Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

27.3.13

Avisos "parroquiales"

Necesitaba un motivo para sonreír. Uno solito que me hiciera cambiar la cara de pocos amigos que traigo hace un poco más de dos semanas... por qué me miento... hace más de tres meses! Aunque mi cara también pide chepi, y los sábados y domingos se manda a mudar, felizmente porque la condenada es bien espesa. Siempre promete volver los lunes. Sus días están contados, pero igual, ella no sabe que quiero exterminarla para siempre. 

En fin, es un miércoles disfrazado de viernes, estoy con descanso médico por mis amígdalas que parecen haber estado en el rincón de box con un gato techero, pero igual, necesitaba una razón para cambiarme el chip. Un momentito nada más.

Fue otra noche sin dormir, levantándome cada minuto atorada por la saliva que no quiero pasar para no llorar literalmente por el dolor, aunque va bajando lentamente, bajé a ver a mi mami como siempre pero esta vez con mi laptop y todo porque siempre que me siento mal y me quedo en casa bajo a quedarme con ella. Como nunca, antes de entrar a su cuarto me metí al baño de David. Digo como nunca o porque está ocupado por él por más de 12 horas al día o porque simplemente entro al de tu cuarto. Pero hoy fue diferente.

Al cerrar la puerta me sorprendió lo que vi. El papelito ya gastado, amarillento y pegado con cintas que ya parecen haber perdido su fuerza en los extremos seguía tal y cual tú lo dejaste después de un día que nos cuadraste a todos. 

"NO girar el seguro, solo hundirlo!"

Estabas tan harto de siempre tener que abrir la puerta del baño con la llave, que estaba en un manojo de muchas llaves en el cajón de la cocina, porque cuando alguien salía del baño y había girado el seguro en lugar de presionarlo al cerrar la puerta cuando se iba se quedaba con llave por dentro. Cuando venía una amiga que no sabía, o cuando alguien se confundía o equivocaba te ponía los pelos de punta. No podías entender CÓMO es que todavía seguías encontrando la puerta a veces cerrada con llave y sin nadie adentro.

"¿¿¿Otra vez dejaron la puerta del baño con llave??? No entiendo qué hacen, no entienden!!!" siempre te explicábamos que no eramos nosotros y que no andábamos diciéndole a todo el que entre "no gires el seguro, solo presiónalo", a lo que siempre nos decías "si no lo hacen entonces lo hago yo!".

Después de unos minutos de tu última llamada de atención cogiste un papel, lapicero y cinta scotch. Caminaste al baño, cerraste la puerta y saliste luego de unos minutos diciendo "Ya está. Si sigo encontrando la puerta con llave los llevo a terapia. No parecen profesionales!!". Típica.

Hasta el día de hoy, ese papelito nos acompaña. Aunque un poco más gastado, estoy segura que a todo el que entra le queda claro que no se gira, sólo se hunde... 




25.3.13

Amigdalitosa

Sin duda, este no  ha sido mi fin de semana. Después de despertarme el sábado con una molestia en la garganta, pasé a tener una amigdalitis super-hiper-archi-recontra aguda con 38 de fiebre. Pobre Lalo, pasó un fin de semana bien peludo por mi culpa.


Ya lo sé, mis defensas andan bajas para pescar todo bicho que flota en el ambiente, pero qué mal me siento. No puedo pasar la saliva, ni tomar un vasito de agua, té caliente con limón que me hace mi mami siempre cuando estoy mal, no puedo ni hablar. 

Cada vez que intento pasar un trago me agarro fuerte de lo que tenga a la mano porque siento cómo una llamarada caliente y con estrellas filudas me pasan lentamente desde incluso antes de la campanilla. Una desgracia.

Nunca te gustó que nos enfermáramos, culpabas al mismo viento de haberse cruzado en nuestros caminos y hacernos caer con algún virus. Faltar al colegio era lo de menos, es más, te gustaba que nos quedemos bajo los cuidados de la mamá. Eran días perfectos, viendo dibujos en la tele, almorzando nuestros platos preferidos (siempre y cuando el mal no sea del estómago), descansando un poco, y esperando al final del día a que llegaras del trabajo.

