Hace mucho que tengo la sensación de tener un tema pendiente. Pensamientos sueltos que dan vueltas sin poder llegar a transformarse en una idea. Esa sensación, me desespera. Ahora no es solo un tema pendiente sin saber cual, sino miles de pensamientos puros que no sé como describir. Ni resolver.
Se va el mes de julio y es increíble pensar en todo lo que se va con él. No solo acepté un trabajo nuevo y decidí emprender un camino a ciegas simplemente confiando en mi capacidad, para rechazarlo luego y quedarme en el camino seguro. Sino que también me sentí orgullosa de mí por este y muchos motivos más.
Se va julio con un año más de vida para mi mami y más recuerdos bonitos en familia. Pero se va también dejando un 27 marcado como todos los meses.
Se va julio y después de 10 años me encontré con una amiga de la infancia. Lástima que haya sido en la misa del primer mes de fallecimiento de su papá. Mi tío Raúl.
Se va julio y sigo en la búsqueda de más fuentes. Todo tipo de fuentes.
Se va julio y cada vez me dan más ganas de casarme con Lalo.
Se va julio y se lleva risas, lágrimas y recuerdos.
Se va julio y con él vino el recuerdo de tus manos y de tantas cosas que pasé contigo.
Se va julio y sé que aun vienen muchos más meses que se irán con más temas pendientes.
Se va julio y el tema que tengo metido hasta en el subconsciente sigue sin dejarse ver.
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