di cuenta que me sentía sola.

Ese hervir en mi cabeza de buenas a primeras, esas ganas de lanzar el grito más fuerte de la historia y ese deseo de arrancarme la piel tienen una razón. Una razón que tiene nombre y apellido. Por eso, cuando llega la noche trato de cerrar lo ojos lo más pronto posible, contar ovejas, solo contar 3, y entrar en ese NO TAN profundo sueño que me acompaña desde hace ya algún tiempo.

Ya no me acuerdo lo que significa estar tranquila. Ahora cuando estoy "tranquila", levanto los brazos, saco el puño más fuerte que tengo y busco.
Solo busco. 
Pero nunca encuentro.
Pero al menos logré calmarla una vez más.
Logre callarla.
Ahogarla.
La razón por la que no me gusta tener la mente en blanco, como tuve mi monitor ayer, fue domada una vez más.

Pero ahora pienso que no voy a poder hacerlo para siempre. Además, cada vez se me hace más dificil apaciguarla. Siento que quiero bajar los brazos. Levantar la mirada y sentirla por primera vez con toda la fuerza que la comprime.
Pero tengo miedo. 

Tengo miedo de darle tregua.
Puede que se apodere de mí aunque sea por unas horas.
Puede que no logre controlarla y me pegue contra el suelo.
Tengo miedo de no volver a levantarme. 

Tengo miedo que esa maldita angustia me obligue a retroceder, todo lo ya recorrido sin ti.

16.10.10

Aun no es mañana

Yo le dije:
Cuando lo dulce sepa amargo, preocúpate.
Cuando la lluvia vaya del piso al cielo, preocúpate.
Cuando las flores ya no sean de colores, preocúpate.
Cuando las notas de una melodía se divorcien, preocúpate. 
Cuando el tiempo ya no espere cada segundo para marcas el minuto, preocúpate.
Cuando todas las salidas estén clausuradas, preocúpate.
Cuando las sonrisas se dibujen con una línea recta, preocúpate.
Cuando se hayan acabado todos los abrazos, preocúpate.
Cuando ya no exista el rosa y solo haya negro, preocúpate.
Cuando no salga más el sol, llora.
Pero HOY es muy pronto para llorar.
Si me demuestras lo contrario, lloremos juntas.


Se lo dije pero aun no me escucha.
Quisiera tanto que me ayudes...
... aunque sea desde el cielo.

15.10.10

No... no creo

¿Algún día se me acabarán los recuerdos?
Hace un momento, cuando decidí tomar mi hora de almuerzo para escribir un poco, me puse a pensar en qué voy a hacer cuando se me acaben los recuerdos que tengo contigo o de ti.

Sé que como muchas veces lo he hecho, los puedo inventar. Puedo crear momentos en mi mente, para verlos luego como recuerdos creados que nunca existieron. Pero no son los mismos que los ya vividos. No se sienten igual. No los recuerdo igual porque al final no son recuerdos, sino pensamientos gaseosos.

Pero, qué si es que mi cerebro se pone carprichoso y ya no quiere inventar más. Qué pasa si se le antoja no usar más esa máquina re---productora y re---proyectora de películas fictiseas que saben a realidad. Qué si decide abandonar ese rinconcito que siempre guardo para crear momentos que nunca existieron.

Qué pasa si un día me despierto y cuando veo hacia dentro, no hay nada. Qué si ya no hay más capítulos o episodios bonitos, tristes, o graciosos.

Pero no creo. Además, no puedo.
No puedo pensar que se acabarán esos recuerdos pues!
No puedo pretender que mi libro llegue a su final tan rápido.
Hay tanto que contar, tanto por vivir, tanto por compartir...
Que si bien no estás a mi lado para vivirlos conmigo, entonces no me queda otra salida que pretender que lees lo que escribo. Imaginarme que sientes lo que yo siento con cada teclear en mi máquina. Secarme las lágrimas que a veces se escapan para demostrarme que lo que está pasando es real. Cambiar mi postura, bajar la guardia, sacar mi bandera blanca y mirar al frente.