Ya cuando fuimos creciendo, tus cuidados extremos o advertencias antes de salir a algún lado nos empezaron a incomodar. Cosas comunes como como: abrígate, no tomes nada helado, lleva tu pastilla, o las preguntas retóricas ¿¿¿acabas de estar hace una semana mal y ya vas a salir de noche????, ¿te has puesto el termómetro?, ¿vas a tomar? porque si estás aún con antibióticos no se puede ah!

Llegó un momento en que simplemente no te contaba cuando me sentía mal. Solo a mi mami para que me recomendara una pastilla, como dice Lalo, ella es "Doctor Queen", la mujer que cura. Trataba de encubrir cualquier rastro de resfrío o estado de ánimo para que no pensaras que había caído. Cuando estaba con alergia pasaba por tu cuarto cuando quería sacar papel mirando hacia la tele y te decía dos o tres cosas que no tuvieran ni una "M" y "B" de por medio, sino te darías cuenta al toque. Cuando tenía algo de tos, estuviera en donde sea corría a algún lugar alejado y me cubría la boca con lo que encontrara, una almohada, una cojín, ropa e incluso alguna veces hasta me puse a Bruno adelante para encubriera mi TOS. 

Me dí cuenta que hasta eso no podía ocultarlo. Siempre te dabas cuenta y el día que quedé como una completa tonta fue el día que corrí hacia mi cuarto y salí por la ventana para estornudar hacia la calle. ACHUUUUUU y desde abajo alguien me dice "salud", bajé la cabeza para dar las gracias a la amable persona y me di con la sorpresa que eras tú. Imposible de engañar.

Ahora solo me queda seguir aferrada a las almohadas antes de cada trago de saliva para aguantar a las dos gigantonas que tengo por amígdalas.

Imaginaré que pones tu frente en la mía una vez más, y me dirás muy bajito solo para que yo escuche "pásame todo tu dolor a mí hijita, yo soy más fuerte que tú".

...y milagrosamente, el dolor pasará...

22.3.13

Hipólito

Hoy nos despedimos de Hipolito. Pedí dirigirlo por última vez, era como una separación que alargamos desde hace mucho. Hasta que el día llegó.

 

Todavía me acuerdo cuando ya en noveno ciclo de la universidad me dijiste: "hijita te voy a regalar un carrito. Uno chiquito nomas para que aprendas y lo chacrees para luego ya cuando trabajes puedas comprarte uno mejor". Estaba emocionadísima.

Tenías ya en mente el carro perfecto para mí.  Confieso que cuando decías que tenía que ser un carro chico para chacrear dije "oh no.... me va a comprar un tico". Pero no, era un Volkswagen Jetta del año 92'. Podría decir que fue el mejor carro que he tenido.

No solo fue el que me acompañó a mis últimos días de universidad, a mis primeras entrevistas de trabajo, mis primeras juerguitas con mis amigas "soltera", mis primeras papeletas, primeros atropellos de sardineles, primeras peleas con idiotas al volante... sino fue mi fiel amigo. Si pudiera hablar... sería tan gracioso. Lágrimas, risas, secretos, chismes, y más habitan en sus cuatro costados. 

Tenías tanta razón cuando me dijiste que querías para mí un carrito para aprender.  Es el carro más fuerte que he conocido en mi vida! Nunca se despostilló la pintura con algún raspón,  nada de faros quemados, tampoco lunas ni llantas reventadas. Ahora que lo pienso.... que tal toro. Super recio Hipolito.


