Brain Freeze

Sigo pensando en que llegar a un estado de "mindfulness" es muy difícil. Pues caminar pensando solo en los pasos que doy, respirar escuchando el aire entrar y salir de mis pulmones, hablar y solo pensar en las las palabras que salen de mi boca y en nada más que eso, es un imposible para mí.

"Prestar atención de manera intencional, al momento presente, sin juzgar"

Anoche, mientras corría por el parque de siempre dando el mismo número de vueltas tratando de no perder el paso traté de hacerlo. Mi mente le decía a mis piernas que sigan corriendo, contaba los pasos y le daba importancia a la respiración que ingresaba y salía. Pero de pronto, mi mente dibujó escenas como una película lejana con las luces ya apagadas. 

Imaginé cosas locas, por no decir estresantes, y lo peor es que yo misma me decía que me acordara de lo que estaba pensando para no olvidarme después. Por ejemplo cosas que se quedaron pendientes por enviar, o llamadas por hacer, como un saludo de cumpleaños siendo ya las nueve de la noche. Y la respiración y conteo de pasos quedó relegada. 

Lo mismo me pasa mientras me baño, en vez de concentrarme en el momento exacto imagino y viajo. Obviamente me pierdo y me canso. Por eso cuando salgo y quiero elegir mis zapatos (pensando en las botas cortas negras de gamuza), me siento en la cama a ponerme las medias para luego coger las botas equivocadas y darme cuenta recién cuando el pantalón no entra en la nota (botas largas y de cuero). 

Para colmo al escribir pienso en lo que quiero decir, algo tonto tal vez como decir "oye y cuéntame cuando te vas a Punta Cana?", a lo que me responden "Varadero, me voy a Varadero, no Punta Cana", y como grandísima pelotas respondo "Uy sí, cierto, perdón, cuándo te vas a Punta Cana". No es que no haya entendido, es que mis dedos no responden a mi mente. Eso es grave. 

Me doy cuenta lo distraída y poco concentrada que ando cuando voy en el taxi camino a una reunión con uno de los chicos y comienzo escuchándolo y de pronto pierdo el hilo escuchando luego "Mari? Mari? Escuchaste?" es vergonzoso pedir que me cuenta de nuevo, pero así me pasa. Todo por pensar en muchas cosas a la vez. Felizmente mañana es "viernes".

Tengo el cerebro cansado, es lo único que se me ocurre.

La propuesta

Ella prendió una velita al centro de la mesa rodeada de rosas. Dos platos y dos copas de champagne acompañaban la noche que esperaba ansiosa tras la puerta. Todo estaba listo para ese gran día pero antes de ir a la fiesta del año quería sorprenderlo.

Sin pensarlo, prendió el toca discos y dejó correr la música mientras ella bailaba alrededor de la mesa. 

Dale play

Tocaron el timbre y ella corrió apresurada no sin antes darse una miradita en el espejo y acomodarse el pelo detrás de las orejas. Prendió las velas con cuidado para no quemarse y apagó las luces. Esa tonalidad que solo da la luz de vela es la mejor.

Lo vio entrar con un ramo de rosas en la mano y no pudo contener la emoción. Se lanzó a él dejando caer la cajita que tenía en las manos. Ambos se agacharon a recogerla a la vez, pero él detuvo su mano en el trayecto "deja, lo hago yo". Sellando la frase con un beso en la frente, "entra a la casa porque hace un poco de frío". 

Ella lo dejó un segundo mientras recogía la caja. Esperó a que entrara y antes de volverla a guardar en el bolsillo le dio un vistazo al interior, todo estaba bajo control. Nada fuera de su lugar. Esa sería una noche perfecta.

Dejó el ramo de rosas en el mueble y tomó su mano, "qué estamos celebrando hoy?" preguntó invitándola a bailar. Lentamente y con una sonrisa empezaron a moverse juntos de derecha a izquierda al ritmo de Elvis y Fools Rush In. Se acomodó nuevamente el pelo detrás de la oreja y le dijo "no lo sé, simplemente celebramos". 

Era increíble pero esa mañana ella se despertó con ganas de verlo sonreír y hacerlo sentir especial. Y vaya que lo era, pues nunca antes había conocido un hombre que reúna todas las características para ser "un hombre perfecto". Y lo mejor de todo, era que era suyo y de nadie más. "Pero algo debemos estar celebrando", dijo él. Un año más juntos tal vez, o un nuevo hijo en camino, ninguno de los dos sabía lo que el otro pensaba. Se conocían hacía muchos años pero eso de leer las mentes del otro jamás fue tanto lo suyo. 

