Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

10.3.10

Rutina diaria

Abrí los ojos y corrí a ver si estabas en tu cama aun durmiendo.
Eran las 6:00 AM y como siempre, me ganaste la ducha. Escuchaste que abrí la puerta del closet de tu cuarto y gritaste desde el baño: ya salgo mamita! no me demoro.
Aproveché ese tiempito libre y me tiré al lado de mi mami a dormir un poquitito más. Pero no pasaron ni 10 minutos y ya esabas afuera diciéndome: ya hijita! bañate.
Agarré mis dos toallas, medio zombie aun, y te miré frente al espejo. Tenías toda la cara llena de espuma blanca, parecias Papa Noel, estabas a punto de afeitarte. Cuidado te cortes papi... te dije entre dientes.
Me metí a la ducha y empecé a hacer un recuento mental de TODO lo que tenía que hacer en la oficina ese día: llamar a mil periodistas, coordinar entrevistas, coordinar el viaje de prensa del fin de semana, hablar con Yusel, hablar con Analí, hablar con Lourdes, pendientes con Enrique, y mil millones de cosas más que martillaron mi cerebro. Literalmente martillaban mi cabeza porque el agua empezó a caer más fuerte. Habías abierto el caño y por esas razones locas que solo los gasfiteros o "Quispes" entienden, está bien.... soy la única que no sabe de esas cosas.... el agua se puso rara. Grité como de costumbre: cierren los caaaaaaañoooooooos!!!
Hasta que por fin temriné. Salí del baño y ya estabas casi listo, poniendote tus famosas ligas en las medias que creo que solo nosotros entenderemos, y con el maletín listo para calzar en tu mano y decir: bueno, no me guardes comida Esther porque voy a llegar lleno y además... típico, mi mami ya sabía que debía dejarte exactamente el plato de siempre. Al final, siempre te lo comes. Bajaste las escaleras después de darle un beso a mi mami y dejé de escuchar tus pasos. Salí detrás y ya no estabas. Te busqué en la cocina y no estabas. Le pregunté a todos si ya te habías ido y nadie me respondía nada. Salí de la casa, y tu carro estaba cuadrado como siempre, en la puerta de la casa. La diferencia estaba en que tú ya no estabas.
subí corriendo las escaleras y no había nadie. Ni mi mami ni David, mi abuelita tampoco estaba. Sonia no estaba, y Bruno tampoco... Estaba sola y todo era raro. Me asusté y recordé lo que hacía cuando era chiquita y soñaba cosas feas, me tiré en la cama boca abajo: por favor despiértate, despiértate, que haya sido un sueño, por favor despiertate.
Abrí los ojos nuevamente...
Tuve miedo de ir a tu cuarto pero fui...
Solo mi mami estaba en la cama, y tu no estabas en la ducha.
Fue un sueño, esos de los que no quisieras despertarte jamás hasta que se vuelven pesadillas...

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El heroe de mi vida