No me queda más que seguir caminando...
y también tecleando.

14.10.10

Comparaciones

Cuando abrí los ojos la mañana de hoy, aun estaba oscuro.
Pensé en lo rico que sería dormir aunque sea media horita más.
Pero la verdad es que cuando abres los ojos de golpe, el sueño que viene después ya no es el mismo.
Todos en la casa, hasta Bruno, estaban roncando (literalmente) a ritmos y tonos diferentes.
Me senté en la cama, como nunca lo hago y respiré.
Respirar lento, me ayuda a pensar.
Meditar.

Imaginé las vías de un tren cruzándose. Luego pude ver el tren que tenía una ruta ya planeada. Cuando de buenas a primeras toman el cruce que se acaba de formar. En solo segundos cambió el rumbo y destino de todos y cada uno de los pasajeros. Por más desconocidos que sean todo los que viajan en él cambiaron su historia en ese momento.

Me comparé con ese tren.
Comparé las vías con la línea de mi vida.
Entendí que el momento del cruce fue tan repentino, que a veces lo olvido.

Qué hubiera psado si nunca hubiera cambiado de ruta ese tren?
Todo sería tan distinto que se me pone la piel de gallina.
Para empezar, no estaría escribiendo este blog.
Tampoco estaría trabajando donde estoy ahora.
No hubiera conocido a muchas personas que hoy forman parte de mi vida.
Ni tendría razones para estar molesta a veces de la nada.
No cargaría la mochila que llevo todos los días.
Incluso... no tendría este anillo en el dedo, que me recuerda que encontré al amor de mi vida para siempre.

Tantas cosas serían distintas que si entro en detalles no termino jamás.
Desde el color de mi cuarto, la sala de la casa, el televisor de mi mami, la clases de computo de mi mami, las gomitas que tenemos ahora en tu frasco de dulces, la mesa de noche, el cuarto de mi abuelita, el tercer piso, el poema de Maria Paz, hasta el más abstracto pensamiento que cruza por mi mente minuto a minuto.

Y quién sabe... tal vez hubiera ocurrido todo lo anterior sin necesidad de irte tan lejos.
Sin necesidad de tomar la otra ruta.
La que no estaba planeada.
Esa fue la frase que me despertó por completo.
Era momento de entrar a la ducha.

13.10.10

Ella recuerda... luego se arrepiente

Era sábado y por fin podía despertarse tarde. No era día de trabajo y no se escuchaban ruidos molestos. Ella abrió los ojos y miró su reloj. Se acurrucó entre los edredones y con una floja sonrisa los cerró de nuevo. Le encantaba saber que aun podía dormir por más tiempo.

- "Dónde has dejado la plata mamita???" casi como un susurro.
Ella pensó que era un sueño. Pero una vez más volvió a escucharlo.
- "Dime para poder ir al taller Tete" esta vez con una suave palmadita en el hombro

Un poco de cólera mezclada con una rara tristeza la despertó por completo.
- "Ayyyyyy por qué me despiertas! Hoy es sábado y es el único día que puedo dormir. Ahí está en mi escritorio en un sobre blanco" con su típico cantito de engreida renegona. Las cejas de cangrejo amargado hacían notoria su molestia. Ella quería dormir y la despertaron.

- "No hay nada... no lo veo mamita" con una risita burlona le dijo. Al parecer no le molestó que Ella gruñera como perro rabioso. Le causaba un poco de gracia y ternura. Inexplicablemente.

- "Ayyyyshhh hlhgdpyue gheñoihefñu" trató de articular palabras que ni Ella entendía pero esta vez sentándose en la cama con el pelo enmarañado.