Ella sonreía mirando a un lado como si buscara una respuesta. Revisando calendarios mentales y esperando alguna señal a sus cuatro costados. Pero nada, no hallaba la respuesta. Él le dio una vuelta súbita y quedó ante ella arrodillado sobre el suelo. Ella sorprendida se llevó la mano a la boca, abrió los ojos grandes como dos faroles que al lado de la luz de vela le daban más iluminación al momento. Él sacó de su bolsillo una cajita pequeña. Más pequeña que las de un anillo de bodas. 

Si ya llevaban casados algunos años, ¿qué podía ser eso que llevaba dentro de la caja?, una renovación de votos pensó ella. No aguantó y soltó una risita nerviosa preguntando "¿qué haces?", pero lo que no entendía aún seguía flotando en el aire. "Qué estamos celebrando hoy?".

Abrió la caja lentamente y dejó ver lo que había dentro. "Celebramos la vida. Y también celebramos que juntos crecemos como familia y que juntos estaremos por siempre". Esa noche él recibiría la noticia de su ascenso. Y ella tendría el honor que colocar sus nuevos galones en sus hombros.

Esa noche, sería el inicio de una carrera a la cima al que él llegaría antes que ella. 

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Esta historia ocurrió en mi cabeza en solo un segundo. 

Solo bastó ver una foto para transportarme en tiempo e incluso en espacio.

Una inspiración para toda la vida....

Con humor de viernes

Es increíble cómo una canción te puede hacer que las cosas se vean más claras.

Incluso, puede que hasta el sol se anime a salir...

A pesar de haber sido una semana más a mis semanas caóticamente estresantes, hoy quise cambiarle el filtro al día. Puedo tener miles de cosas y preocupaciones pero nada es de vida o muerte y eso es lo importante. Y bueno, a pesar de los estornudos repentinos a unas horas del fin de semana mi actitud hoy será otra.

Que importan los cabes y tropezones. 

Hoy no me importa nada!

Solo ser positiva, y feliz...

  

Sin entender algunas cosas

Necesito gritarlo y ponerlo por guiones una vez más. Creo que es la única manera de hacerme entrar en razón y darme cuenta que estos detalles no pueden ganarme en el día. No puede hacer que me duerma pensando en todo lo que me falta por hacer y me levante con la misma sensación. Estoy cansada...

Me siento al borde colapso y todo por tonterías. Sí, son tonterías porque mis "grandes problemas" no son tan grandes si alguien ajeno a mí los ve desde afuera. Habrá que ponerme en ese lugar para ver si resulta.

Es que ya no puedo con los "calores" repentinos que me ponen la cara chaposa y caliente cuando estoy haciendo "algo". Y lo digo entre comillas porque ahora no solo hago un algo, sino varios "algos" a la vez. Y en conjunto es una locura tener el cerebro fraccionado en mil. Y además de eso, no poder cumplir con pendientes personales que son importantes "en mi mundo", lo repito.

- No puedo terminar mi libro del mes.

- Intentar cerrar un capítulo y quedarme dormida en el intento.

- No avanzo con la recopilación de mis post's.

- Mi proyecto personal quedó en stand by.

- Ese proyecto personal es que iba a marcar un nuevo comienzo.

- Hasta ahora ese nuevo comienzo se ha visto postergado.

- No logro hacer la media hora diaria de baile que me propuse hace mucho.

- Mis citas con Teresa, no se pueden cancelar más. Pues uno debe cumplir con la gente.

- Las otras mil citas que hacen mi agenda cada vez más gorda llena de papelitos.

- Los blogs sin leer.

- Las ideas sin escribir.

- Las llamadas que contestar y las que hay que hacer.

- Los mensajes que responder.

- Las preocupaciones por el estado de los demás.

- Las amigas y sobrinas que no puedo visitar.

- Los mails que olvido enviar.

- Las uñas que tengo que pintarme antes del matri del sábado.

- Los zapatos y accesorios que comprar. 

... y a todo eso sumarle los pendientes del día a día en el trabajo... 

Las idas y venidas en taxi a reuniones una tras otra, las interacciones teléfono, computadora y teléfono tres veces más. Sí, tengo cuatro teléfonos, nada bien para la ecología pero dos son de la oficina y dos personales, qué le puedo hacer? No puedo eliminar ninguno, pues todo tienen una razón de ser (al menos los personales). Sí, soy un asco. ¿Algún modelito?