Aunque intentaron abrirlo en algunos lugares, era discriminado por no tener alarma, nunca pudieron hacerlo. Como la vez que me estacioné frente al Hospi de la FAP y al salir vimos a lo lejos a un hombre mirando por la ventana en situación sospechosa. "HEY! QUE HACES?" gritaste unas cuadras antes de llegar. El personaje se dio media vuelta y arrancó vuelo a paso de liebre y desapareció. Vimos que había tratado de abrir el seguro pero el machazo de Hipolito no cedió. Ni una cosquilla.

Por tres años fue mi compañero de día y de noche. Pero tal como me dijiste, llegaría el momento de cambiarlo y comprar algo que me haga sudar el bolsillo por primera vez. Pero tú también era hincha de Hipolito, no querías soltarlo tan rápido. Por eso usas el "truco" de siempre cuando no querías que gastáramos tanto. "Marité, te compro tu carro para la inicial de uno nuevo. Qué dices? Cuánto quieres?". Me costó un poco, pues a mí tampoco me gustaba que gastaras en mí, pero la verdad era que si no lo hacías no tenía cómo poner la inicial para comprar a Portos (el actual). 

Pasamos muchos fines de semanas buscando el elegido. Fueron días lindos porque aunque con mi cara de puñete por no encontrar el indicado, me hacías reír y me tenías una paciencia de santo. Casi casi tan santo como Lalo cuando me aguanta con mis berrinches de niña chinchosa. En verdad que soy bien espesa a veces no?

El carro pasó a tus manos pero no se quedó ahí, pasó a manos de Karina. Él la acompañó desde el 2008 hasta hoy. Nunca cambiamos la tarjeta de propiedad y el momento llegó. "Ya conseguí comprador, tienes que ir a firmar al notario hoy a la 1:00 pm". La despedida llegó después de mucho. 

Verlo por última vez, con los mismos stickers que le pegué el día que me entregaste las llaves. Una huellita de perro en la tapa de la gasolina y otro en la parte trasera. Era el mismo de antes, no cambió mucho. Solo que se portó un poco mal con la nueva duela porque ya tenía achaques por la edad supongo. La verdad, seguro me extrañaba.


Fue un buen carro.
Y lo mejor, fue un regalo del mejor papá del mundo.

20.3.13

Quiero eso

Saqué el plato de la refrigeradora y lo metí al microondas por un minuto y medio. Me alejé un poco como siempre siguiendo los consejos que siempre nos dio mi mami desde chicos "no se paren frente al microondas!!!", sin duda cuando te lo machacan todos los días, se graba.

El tema es que me aparté y al esperar unos 5 minutos (en mi mente), miré el reloj a lo lejos y sólo habían pasado 20 segundos. ¿Es eso posible? Cuando uno más quiere que el tiempo se pase rápido se pasa lento, y cuando queremos que dure más parece que simplemente no existió.


Ese es el principal problema de cada uno de mis días. El tiempo.
Quisiera tenerlo al por mayor.
Para regalar minutos sin estarlos contando.
Para poder hacer una sola sin pensar en la siguiente.
Poder sonreír sin que se acaben los motivos.
Sin preocuparme por lo que viene después.
Quisiera encontrarme de nuevo con eso que se llama felicidad plena.
La que conozco cada fin de semana y se manda a mudar los lunes a las 6:00 am.
Porque creo en ella. 
Creo que existe de verdad y no le hace mal a nadie.
Sigo sin entender porque tantos piensan que es algo irreal.
Será efímero, pero es.
Y eso es lo que más importa.
Quiero ver, estar, hablar, reír, jugar, cantar y bailar.
Quiero eso y un poco más de lo otro.
Sentir que abro los ojos y no tener esta angustia. 
Desalojar a esa pesada que decidió construir su casa en mi garganta.
Limpiar mi mente.
Limpiar mi alma desde adentro.
Hace mucho que no la escucho a la pobre.
Pide un "time" y yo ni caso.
¿Es difícil?
Ser feliz en muchos aspectos pero no en el que "te para la olla"?
Soy una marica. 
Lo confieso.
Me cuesta cortarle la pita al globo y dejarlo volar.
Pero tengo sueños.
Es que soñar y querer, no cuesta nada.