- "No no no no, no te pares. Ya lo encontré." y salió del cuarto corriendo despacito como para no seguir siendo regañado por la loca dormilona. Como si hubiera hecho una travesura.
Esa fue la última vez que Ella lo vio.

Hoy se arrepiente.
Ya es muy tarde...
Pero Él sabe que se arrepiente...

12.10.10

Váyate feo pensamiento, váyate!

Mi primer día en la oficina está resultando un poco creepy. La verdad, desde mi cierre de vacaciones con broche de oro por mi rodada, perdón "chorreada" de escaleras ayer, sentí que el mundo se inclinó un poco hacia el lado izquierdo de mi suerte. En mi loca cabeza e intento de espíritu reencardado, todo debe empezar desde la derecha. Ahí nace la suerte. Pero hoy, parece que no me quiso acompañar. Decidió tomarse algunos días extras de vacaciones.

Dentro de todo lo más loco del día, y eso que aun no termina, está el extraño comportamiento de mi fallecido Blackberry. Decidió revivir y quedarse conmigo un poco más, pero parece que de cuando en cuando una luz lo llama para dejarme de nuevo. Es ahí donde gracias a un momento de desesperación lo chanqué contra el piso y volvió a la vida. Nuevamente. Ahora, cada vez que quiere irse al más allá aplico la respectiva gomeada y listo. Solucionado el detalle de muerte. Pero hace un momento tanto golpe me pasó la factura. La ruedita para elegir las opciones ya no es la misma. No me responde. Se resintió conmigo. Ahora sí ya no hay solución. Debo pedir ayuda al que paga la cuenta. Mi jefe.

Ahora, no solo estoy sentada como mongol tratando de ordenar los mil pendientes que tengo, leer los 340 correos que aun no leo y escribir las notas de prensa que aun no escribo, sino que estoy en otro espacio. No tengo lo que necesito para ponerme al día después de las vacaciones porque estoy lejos de mi oficina. En una laptop que no me quiere. Una máquina que parece odiar mis dedos tecleros y mi alma de informática frustrada. 

Por fin pude abrir mi correo. Pude leer unos 130 mails cuando de pronto, un mensaje apareció en la pantalla "recibiendo 1 de 340 correos". MAS????? No podía ser verdad! Empecé a sudar frío de la angustia. Me imaginaba con el pelo blanco, arrugas y con la misma ropa leyendo mis correos. Pero cuando por fin bajaron, simplemente mis correos se habían duplicado. Igual me estresó el tema de tener ese avisito en negrita de más de 600 correos sin leer. En fin, borré los duplicados porque soy tiki esquizo y no soporto tener un solo correo sin leer. Terminé de leerlos todos, pero volvió a pasar lo mismo.

Me agarré la cabeza y me hice aire con la credencial que tengo colgada en el cuello. Se me acercó una de mis compañeras de estrés chambístico y me dijo: qué te pasó en brazo!!! Con una cara de horror como si hubiera visto un muerto. No, no me pegó nadie, es herida de guerra. Mi brazo casi mutilado, pseudo arañado y moradusco por mi chorreada de escaleras de ayer. Me reí en silencio recordando esos segundos en que Lalo me salvó de estamparme contra la pared. Qué tal monga para caerme así por Dios! Tú me hubieras dicho mi vida entera por descuidada o también le tirarías el pato a mis zapatos zanqueros.

Mi mundo ayer se inclinó a la izquierda un poquito nomás. Pero ya volverá a la normalidad.
Solo me queda pensar que hoy, los aparatos tecnológicos y yo estamos peleados.
Lo bueno, es que después, uno se ríe de las cosas que pasa, si las comparamos con los verdaderos problemas de la vida.
Lo demás, no importa.

Como decía mi sabia sobrina cuando tenía 1 año, hay que decirle chau a los malos pensamientos que jalan más y más problemas. Pero en su lenguaje sería algo así: váyate pensamiento feo... váyate!

11.10.10

Last day...

