Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

21.6.12

Dosis


Como si no hubiera pasado nada...


Miro el cajón de mi mami y creo ver las bolsas de caramelos que estratégicamente escondías ahí. Para tus noches de insomnio. Para tus "bajas de azúcar" que solo se iban con una dosis de frunas, o gomitas azucaradas. Me acerco y trato de buscarla. Meto la mano debajo de la ropa, y de pronto vuelvo a tener 10 años. Busco y busco algún resto de dulce para ver si me unía a tus travesuras. Escucho pasos y no digo nada. Tal vez eres tú, que viene a ayudarme en la misión secreta en la batalla de los caramelos. Nada, no encuentro nada y corro al cuarto de Karina, me acordé que su "principito granoazul" le regaló una caja de chocolates por sabe Dios qué día especial. Corrí para abrir el cajón de su escritorio. Necesitaba un chocolate. Era el trofeo de mi hazaña y tenía que mostrártelo. Sentía los pasos ahora más cerca, ya no en la escalera sino entrando al cuarto. Podías ser tú. Sí, seguro eras tú para acompañarme en mi misión ultra secreta. Cuando, según yo, ya estabas detrás mío empecé a decir "es que quiero robarme un chocolate de Karina pero no los enccc......" Volteé para verte y lo que vi fue a la misma Karina con las manos en la cintura y con cara de Doña Pepa un poco asada. Me puse roja y me fui con las manos vacías. Ya en la noche llegarías y me invitarías tú una de tus famosas gomitas. Directamente de ese tarro transparente que tiene aún un lugar especial en el estante de tu cuarto".

Como si no hubiera pasado nada...
Miro nuevamente ese mismo cajón para ver si aún encuentro las bolsas vacías que tanta veces te vi devolver a la misma bolsa pero sin caramelos dentro. "Es para hacer la finta pues hijita. Sino tu mamá piensa que me comí todas de golpe". 

Todavía sigo sin entender cómo tenías la panza chata y las piernas flacas comiendo lo que comías. 
Debe ser porque todo se te iba al corazón.
Ese sí que era panzón.

24 comentarios:

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. Linda historia. Ya me imagino la cara de tu hermana, cuando volteaste, je je.

Buen recurso de tu papá, sin duda.

Un beso grande.

LUCHO

Anónimo dijo...

Marité! Éste fue un post encantador! Tierno, ameno, nostálgico...muy lindo. Como tú! Me encantó.

Y hasta me dio ganas de comer gomitas.

Un besito!

DRACO dijo...

en verdad que es un recuerdo que me ha gustado bastante; uno de esos que se tiene antes de acostarse a dormir y descansar placidamente. un beso.

camino roque dijo...

los recuerdos son bellos mientras no se apoderen del presente.

ludobit dijo...

creo q todos quisieramos engordar asi solo del corazon :)
un dulce abrazo, marite

Elmo Nofeo dijo...

Todos los viejos tienen sus trucos.

Darío dijo...

Oh! Qué hermosura...por qué yo no tengo un cajón de esos para hurgar, ni siquiera eso me quedó...Un abrazo.

Hasta en el último rincón dijo...

Lucho, es que no sabes lo que fue el momento, ahora me acuerdo y parece dibujo animado! jajaja
Un besote!

Paty, gracias :) yo tb me antoje de gomitas cuando terminé de escribirlo! jajajaja
Besito!

Draco, rico no? Provoca dormirse con ese pensamiento y despertarse con un sabor dulce :)
Beso!

Camino, así es. Por eso los tengo bien controlados. Así no se confunden entre los recuerdos del presente :)
Beso para ti!

Ludobit, jajajaj sería genial si solo nos engordara el corazón, es verdad!

Elmo, y cual es el tuyo con ELmito? Cuenta cueeeenta cueeeenta!

Darío, puedes crear ese cajón. Es muy fácil. Qué lindo tenerte como lector :)

la MaLquEridA dijo...

Eres una ternura Marité, amé este post.

Hasta en el último rincón dijo...

Gracias Malque :)

Eduardo Rodríguez dijo...

jejeje, panzón del corazón, muy buena. tierna historia. A veces necesitamos esa pequeña dosis de dulce, para arreglar un poquito el día.
Tu papá definitivamente tenía un corazón de niño... y eso es muy bueno.

Hasta en el último rincón dijo...

Marcelo, gracias de todito corazón panzón.

xhabyra dijo...

recuerdos,... siempre he dicho que es la mejor muestra de que la inmortalidad es posible de alcanzar!


xhaludos!

Edwin dijo...

Qué historia tan tierna. Yo también robo dulces, pero a mi hermana menor xD Uno se siente como un ninja luego de haberlos encontrado :D

La sonrisa de Hiperion dijo...

La ternura de la vida, bien entendida. Siempre estupenda.

Saludos y un abrazo.

Hasta en el último rincón dijo...

Xhabyra, es cierto. Es la mejor muestra :) por eso este blog está repleto de recuerdos...
Beso!

Edch, gracias! Y sí, realmente es toda una hazaña robar dulces!!! jajaja
Besito!

Hiperión, gracias!!!! Es en verdad genial leer estos comentarios.
Beso!

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Es que el corazón necesita mucha energía para aguantar esta vida loca... :)

Saludos.

[Maxwell] dijo...

Oh!! ya me dio ganas de comer gomitas, más tarde voy a la universidad y en el camino compro una bolsita para el camino (años que no como) :)
Los dulces siempre nos arregla el día

Hasta en el último rincón dijo...

Ximo, mucha mucha energía! Sino, cómo vence el día a día???

Un beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Maxwell, jajaja qué rico no? Cómprate las Haribo de bolsa dorada, de ositos. Son buenazas!

Jo dijo...

Mi madre es fan de los dulces y a veces ya no se esconde¡ se ha vuelto cinica... jaja... buena conclusi;on
hay personas que tienen el coraz;on tan grande que todo absorben... por eso no se les nota en el cuerpo... se le desborda la actitud y la alegria y el amor por las pupilas...

'besos

Hasta en el último rincón dijo...

Jo, un día escápate con tu mamá y que todos las vean comer los dulces que ama tanto. Le sacarás una sonrisa bellísima. Ya verás.

Un beso!

Mina Treintañera dijo...

Qué lindo! Y qué lindo tu papi, a más te leo, más lo veo como un niño grande.

Un besote!

Hasta en el último rincón dijo...

Lenyis, era un niño grande... tienes toda la razón.

Un beso!

El heroe de mi vida