Lo malo es que no me animo a dar ese primer paso.

Siempre quise lanzar un grito final, como cuando se gana una batalla. 
Como me hubieras recomendado siempre hacerlo.
Con la cabeza en alto.
Y el orgullo por delante.


18.3.13

Mirada solitaria

Desde hace días no dejo de pensar en él. Tengo su carita grabada en la cabeza, su forma de caminar, sus ojos tristones, sus manitos arrugadas. Tanto así, que cuando cierro los ojos lo veo en mi mente, y me empiezan a arder los ojos hasta que se hacen aguita. 

Caminó con su bolsito para pedir colaboraciones al momento de las ofrendas en la misa y antes incluso de que llegara a mi banca ya lo había visto. Se paró desde el fondo y caminando a paso lento se acercó al altar. Un pantalón azul casi a la cintura y un polito blanco a rayas de cuellito bien planchado y zapatos negros eran su simple vestimenta. Con sus lentes dobladitos en el bolsillo del pecho, podría apostar que también un peinecito, lo acompañaban en su camino. Llegó hasta mi sitio y al poner la moneda me miró a los ojos y creo que pude sentir algo: soledad.

Se alejó a pasito lento, y tratando de apresurarse sin lograrlo. Pude ver sus caderas un poco ensanchadas ya por el paso de los años, igual podría decir que estoy casi segura que hacía unos años era más alto de lo que es ahora. 

Al salir de la misa, lo volví a ver. Caminaba solito con las manos juntas hacia adelante mirándose los dedos con pesar. Se las metió a los bolsillos del plantalón y las volvió a sacar solo unos segundos después ahora agarrando un pañuelo blanco. Se lo llevó a la frente y se dio pequeños golpecitos para secarse el sudor. Iba solo, escuchó la misa y al terminar siguió con su camino.

No sé por qué tengo su imagen grabada en mi mente hasta el día de hoy y ya pasó una semana y un poco más. Creo que inconscientemente mi cerebro se pregunta cómo hubieses sido tú al llegar a esa edad. Tal vez los mismos pantalones, o parecida forma de vestir. Hasta incluso ese mismo peine en el bolsillo me recordó a ti. Y una vez más se me hizo imposible imaginar tu rostro con unas cuantas arruguitas más y el pelo teñido de gris. 

Si las cosas se dieron de esta manera, sé que es porque así debió ser. Nada sucede por casualidad, todo está escrito. Nadie sabe lo que puede pasar pero está escrito en algún lugar del cosmos o como lo queramos llamar. Pero si de una cosa estoy segura, es que nadie tiene la vida comprada, puede escaparse de buenas a primeras de la forma más tonta o la manera más larga, puede ser. Y si Dios no quiso que te vea viejito, quiero pensar que es porque no lo hubieras soportado. No por nada siempre me dijiste: "hijita tu jamás me vas a ver postrado en una cama amarrado a máquinas y cosas. Si me ves así me desconectas y ya". Siempre me molestaba que me lo dijeras, pero luego me hacías reír diciendo "qué, a caso crees que me va a gustar que me limpien el poto o que me ayuden a hacer mis cosas. No hijita, de ninguna manera".

Sea como sea, si Dios me daba la gran oportunidad de verte así y poder haberte devuelto siquiera en una partecita todo lo que hiciste por mí durante tantos años, hubiera sido una bendición. Aunque sea por regalarme más años a tu lado y así poder recolectar más recuerdos, impregnarme de más olores familiares, y momentos felices. 

Hubiera querido tanto poder darle siquiera la mano a ese señor de ojos tristes...

15.3.13

Sí o No

Tanto se habla de que el domingo todos por el NO o por el SÍ, que la verdad ya me tienen podrida. Cada uno tiene su opinión y punto. Nos fregaron el fin de semana a todos pero ya pues, qué vamos a hacer. 