Hoy terminaron mis vacaciones y me llevo un baúl lleno de momentos felices que pudieron empezar en el lado opuesto. Estar una semana en todos lados con el solo propósito de "relajarme" o creer que de alguna manera lo hacía me sirvió de mucho. Puede que no hayamos tenido un viaje ni muchos paseos lindos, pero una vez más me di cuenta que la teoría de que no todo es perfecto, existe y es parte de la vida. Aprendí a ver las cosas como las veía antes, con una sonrisa directamente enviada del alma. Volví a sentir que no solo fuiste lo más importante y quien más puede influir en mi día a día, sino también te sentí en todos y cada uno de mis pensamientos, de una u otra forma.

Aprendí que renegar con la persona que tú me enviaste, que por cierto es lo mejor que me pasó en la vida, no es la salida. Eso solo pellizca el corazón, dejándolo sentido.
Entendí que ir al doctor no es tan malo como para postergar una cita simplemente porque "no hay tiempo".
Por fin aprendí que el tiempo puede incluso "sobrar" con solo desabrochar el reloj.
Me di cuenta que la familia que tengo, es la mejor del mundo. Con sus locas, renegones, traumados y ladillas. Es la mejor.
Pude comprobar que sin mi Blackberry todo es más difícil, pero más rico. Disfruto más el tiempo que vivo, y no corro para adelantarme a los segundos.
Calculé el tiempo que gasto renegando en lugar de regalar sonrisas para quien más lo necesita.
Pude refugiarme en un libro sin sentir miedo de pasar la página.
Me encontré con grandes amigas que marcaron mi vida en distintas etapas y me di cuenta que lo mejor de conocer gente buena, es que con el tiempo se hace incluso más buena.
Entendí que no siempre debo usar zapatos tan altos, de los que siempre renegabas.
Pude llorar y reirme a la vez sin sentirme triste, sino agradecida.
Soñé un poquito y me planté en la tierra para encontrar el regreso.
Imaginé mi vida en unos años y sonreí.
Me sentí linda vestida de blanco.
Amé un poco más al amor de mi vida.
Comí un poco de chocolates para no olvidarme a qué sabe.
Valoré todos y cada uno de los momentos que viví a tu lado. Porque me hicieron lo que soy ahora.

Después de todo, creo sí fueron unas vacaciones muy productivas.

9.10.10

Líneas

Quisiera tocar tu mano.
La derecha que dicen dibuja tu futuro.
Ver las líneas que cuentan la historia de tu vida.
Examinar cada detalle de ellas.
Entender razones que no tienen origen pero sí final.
Dibujar un poco más larga una línea en especial.
La línea que representa tu vida.
Así me durarías hasta viejito.
Para que me digas a regañadientes que no te ayude, que tú puedes solo.
Para quitarte las llaves del carro y llevarte a donde tú quieras.
Para ponerte el dedo en la nariz como cuando era chiquita y tú dormías. Para estar segura que aun respirabas.
Para que poder bailar más veces contigo y filmar el momento. Para tener más videos como el de la Negra Tomasa en el 15 de Karina.

Todo eso tan solo si las cosas fueran mágicas.
Y todo dependiera de hacer más larga una línea.
La línea de tu vida.

8.10.10

Hola mi nombre es Marité y soy adicta al Blackberry

Debo reconocer que mis extremidades superiores (brazos) no teminan en dedos y uñas, sino en un aparato que se ha adueñado de mi vida lentamente: EL BLACKBERRY!!!!

Sé que tu lucha constante fue alejarme de los teléfonos. Todo tipo de teléfonos. Como cuando aun no tenía celular, y al teléfono fijo de la casa le crecieron patas para huir de mí cada vez que me acercaba. Intentaste de todo, caja de tiempo que se colgaba a los tres minutos, caja de madera como cárcel que impedía marcar y solo dejaba contestar (obvio que todo carcelero tiene la llave, o sea tú y mi mami), la clave para hacer llamadas, y mil cosas más. Nada pudo conmigo. Traqueteo, regla debajo de la caja, trucos para extender los minutos antes de que se corte al tercero y el famoso "llámame para que piensen que tú me has llamado y te llamo yo luego". Qué verguenza por Dios!