Quiero pensar que todos estos estreses se irán disipando y que mi vida volverá a ser plena y tranquila. Y si esos son puntos importantes en mi vida, pues hacerme la guerra para cumplirlos o morir en el intento. Pues no llegaré a fin de mes sin haber terminado ese libro que me está haciendo sufrir!

Arrugas

Espero que esta semana venga cargada de buenas noticias. Que a pesar que no salga el sol, como hoy, los resultados sean buenos y sin esperarlos sin miedo. Que no importe si demora una semana o dos, hasta tres si es necesario, pero que al final exista ese "final feliz" que esperamos. Pues los días pasan y las horas no esperan, simplemente se van sin mirar atrás y le dan paso a lo que viene. Sin pedir permiso ni tocar la puerta. Solo pasan, se van y vienen las nuevas. Pero no vuelven las que se fueron. Por eso es importante esperar con calma, con seguridad y con el corazón en la mano. Para poder apretarlo tantito, para saber que está ahí, que también siente y también lo espera. Somos varios los que andamos en la misma página sin saberlo. Pues no imagino qué sería de la vida si todos sabemos lo que piensa el de tu costado. Ese que viaja solo en el micro, el que maneja con las lunas arriba y el volumen a mil, ese que carga varias maletas, el que camina ligero ¿y por qué camina ligero? pues solo él lo sabe. El y su propio camino. Ellos y las marcas que lleva en el rostro, por una mala pasada tal vez. Pues dicen que las arrugas son pintadas por el pincel del tiempo detenido. 

"Cuando algo malo pasa se va. Pero no sin antes sacar el pincel del tiempo para marcar lo que pueda a su paso y así recordarlo luego al mirarnos al espejo".    

Y para seguir caminando, esperando sin esperar, hay cosas que como sea se deben dejar ir. Como esas casualidades que se encuentran sin avisar, tal vez son caprichos del destino que aburre a jugar limpio. Felizmente están los días buenos, para difuminar los malos y hacerlos quedar como gases en el viento. Para borrar las arrugas que deje el tiempo.

 M.E.

El cuarto cuartel

Llegamos tarde al hotel. La calurosa ciudad Iqueña había dado pase al viento helado de la noche y la garúa coqueteaba insistentemente con nosotros jalando ambas maletas sin hacer mucho ruido.

- El único cuarto que me queda es uno múltiple señores.

- Cómo es eso de múltiple???

- Múltiple señorita, muchas camas y muchas personas.

- Pero qué tipo de hotel es este? Eso parece una cuadra de cuartel militar.

- Justamente ese es el nombre "cuarto cuartel".

- Repito, qué clase de hotel es este???? 

Se miraron con los ojos bien abiertos, sin decir una palabra hasta que el recepcionista respondió.

- El único hotel que queda libre señores. No querrán pasar la noche en las afueras con esta lluvia no?

Agarramos las cosas y las arrastramos al cuarto cuartel. Quisimos sacar las pijamas y dormir juntos en la única cama de plaza y media que quedaba libre. Unos 6 o 7 personajes difusos descansaban en 6 o 7 camas. A nuestro lado derecho, un señor de mediana edad dormía boca arriba con ambas manos entrelazadas en el pecho. Como si estuviera en un ataúd. 

Resignados colocamos la maleta en la cama para sacar algunas cosas importantes para pasar la noche. Ya qué nos quedaba. Arrodillados en el suelo sin hacer mucho ruido, susurrando bajito y casi con las cabezas escondidas detrás de la cama nos dimos un beso sin que nadie nos vea. Cuando regresamos la mirada a la maleta la vimos parada en el umbral de la puerta de entrada. Una niña de más o menos 5 años con un largo vestido celeste de bobos y pechera miraba fijamente al señor de la derecha. Sonrió con malicia y se deslizó para trepar a horcajadas hasta la cara del sujeto. Lo miró de una extraña manera y nosotros casi sin poder respirar para no emitir ningún sonido empezamos a temblar. 

Él me tapó la boca y me abrazó fuerte. Las lágrimas empezaron a correr por mi rostro mientras pensaba ¿quién era esa niña y dónde había salido? ¿qué quería con ese señor que tranquilo dormía? No pasaron ni veinte segundos cuando lo descubrimos. La niña atacó al sujeto mordiéndolo al lado izquierdo del cuello para empezar a succionar todo lo que podía. 