Recuerdo los días de "elecciones" de hace algunos años. Por más que tú no votaras por ser militar y no tener DNI (en un principio) te levantabas tempranito junto con todos nosotros para ir a cada uno de los puntos en los que votábamos. Primero era mi mami, luego pasábamos por mi colegio en la punta del cerro y terminábamos con el de David.

Lo  más gracioso vino cuando por fin salieron los DNIs para militares, quienes desde esa fecha podían ejercer su derecho a votar. Me acuerdo muy bien cuando llegué de la universidad y me dijiste "mira hijita ya tengo DNI y ahora voy a votar con ustedes, tendremos que cambiar las rutas". 

Me pareció muy tierno tu entusiasmo y no quería pincharte el globo diciéndote que lo que más flojera me daba de que llegara el fin de semana era ir a votar el domingo y esperar los resultados. 

- Papi, pero ¿ya viste en dónde te toca votar? Tal vez te toca en el mismo que Lissy o Karina y ahí sí ya nos tendríamos que dividir para hacerlo más rápido.
- No, cómo veo eso. 
- O sea que aún ni siquiera ves si eres miembro de mesa????
- Ay pero cómo voy a ser si es la primera vez que voto.
- No sé, pero bueno vamos a ver...

Prendí la computadora de ese entonces (lentium 1) mientras conversábamos de la lejanía del colegio que me habían designado hacía solo unos años cuando voté por primera vez. Es que hasta el día de hoy se me hace tan ilógico tener que irme hasta Surco viejo teniendo tantos colegios, en donde también se vota, muy cerca de la casa.

- Ya está. Entras a esta web y aquí vemos tu dirección. Dame el número de tu DNI...
- Ya... es (xxxxxxxxx)
- A ver (enter)

¡USTED ES PRESIDENTE DE MESA!

Fue inevitable la risa explosiva que se me salió al ver eso en la pantalla y después de ver tu cara de asombro preguntando ¿qué pasa? muchas veces seguidas. Es que no podías ser más piña!!! 

Pero tú, como siempre, todo lo contrario a la flojera. Fuiste a tu capacitación con muchas ganas y ya me imagino el ORDEN EXTREMO que tuviste en esa mesa. El mejor presidente de mesa que pudieron tener sin duda. 

Este domingo te extrañaré en el carro camino al lejano colegio en la punta del cerro. Aunque Lalo ya se sumó al barrio de los Surcanos y también le ha tocado un colegio en el Polo Sur.

Pero siempre pensaré en tus ganas de hacer bien las cosas a pesar de todo. 
Contagiante.

¡A votar señores!

13.3.13

Agente "secreto"

Todos saben que tengo una, o varias, profesiones frustradas. No pude ser veterinaria ni astrónoma  pero hay una tercera que me caería más que bien: la de agente encubierta. Y estoy segurísima que hubiera sido mejor detective que James Bond. Es que tuve de quien aprender los mejores trucos del espionaje. ¿O no?


Desde chiquita hice mis primeros pininos contigo:
- Marité, anda a ver qué hace tu hermana abajo con su amigo.
- Sí papi! - en la posición de un soldado que acata una orden (Sir, yes Sir!)

- Hijita, pon cara de sueño y dile a tus hermanas que a que hora van a subir a dormir.
- Sí papi!


- Hija, baja y escucha de qué hablan!!!
- Sí papi!

- Mojona, baja corriendo y mira televisión en el mueble con ellos.
- Ya papi! 


- Marité, dile a tu hermana que tú la acompañarás al cine porque nosotros vamos a salir.
- Yupi!!!

Cada vez que lo hacía terminaba subiendo con puchero y pisando fuerte cada una de las escaleras gracias a uno de los gritos que recibía por entrometerme en sus divertidísimas reuniones. En las que no hablaban de nada interesante, o como tú mismo me decías, seguro se callaban cuando yo entraba en acción.