Luego llegó mi primer celular. Un nokia versión y tamaño realmente antiguo. Pero era un celular. Y como soy la más suertuda del mundo, terminó ahogado en el water. Pobre, su vida fue muy corta. Fue reemplazado por otro, el que dejé abandonado en una banquita. Y a pesar de tus enojos, me ayudaste con unito más. Te prometí que sería el último que perdía, ahogaba o malograba (y eso que faltan algunas historias de celulares muertos, atropellados, más ahogados y más abandonados), y a pesar de tus ojos con cejas de cangrejo (como nos dice Eduardo a las hermanas Alarcón Puga cuando nos asamos) y los sermones de cuidados con los celulares, me ayudaste con unito más. Lo cuidé, y mucho. Pero un cruel y desalmado taxi ME LO ROBÓ!!! Yo no tuve la culpa, te lo conté muchas veces.

Hasta que yo misma me compré uno. Me sentía millonaria ganando 10 soles semanales creo. Así que lo logré. Tenía mi celu propio pagado por mí solita. Se nota que aprendí la lección porque hasta hoy lo tengo. Bueno, es uno de los que tengo. Porque me volvi adicta. Primero tuve solo uno, luego en la oficina me dieron otro, y como había gente que tenía nextel me compré uno. A los pocos meses me harté y lo maté. Uno menos.

Pero me dieron mi perdición. Esa cosa que se ha adueñado de mi vida. Eso que se ha vuelto la extensión de mis manos. Esa cosa que no me deja en paz ni de noche ni de día. Lo odio tanto que me hace necesitarlo. Es el maldito BLACKBERRY!!! Deberían hacer una película de terror sobre él en verdad.

Lo peor es que ayer murió. Estaba viendo mis correos, como siempre, y la pantalla se volvió blanca. Nunca volvió a ser el de antes. Lo llevé de emergencia a polvos rosados, Lalo casi me asesina por despertarlo para eso, pero lo llevamos. Lo operaron. Y volvió a la vida! Pero a las pocas horas volvió a morir.

Lo extraño tanto!!!!
Y a la vez lo odio!!!
Pero debo reconocer algo...
Es un mal necesario.

Nunca he dicho esto pero... ya quiero volver a la oficina para que me den otro!!!
No sé cuanto aguantaré sin él.

* Es broma... nunca tanto papi. Soy loca pero tampoco tampoco. Solo lo extraño un poquitito pues. Pero sé que si estuvieras aquí hace rato me hubieras dicho algo para quitarme las ganas de arreglarlo. Como tus historias de los celulares cancerígenos, o de los explosivos, o los envenenados, o chuponeados... En fin, ahora sí me siento desconectada. Ojala me sirva de algo. A no ser tan CO DEPENDIENTE! Qué verguenza carambas!  Encima de un celular!!!!!!!

Ya me deprimí...

6.10.10

Un poco liberada

Ayer escribí una carta que nunca pensé escribir.
Dije cosas que no pensé decir.
Dejé salir miedos que tal vez iban a morir en mí.
En silencio, sin que nadie sepa de ellos.

Ayer escribí una carta a 3 de las personas más importantes en mi vida.
Y las valoré como nunca antes lo había hecho.
Sentí el verdadero lazo que nos une.
Y no me dieron "cositas" al decirlo. Creo que estoy creciendo.

Ayer escribí una carta que me liberó un poco.
Solté los nudos que hace mucho estaban ya dejando marcas.
Dude, pero dije todo lo que estaba escondido. Olvidado en un rincón.
Me ayudó a sentirme un poco más liviana.