Temblando recordé que había guardado la pistola que heredé de mi papá en lo más profundo de la maleta. Estiré la mano y busqué con cuidado, haciendo el mínimo ruido posible, buscando a tientas entre ropas y calzones cuando la encontré. La saqué con cuidado y apunté con cautela. La tenía en la mira. No podía fallar ese tiro de gracia, era mía y estábamos salvados. 

- Click!

Tiré el gatillo y pude ver el fin. Ni una sola bala salió del orificio y ese mínimo sonido bastó para que notara nuestra presencia. Volteó casi instantáneamente y nos miró fijamente para abrir la boca y proferir un horrendo sonido mientras volaba hacia nosotros. Cerré fuerte los ojos y le agarré la mano clavándole las uñas.

Abrí los ojos al segundo después de emitir algo parecido a un "grito" y estaba en mi cuarto a su lado. Durmiendo juntos como cada noche. 

Nunca más vuelvo a comer sanguchitos de pollo en la noche...

Lo tengo decidido...

Pastillas para ser feliz

Me desperté pensando en un frasquito de pastillas. Unas milagrosas que las veces que he podido tomar el mundo parece aclarase un poquito más.

Creo que me compraré una docena de frascos vacíos, haré etiquetas bonitas y los regalaré a la gente que más las necesite. Quisiera regalar más de una docena, pero comencemos con unas cuantas. Al menos podremos aliviar en alguna medida a unos cuantos.

Se pueden hacer en varias versiones: para tener en la mesita de noche, para llevar en la cartera o tener de repuesto en la guantera del carro.

Pueden tomarse cuando tenemos uno o más de los siguientes sentimientos y/o síntomas:

- Mal humor

- Pesimismo

- Un mal sueño

- Tristeza

- Falta de creatividad

- Desesperanza

- Frustración

- Envidia (de la sana)

- Melancolía

- Desesperación

- y tal temible y conocido estrés 

Aunque este último pida consumir TODO el frasco en una sola dosis. Es efectivo, aunque sea por un momento. si vuelve luego, ya que importa, por unas horas al menos logramos desalojar al "mal-bicho".

Son buenas porque no causan ningún efecto secundario, salvo unos rollitos de más. Pero por el lado médico, no tienen daños colaterales ni dependencia al uso.

Lo mejor de todo es que son las únicas pastillas que pueden ser hechas en casa.

Con una mano en el pecho

Podrán ser grises algunos días, pero la verdad es que cuando el corazón ama, todo parece tener más luz que de costumbre y sin abrir las cortinas.

Generalmente no me gusta mucho hablar de temas "amorosos" aquí, porque siento que mejor es guardarlos en el alma y sonreír al recordarlos. Pero en estos días ando un poco más sensible de lo habitual. Creo que traigo algo así como una penita, un saborcito un poco amargo que quiere convertirse en ácido pero ahora no sé qué es peor. Sin embargo, es en estos momentos en donde uno se enamora más. La verdad es que elige la mejor salida, si amar u odiar. Y en mi caso la última de las opciones no existe.

A veces pienso cómo hubieran sido las cosas si es que se hubieran conocidos ellos dos. Los dos hombres de mi vida. Y llego la la conclusión, una vez más, que esta vida es un tablero de ajedrez. Que si en este "juego" nos cruzamos con otras piezas es porque alguien más las mueve desde arriba. Un juego en el que los "jaque mate" pueden durar cien años, o tan solo sesenta, nadie lo sabe. 

Pero no existen los "si hubieran", me lo digo y lo repito pero parece borrarse ese tantra con el agua que corre, porque me olvido. Y caigo nuevamente el vicio de imaginar. En ese mundo mágico que solo existe en cada uno de nosotros. 

"Es que a veces sólo me gustaría saber qué piensa él. Si pudiera bajar una hora al menos podría conocerlo más. Preguntarle qué piensa y qué haría él. ¿Sería bonito no?"

No solo sería bonito, sería la mejor inversión de tiempo que pudo existir.  

Lecciones de gasfitería

Teníamos que dormir temprano, pues al día siguiente planeábamos salir apenas cantaran los gallos. Apagamos la tele y nos acurrucamos debajo de las plumas de nuestro cobertor que sumado a mi cafarena cuello tortuga mas mi chompon de polar (mata pasiones total) me mantiene al menos un "poco menos" congelada. Este sí que es uno de los inviernos más soñados para los amantes del frío como yo.