Metía la pata de vez en cuando, sí, para qué negarlo. Y eso generaba más anticuerpos con mis objetivos, quienes estaban cada vez más atentas a mis incursiones. Como esa vez que siendo domingo y estando en tu cuarto viendo televisión te levantaste molesto mirando por la ventana diciendo luego en un tono un poco bajo: ya a qué hora se van estos! Uno que quiere bajar en calzoncillo a la cocina y ni puedo porque siguen ahí replantigados. Uy! Y para qué dijiste, nada ni nadie podía molestar a mi papá! Qué se habrán creído... Me puse mis pantuflas y bajé pisando fuerte cada escalón con cara de pocos amigos:
- Dice mi papá que a qué hora se van porque quiere bajar en calzoncillo a la cocina a comer y no puede porque están aquí!!!
- Mariteeeeeeeeeeeeeeeeee!!!! - hasta mi mami desde arriba me llamaba la atención con una simple llamada.

Pero ser así me ha llevado a darme cuenta de muchas cosas, como por ejemplo, soy muy perceptiva y descubro al toque las mentiras, que aunque tenga patas cortísimas para mi simplemente ni patas tienen. Los ojos, la ceja, las manos, la voz, todo vale cuando alguien miente. Y yo, tomando notas mentales como noica, descubro la cochinada en one! 

Hoy mismo agarro tu agenda, esa en la que apuntabas llamadas sospechosas y datos curiosos. Es un mundo cuando me sumerjo en tus pensamientos.

...es genial... 

11.3.13

Luchas internas

El jueves conocí a una pequeña gordita que no puede volver a su estado natural. De buenas a primeras se alejó de su familia y empezó a crecer cada vez más. Se volvió distinta, un poco más amarga y sin ilusiones. Lo único que quería era ocupar más y más espacio en su casa y dejar a los demás apretujados e incómodos. "Aquí no hay más lugar que para mí", decía ella. 


Impedía el paso para salir y para entrar, "por favor hermana queremos salir a pasear y ver si encontramos algún flaquito que quiera conocernos. Tú ya sabes cómo es", le decían. Egoísta como ella sola, crecía más y más. 

Lo que está gordita no sabe, es que por fuera, un ejercito se prepara para ordenarlo todo. Una sola oportunidad de volver a como era antes y vivir en armonía le han concedido. "Tienes 10 días para volver a tu estado natural, solo 10. De lo contrario, usaremos la fuerza para separarte de toda tu familia". La pequeña asustadiza se quedó pasmada por el anuncio. Dejó de hacerse grande pero se quedó tal cual. No se hacía más grande, pero tampoco más chiquita.

La cuenta empieza desde el miércoles 13, fue avisada y advertida. 
No tiene más remedio que ceder.
Y volver a su estado natural antes de fin de mes.
Fue un ultimatum.

Existen luchas internas.
En donde también hay vida.
Pero nada de comunicación.
Por  eso, las partes a veces entran en conflicto.
Esa bolita, debe comprender por las buenas.
O aprender por las malas.


8.3.13

Celebremos en serio (no solo el 8 de marzo)

Pensé escribir sobre un tema muy gracioso pero al leer mi celular con mensajes dedicados a la mujer me hicieron pensar en todas las que me rodean. En ellas, en las mujeres más especiales de mi vida y una vez más (como todos los años) pensé también en las otras "ellas". Las que callan, las que aguantan, las que sufren... las que no reciben ni uno de estos mensajes de "felicitaciones". Y es que no hay mujeres más mujeres que otras lo dije, y lo repito.


Puedo parecer un grinch feminista, pero es que nunca fue de mi agrado recibir un abrazo el 8 de marzo o un "feliz día señorita" de un desconocido por la calle. Es un día cualquiera en el que muchos incluso, recuerdan que "la mujer es el sexo débil". Eso ya pasó la moda y la lucha por igualdad de género se sigue "luchando". Nadie ha ganado la batalla.