Ayer envié un mensaje a 3 personas que influyen en mi mundo.
Espero que me entiendan sepan ser sinceros tanto como yo lo fui.

Ayer, aunque me cueste decirlo a la cara, le dije a esas 3 personas lo importantes que eran para mí.
Aunque a veces demuestre lo contrario.
Ahora saben que mi actuar a veces no es el mismo que mi pensar.

Después de ayer,
ahora ya lo saben.

5.10.10

No todo se puede escribir

Si pudiera escribir todo lo que tengo en la cabeza estaría con las orejas rojas, sola, sin chamba, sin casa, y creo que hasta sin familia.

Odio los secretos.
Odio las poses malditas delante de algunos solo por no quedar mal.
Odio tener que guardarme casi la mitad de las cosas que pienso para no herir susceptibilidades.
Odio irme a dormir con un trago amargo que pasar solo por callarme.
Odio llorar sola porque si lo hago delante de la gente, soy una loca.
Odio no tener motivos para sentirme triste, para los demás. Soy una simple loca de nuevo.
Odio estar de vacaciones y sentir que se ponen en contra de lo que me da la gana de hacer.
Odio haberme vuelto así. "Odiadora" de todo. Y de todos.

Cuándo fue que esto pasó?
Cuando perdí a la Marité de antes. Esa que todo le gustaba y todo le daba risa.
Esa que con solo un besito de su papi se sentí en el cielo.
Esa que con un chocolate chiquito se conformaba.
Esa que veía el punto rosa en un mundo gris.
Esa que nada callaba y nada ocultaba.

Esa que era segura, confiada de la vida.

Tal vez cuando esa misma vida me demostró que nada es para siempre.
Que así como da, quita.
Y así como alegra, deprime.

No todo se puede escribir.
Pero si es necesario, se puede decir.
Si empre y cuando te entiendan...

4.10.10

Primer día off

Quise empezar el día desde muy temprano y con las pilas recargadas. O mejor dicho, con otras pilas, porque las de ayer, creo que se hasta se sulfataron. Es que fue un día tan pero tan desastrozo que nada podía salir peor. Nada. Solo faltaba que me cruce con Tongo cantando la canción de Lourdes o el famoso y asqueroso "pero que jai, pero que jai pero jai jai jai". Cómo detesto a ese abominable ser que dice llamarse "Tongo". Aunque hay peores.

Debo decir que este primer día de vacaciones ha sido realmente productivo. Me desperté temprano, aunque hubiese querido dormir unas horitas más, y Lalo ya me estaba esperando listo para ir a su casa y hacer la rutina con Ramón. Ese Ramoncito sí que nos dá harta chamba. Pero es un bello. Se le aguanta todo. Hicimos nuestro cuadrito actualizado de gastos demenciales para el matri. Y me quedé un poco más calva del estrés. Pero vamos bien. SI SE PUEDE! AHORRO ES PROGRESO! Fuimos a comer al Grifo y morí un poco con lo que probé, estuvo más que bueno, y la mamá de Lalo nos acompañó.

Baño de Ramón, Centro de Lima, cajas, partes, caminatas, marrones que miraban con cara de "te voy a robar todo lo que no tienes" Si me robaban creo que terminaría robandoles yo por cierto, Lalo con su cara de estrés, esperado que cualquiera grite algo para según él sacarle la mismísima... Me asusté un poco en verdad. Más cuando se iba haciendo más oscurito. Y finalmente, la larga conversa del tema de oro: nuestro depa de casados. Estarías feliz con esa noticia papi. Vamos a estar más cerca de lo que crees. Más cerca de mi mami digo no? Solo danos una manito a ver si sale todo bien, como queremos. Donde los dos nos sintamos libres, y sobretodo, dueños del lugar.