Recuerdo que soñé super extraño. Estaba, nada más y nada menos, que en una locación muy bonita: un baño público. Sentados en el piso conversando mi mamá, mi papá y Lalo. No puedo decir de qué hablábamos porque simplemente eran cosas sin sentido que ni me acuerdo, pero fuimos interrumpidos por un sonido extraño. ¿Qué suena?, pregunté sin mover los labios a lo que mi mamá respondió "qué feo! Son lechuzas!!! No escuchen, no escuchen porque trae mala suerte". Luego de escuchar esa frase sucedió... abrí los ojos de par en par y me choqué con una "cruda realidad". Había despertado en el mejor-peor momento.

Sentí que el agua caía al suelo como si no existiera un techo encima de nuestras cabezas, era una ducha española abierta al máximo. Sobre exaltada grité, "Lalo! El agua!!!" Corrí agarrándome la frente como si hubiera olvidado dónde había dejado mis zapatos. Me acerqué a la cocina sin mirar hasta que escuché las pisadas de Lalo "splash, splash". Todo estaba inundado y yo seguía pensando que estaba en un baño escuchando lechuzas. 

Saqué la mano por la ventana a ver si había un diluvio universal, pero no. No caía ni una sola chispa, porque aquí no llueve, sino chispea. Entonces, "de dónde es que sale tanta agua!". Se escuchaba como un río corriendo encima de la casa. "Esto es una pesadilla y aún no me despierto" no dejaba de pensar. Pero todo se veía tan real: buscando baldes para que caiga el agua que se filtraba por el techo, las goteras a no solo eran en la cocina sino también en el baño de visita, en mi baño, en lo closet, QUE ESTABA PASANDO!

Era muchísima agua como para haberse acumulado con la lluvia de los días pasados, ni que estuviéramos en esos lugares donde llueve hasta 30 días al mes (no exagero, googleen y me creerán). De algún lado tenía que salir toda esa cantidad de agua. 

Mientras recogía con escoba y recogedor el agua que se había empozado en la sala, Lalo trataba de dar con el problema. "Es algo en el techo, ahí está la terma". Yo insistía con que el agua se había acumulado de hace "años" según yo y solo tenemos menos de dos viviendo ahí. "Imposible que sea la Terma, es nueva. Menos de dos años" dale y dale con mi punto de vista hasta que vi muchas goteras más. Era para mí el fin de mis vacaciones que hasta ese momento no habían empezado. Mi maleta hecha, y todo listo para salir me empezó a frustrar. El día iba aclarando, pues nos despertamos con el diluvio a las cuatro de la mañana y ya eran casi las seis y no paraba el goteo. 

Llamamos a nuestra gasfitera, electricista y doctora multifacética: mi mamá, quien apoyó la teoría de Lalo. "Cerremos la llave general del agua", dijo. Minutos después, la gotera cesó. YA no caía más agua y era un milagro. Todos veían lo que tenían que hacer, llamar a un gasfitero real a que dé con el problema principal mientras yo seguía tratando de secar lo inundado. Dejé la escoba y empecé a poner toallas en el piso a que chupe el agua, casi me matan todos después pero era más rápido y fácil. Total, mis vacaciones de dos miserables días tenían que empezar "ese día". 

La terma colapsó y el agua empezó a escaparse por un huequito. Mala calidad y poca vida. Una vez más, una prueba de que lo barato sale caro, aunque no era mala marca. Seguimos aprendiendo, esta vez, sobre gasfitería. 

Kilómetros arrojando piedras

Siempre regresamos al mar... 

Como en un que nadie contó, los dos siempre regresamos al mar. 

Y es que parece ser el único capaz de entenderlo todo, de darle el sentido más profundo a las cosas. El que parece que con cada ola que viene deja un recuerdo llevándose a la vez todo lo malo. Porque en eso consiste la vida, en ir y venir, en llevar y traer, en caerse y levantarse. Consiste en escribir, y borrar. Tal cual lo hace el mar con sus olas.

Ese día llegamos tarde a nuestro destino, a ese mágico destino que aún así fuera roca y hielo seguiría siendo perfecto para los dos. Dejamos las cosas tratando de recobrar aliento tras ese largo viaje acompañados por ese mar a la derecha que nos ayudaba a seguir adelante en silencio. Tratando de olvidar y dejar atrás los problemas, arrojando por la ventana y en cada kilómetro cada una de las piedras que teníamos en el bolsillo. 

- Esta por lo que nos estresa cada día.