El día que dejemos de luchar en contra del maltrato, en contra de la desigualdad, de los abusos de todo tipo, ahí sí saluden porque hemos ganado. Hoy no. 

Las mujeres merecemos respeto TODOS los días del año, no solo un 8 de marzo. Una mujer es mujer siempre. Y tengo la dicha de tener mujeres ejemplares en mi vida:
- Mi mamá: luchadora y vencedora. Que a pesar de todo sigue adelante.
- Mi abuela: sinónimo de fortaleza y de vitalidad a pesar de haberse acabado ya "las ganas".
- Mis hermanas: mamás y amigas espectaculares. Que a pesar de las peleas y jalones de pelo siempre siguen firmes.
- Mis tías: capaces de convertirse en mamás de mil a la vez. 
- Mis primas: hermanas de mi vida que con los ojos bien abiertos le van con todo, a todo.
- Mis amigas del alma: que contra viento y marea a pesar de tropezones y caídas se vuelven a levantar.

Todas ellas merecen, simplemente merecen, porque aún no se inventa palabra que signifique el mundo entero. 

Celebremos la vida, pero no solo un día.
Que sean los 365 días del año.

6.3.13

¿Explicaciones?

Entiendo que mis post's a veces puedan resultar un poco deprimentes, tal vez son ya muy repetitivos, o se ven como meros escritos raspando el pasado para que sangre en el presente. Pero la verdad, es que este es un espacio que fue creado por ti y para ti...

Recuerdo que unos meses después de ese terrible día que dejamos de escuchar tu voz, viví una especie de "pausa" mental que sacudió mi mundo por completo. Fue como cambiarle el rumbo a una historia que jamás imaginé posible. Tú eras inmortal, eras la persona más valiente y fuerte que conocí en mi vida, ninguna enfermedad te podía tumbar, y menos aún un accidente repentino. Eras mi papá. Y yo era tu fan incondicional sin necesidad de escribirlo en un inmenso cartel. Tú ya lo sabías.

De buenas a primeras te arrancaron de mi vida sin preguntar. Como si un ventarrón en pleno verano apagara la llama de una vela en la mesa de noche. Como cuando una ficha entra en jaque, o como "game over" aparece al centro de la pantalla negra. Así, sin más. 



Sé que nunca he hablado de este día, tampoco la forma en que te fuiste de este mundo que es tan grande que parece no ser de nadie, pero si no lo he hecho hasta hoy es porque me es realmente difícil recordar. Por eso guardé en el quinto cajón de mi closet ese momento, puse la llave en un lugar que quiero olvidar para no tener que abrirlo que jamás, pero a veces es necesario. Es necesario tocar ese nervio para entender que todo pasa por algo. 

Muchas cosas nos faltaban por vivir, aún tenías tanto que contarme, tanto que enseñarme que nunca entenderé la razón de tu partida. Creo que si hubieses estado enfermo sería igual. Me lo preguntaría una y otra vez pero siempre me dijiste "¿yo enfermo? antes muerto hijita". La sola idea de pensar en que serías la "preocupación" de todos, ya te enfermaba de por sí. Siempre la tuviste clara sin decir nada. 

Sé que no es necesario, nadie me preguntó cómo pasaron las cosas, pero la verdad es que muchas personas pueden llegar a aburrirse de leer tantos "recuerdos" y pueden pensar también que me aferro al pasado cuando en realidad es el mismo pasado el que me hace seguir viviendo en mi presente y pensar en el futuro que siempre llega al día siguiente. Sin esos recuerdos no sería lo que soy ahora, y tampoco tendría razones para creer en que lo verdadero "sí existe". 

No es por desahogo, menos por desaliento, tampoco pretendo hacer de este un post de explicaciones porque cada quien es libre de hacer de sus espacios virtuales como se le venga en gana. Si quieren hablar todos los días de un solo tema, si esto los hace felices, pues adelante!