Mañana será un día de pruebas. Me gustaría que estés conmigo. Va a ser un poco difícil de pasarlo porque no muchos me apoyan. Voy a llevar a Bruno a un nuevo vet especializado en columna, ojala que no le hagan doler mucho. Voy al doctor, yo solita. Y voy a despertarme con la mente positiva, lo cual se me hace cada vez más tranca.

Y desde ayer... voy a tratar de ya no dormir con mi mami.
Creo que ya es hora de dejarnos libres.
Sino, ambas somos las que sufriremos luego.
Y es lo que menos quiero.

3.10.10

Tal vez no fue el peor, pero dolió...

Tal vez el primer fin de semana del mes morado no me favorece.
Tal vez me desperté con el pie izquierdo.
Tal vez se me cayó la sal y no pensé positivo.
Tal vez mi estrella hoy se quedó dormida y no salió conmigo.
Simplemente tal vez estoy hablando puras huevadas y debo pensar que nada malo sucede por que sí.
Todo tiene  una razón lógica y hay que encontrarle el lado bueno. Por más que a veces parezca no existir.
Siempre existe.

Puede que este fin de semana no haya sido del todo bueno. Pero tampoco ha sido el peor de todos. Sé que he estado triste, no lo puedo negar. Los ojos chinitos no se me ponen porque tengo ganas de parecer Chun Lee. Y tú lo sabes. Ha sido la primera vez que salgo un domingo a votar sin ti. Y aunque suene estúpido, me duele. Me dolió.

Puede que Bruno se haya puesto malito y me haya hecho llorar como loca nerviosísima llevándolo al veterinario por quinta vez a pesar de ya saber lo que tenía. Pero no ha sido el peor momento de mi vida. Ni el más triste o algo por el estilo. Además, es solo un dolorcito que se le pasa con pastillitas. No interesa que cueste lo que no tengo. Por él haría todo.

Puede que por fin haya decidido tomarme una semana de vacaciones a partir de mañana y que éstas no vayan a ser las más divertidas por falta de presupuesto. Pero las flores que me trajo hoy Lalo y saber que estaré a su lado toda la semana (porque logramos salir a la vez) haciendo todo y nada pero juntos, me pone contenta. Aunque tengamos muchos temas que poner en limpio, temas que tal vez no sean tan lindos como nuestro dilema llamado Ramón, o nuestras locas ganas de ordenar cada cosa y "gasto pendiente para el futuro", o nuestras citas obligatorias con el doctor (al que nunca podemos ir por falta de tiempo), vamos a estar juntos en todo esto.    

Puede que hoy hayamos tratado de hacer un almuerzo familiar muy bonito y que haya terminado peleada con todos y cada uno de los miembros "de mesa" de dicho almuerzo. Pero creo que la familia siempre se perdona todo. Por más que nunca se diga la palabra mágica. Perdón. Es algo tácito. Pero duele. Duele que no entiendan las cosas que uno hace y por qué las hace. Y duele aun más que no entiendan cuando simplemente tienes ganas de llorar por que sí. Duele sentirte sola contra el mundo a pesar que en el fondo sabes que no lo estás. Duele tener miedo de decir cosas que no sientes pero desearías sentirlas. Duele sacar de vez en cuando ese lado que permanece la mayoría del tiempo guardado en tu cartera. Duele explotar con los que más quieren. Pero duele aun más no poderles decir todo lo que sientes.

Si estuvieras aquí sé que esos problemas no existirían. O al menos se verían más sencillos de resolver.
Si vinieras tan solo un ratito a la casa, esas explosiones volvánicas tendrían un origen no tan catastrófico. Y por ende, no existirían tantos damnificados.
Si me dieran 5 segundos para verte, te diría todo lo que siento, para ver si me ayudas.
Si pudieras tan solo darme la mano, me sentiría más segura de todo lo que en este momento, parece no querer dejarme vivir en paz.

Pero no estás.
Y eso duele.

El heroe de mi vida