- Esta por esa llamada que no queremos contestar.

- Esta por la pena.

- Pena de qué?

- No sé, siempre siento pena de todo.

- Bueno, esta por las goteras en el techo.

- Esta por la terma que explotó y lo inundó todo. (Historia a parte que contaré sin falta)

- Esta por las cuentas por pagar.

- Sí, y esta por esa persona que mira mal.

- Eso no es un problema tan grande enana. Mejor por los que sin querer envidian.

- Uf pero esas serían varias piedras y varios kilómetros.

- Tenemos más de 200 kilómetros para contar.

Cuando tocamos la arena con la punta de los dedos sentimos que habíamos llegado. Cerré los ojos y escuché, 

Una vez más al mismo destino que parece querer unirnos para siempre. No será Itaca, pero es un paraíso más cercano. Algo para mostrarme que Itaca, es posible de conocer.

Tres días mágicos llegaron como las olas y se fueron igual de rápido. Lo bueno de todo, es que lo bonito siempre queda. Y que por más que volvamos al ajetreo y al conteo de minutos diario, ese inmenso mar con el que nos encontramos siempre que decidimos alejarnos un poco de la realidad, nos espera por siempre. 

Feliz cumpleaños esposito mío!

Aquí el por qué

...y no es que me sienta perdida emocionalmente...

Me siento perdida aquí... en este espacio tan mío.

Este espacio que tuve por tantos años tan cerca de mi corazón.

Este espacio que nació por y para una sola persona. 

Este espacio que se creó para revivir los miles de recuerdos que viví a su lado.

Este espacio para inventar esos mismos recuerdos que no existieron.

El que acepta errores sin replicar.

El que ayuda y transporta en cada uno de sus post's.

Este espacio que ahora carece de sentido.

Este espacio que debe dar un giro, pero aún no encuentra la ruta de salida.

...y es que no me siento perdida porque sé quién soy y hacia dónde voy...

Es que siento que algunas cosas no se superan ni con el tiempo.

Y si por tantos años esto tuvo un sentido, por qué tendría que dejar de tenerlo.

Es lo sano, lo que debo hacer, lo que sé que es correcto.

Pero me cuesta.

Y me siento perdida por ello.

Porque todo lo que quiero hacer para finalizar ESTE capítulo se trunca.

Se estanca y pasa a otro plano.

...me siento perdida porque no sé cuál es el objetivo de seguir aquí (en este espacio) si el motivo principal por el que fue creado ya no es el motor de este blog...

Por eso me siento perdida...

Verdades

La verdad es solo una a pesar que no quiera verla...

Cierto día, alguien me dijo que cuando me sienta perdida mire por la ventana y me enfoque en una o dos personas. Las examine con la mirada y vea a detalle su rostro, sus gestos, su forma de caminar. Luego, que me pregunte pacientemente ¿a dónde van? ¿en quién pensarán? ¿qué tendrán que hacer en el día? ¿con quién se encontrarán? y por último, ¿qué esperan hacer para terminar tranquilos su día?.

Imposible conocer las respuestas, pero qué bien se siente conocer las de tu propia vida ¿no?, no nos sentimos tan perdidos después de todo. Pero si aún así el sentimiento sigue, se pueden intentar otras cosas. 

Me dijo que buscara a una persona cercana, que tenga confianza y conozca a profundidad mi esencia para hacer una sola pregunta. Básica y directa. Que con una sola respuesta me ayude a voltear el timón hacia la dirección correcta. Y que en esa sola respuesta pueda resumirse a detalle mi preocupación más profunda: si pudiéramos intercambiar vidas por sólo dos días ¿qué cambiarías en mi vida?

Cada persona tiene problemas, preocupaciones y temas que solucionar, nadie lo niega, pero es cierto que para cada uno sus problemas son los más grandes del mundo. Aunque en el fondo, cuando alguien ajeno, que está del otro lado de la ventana lo mira de cerca, parece sencillo y fácil de digerir.  

No tengo idea si lo soñé, o si algunas vez alguien me lo comentó cuando ya estaba a punto de quedarme dormida, pero lo tengo grabado como huella en la arena. Como un susurro en la oreja que no se amplifica ni con el tiempo. Un chispazo en la memoria.  

Pero la verdad es solo una, y en este momento no veo a nadie afuera de la ventana que me pueda ayudar. Tampoco cercanos que puedan responderme a ciencia cierta esa profunda y gran pregunta. 

La verdad es solo una...

...me siento perdida.