La verdad es que escribo porque me gusta, y si no te hubieras ido tal vez el tema hubiese sido otro, pero esto me inspira, me empuja a seguir adelante y me regala una manera de mantenerte vivo. Porque te pienso, te siento, te veo y hasta creo que puedo hablarte.  Esa es mi razón para recordar. Mi razón para escribir y no dejar de plasmar recuerdos del pasado. Porque ese pasado no me duele, me ayuda a crecer.

Y la otra verdad es que si existiera una escalera que me llevara al cielo podría ser todo más sencillo, pero no existe. No hay forma de que algún día lleguemos al cielo con nuestras propias manos. No se escala, no se venden pasajes ni se compran reservas. Cuando llega el momento, simplemente llega. A menos que, como tú, estés destinado a llegar a él. Como en un cuento, tomaste un vuelo directo al cielo y llegaste tan alto que el camino de regreso se borró....


...pero si algo no se borrará nunca, es el banco de recuerdos que he ido construyendo de a poquitos... gracias a ti.

4.3.13

Lo pensé, y lo dije

... y si en realidad cuando vivimos y sentimos, estamos soñando 
y cuando soñamos es cuando vivimos...


Todo sería diferente e irreal.
Las calles serían de chocolate,
las nubes de algodón,
y quien sabe,
la gente vería sólo con el corazón.

1.3.13

Tercer capítulo del año

Después de varios fines de semana ya me toca playita. Lalo me dice que es un problema conmigo porque ningún fin de semana tenemos tiempo para simplemente "no hacer nada". O son cumpleaños, reuniones o celebraciones importantes. Y es que no tengo la culpa de ser tan popular (sarcasmos a un lado por favor). Pero tú sabes que desde chiquita me encantaba hacer amigos, no por nada las mismas profesoras te decían que era un tema conmigo "es que Señor, la cambiamos de lugares muchas veces en el bimestre y sigue hablando. Pensamos ponerla en el closet pero hasta con las paredes hablaría". Siempre lo contabas con gracia.

Se vale todo para empezar bien el tercer mes del año y despedir febrero que pareciera que vino para cambiarlo todo. Fue un mes que si llevaría un título, como si fuera un libro de 12 capítulos  se podría llamar "abriendo los ojos una vez más". Creo que nunca está de más abrir los ojos ante toda situación: cuando está oscuro, cuando no se ve muy claro, cuando creemos que es algo pero no es, cuando creemos saber "la verdad", cuando creemos "conocer", cuando queremos ir por el camino de la tranquilidad y salud mental.


Pensar en donde estaré en solo un día me trae muchos recuerdos que me hacen sonreír...

- Vamos a hacer un hueco grande grande para que veas cómo la arena se convierte en agua. Y quien sabe y encontremos un tesoro, o lleguemos a la orilla del mar desde aquí.
- De verdad se puede???? Pero no tenemos palas para hacerlo.
- No te preocupes por eso. Mira cómo lo voy a hacer rapidito.

Eras un experto haciendo huecos en la arena. Metías una mano y después la otra sacando cantidades de arena.

- Con esto que voy sacando tú anda haciendo una barrera para impedir que pase el agua. Es como si estuviéramos en una guerra y nos atacan.
- Ya! Yo haré la barrera más fuerte del mundo.

Nos podíamos quedar horas de horas construyendo huecos, castillos, túneles y momias de arena. Aunque tus horarios preferidos para ir a la playa eran las 8:00 am o las 5:00 pm para que no queme la arena y no sentirte "pegajoso" con el calor. Lo hacías siempre por nosotros.


Esta es la mejor herramienta para escapar de este mundo que cada vez parece estar más podrido. Viajar en mi mente a un lugar muy muy lejano en donde sólo existen pensamientos de amor sincero y de personas confiables. Donde sabemos que nadie nos puede clavar puñales ni gozar con nuestras lágrimas.

No hay lugar más seguro que la mente misma llena de recuerdos.

...a pesar de haber sido un mes para "abrir los ojos" una vez más...

Tan cierto...

El heroe de mi vida