Vengo pensando hace días sobre qué escribir aquí y nada se me ocurre. Será que me volví aburrida? Será que me volví unas de esas mamás que siempre critiqué por tener solo un tema de conversación y darle vueltas a lo mismo sin parar? Será que mis días son tan monótonos que ya ni me provoca hablar de ellos?
Sí, mi vida cambió por completo hace unos siete meses. Lo mío dejó de ser mío para pasar a ser de ellos, incluso mis cosas ahora ya no son mías. Hablo desde mi cuarto hasta mi tiempo. Pero esos son los sacrificios de ser mamá. Es un trabajo hermoso, en el que sí provoca estar todo el día. Pero también tenemos otro tipo de obligaciones justamente por ellos. Para que tengan lo que deben tener y necesitan para vivir felices y tranquilos.
Ya no tengo mucho tiempo como antes, no leo como antes, no escribo como antes pero disfruto cada momento libre que tengo. Aún así sean solo minutos, trato de vivirlos de a poco y le saco el jugo a cada segundo. Confieso que a veces me frustra no hacer todo lo que tengo en mente, pero algo es algo al menos. Un día perfecto para mí es el día que me levanto temprano, le doy la leche completita al menos a uno de mis hijos y la mitad del biberón al otro, salgo a tiempo de mi casa despidiéndome como siempre de los bebes y llego bien al trabajo, me dedico a mil a terminar mis pendientes y hacer un poco más, a la hora de almuerzo aprovecho en escribir y leer lo que sea que tenga en "cola" para arrancar a trabajar en la tarde nuevamente. Salgo en punto para no agarrar tráfico mientras leo y reviso mi correo personal en el taxi y llego a la casa. A jugar, a comer papilla y a bañarlos. Luego al parque los cuatro juntos a dar una vuelta por la noche y a que nos de el airecito fresco hasta que la mecida en el coche los haga caer. Llegar a la cuna para empezar la rutina del último biberón para finalmente tirarme a la cama para mirar mi reloj y ver que aún son las 10:00 pm. A bañarme y prender la laptop para intentar ver mi serie preferida y finalmente dormir hasta que uno de los dos me llame de nuevo para cargarlo en mis brazos (generalmente eso pasa a las 3:00 am).
El tiempo a veces no perdona, no deja mucho para vivir en pareja como se puede ver pero si uno realmente quiere, puede hacer eso y más para ser feliz. Por eso, ese día perfecto que describo líneas arriba no se da casi nunca. No se da porque dedico un poco más que eso a la persona que amo. Pues él tiene un lugar muy importante en cada segundo de mis días. Y a pesar que reniegue y patalee por el cansancio de día tras día acumulado, puedo querer y desear un día mucho más perfecto que ese. Sería tan lindo que él me traiga todos los días al trabajo (como hoy) y que también almuerce conmigo como antes, y hasta incluso me recoja al final del día para ir a comer algo de paso antes de llegar a la casa. Echarnos juntos a ver una película hasta que yo (como siempre) me duerma antes del final con la cabeza en su hombro derecho. Esa etapa ya pasó pero estoy seguro que algo podemos hacer para aunque sea repetir una partecita en nuestro "hoy" de a cuatro. En nuestra multitud de familia que recién empieza.
A veces queremos más sin pensar que ya tenemos suficiente.
A veces queremos más cuando aún no sabemos cómo manejar lo que ahora tenemos.
A veces queremos más y la verdad es que aún no lo merecemos.
Estoy contando los días para que lleguen esos feriados especiales y ver si por fin podemos hacer ese algo "más" que nos falta para recargar la gran sonrisa.
Ya no tengo mucho tiempo como antes, no leo como antes, no escribo como antes pero disfruto cada momento libre que tengo. Aún así sean solo minutos, trato de vivirlos de a poco y le saco el jugo a cada segundo. Confieso que a veces me frustra no hacer todo lo que tengo en mente, pero algo es algo al menos. Un día perfecto para mí es el día que me levanto temprano, le doy la leche completita al menos a uno de mis hijos y la mitad del biberón al otro, salgo a tiempo de mi casa despidiéndome como siempre de los bebes y llego bien al trabajo, me dedico a mil a terminar mis pendientes y hacer un poco más, a la hora de almuerzo aprovecho en escribir y leer lo que sea que tenga en "cola" para arrancar a trabajar en la tarde nuevamente. Salgo en punto para no agarrar tráfico mientras leo y reviso mi correo personal en el taxi y llego a la casa. A jugar, a comer papilla y a bañarlos. Luego al parque los cuatro juntos a dar una vuelta por la noche y a que nos de el airecito fresco hasta que la mecida en el coche los haga caer. Llegar a la cuna para empezar la rutina del último biberón para finalmente tirarme a la cama para mirar mi reloj y ver que aún son las 10:00 pm. A bañarme y prender la laptop para intentar ver mi serie preferida y finalmente dormir hasta que uno de los dos me llame de nuevo para cargarlo en mis brazos (generalmente eso pasa a las 3:00 am).
El tiempo a veces no perdona, no deja mucho para vivir en pareja como se puede ver pero si uno realmente quiere, puede hacer eso y más para ser feliz. Por eso, ese día perfecto que describo líneas arriba no se da casi nunca. No se da porque dedico un poco más que eso a la persona que amo. Pues él tiene un lugar muy importante en cada segundo de mis días. Y a pesar que reniegue y patalee por el cansancio de día tras día acumulado, puedo querer y desear un día mucho más perfecto que ese. Sería tan lindo que él me traiga todos los días al trabajo (como hoy) y que también almuerce conmigo como antes, y hasta incluso me recoja al final del día para ir a comer algo de paso antes de llegar a la casa. Echarnos juntos a ver una película hasta que yo (como siempre) me duerma antes del final con la cabeza en su hombro derecho. Esa etapa ya pasó pero estoy seguro que algo podemos hacer para aunque sea repetir una partecita en nuestro "hoy" de a cuatro. En nuestra multitud de familia que recién empieza.
A veces queremos más sin pensar que ya tenemos suficiente.
A veces queremos más cuando aún no sabemos cómo manejar lo que ahora tenemos.
A veces queremos más y la verdad es que aún no lo merecemos.
Estoy contando los días para que lleguen esos feriados especiales y ver si por fin podemos hacer ese algo "más" que nos falta para recargar la gran sonrisa.
7 comentarios:
A veces queremos más y no vemos que tenemos suficiente. Bien por eso.
Disfruta, sólo eso.
Beso
Te metiste a soldado ahora tienes que aprender.
La mejor forma de aprender a entender a nuestros padres es siendo padres.
Bueno a veces se juntan tantas obligaciones que el tiempo hay que aparcarlo hasta poder disfrutar de él.
Cuidate besotesssssssssss
La vida se está pasando muy rápido.
Q el blog nunca sea una obligación mas, q ya bastante tienes. Acá estaremos esperando igual :) y q bonita frase eso de pedir mas cuando aún no aprendemos a manejar lo que tenemos. Es verdad.
Y faltan poquitos dias para pascua!!! ya el feriado esta cerquita!!!!
Qué lindo volver y leer tantas cosas lindas!
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