Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

18.3.13

Mirada solitaria

Desde hace días no dejo de pensar en él. Tengo su carita grabada en la cabeza, su forma de caminar, sus ojos tristones, sus manitos arrugadas. Tanto así, que cuando cierro los ojos lo veo en mi mente, y me empiezan a arder los ojos hasta que se hacen aguita. 

Caminó con su bolsito para pedir colaboraciones al momento de las ofrendas en la misa y antes incluso de que llegara a mi banca ya lo había visto. Se paró desde el fondo y caminando a paso lento se acercó al altar. Un pantalón azul casi a la cintura y un polito blanco a rayas de cuellito bien planchado y zapatos negros eran su simple vestimenta. Con sus lentes dobladitos en el bolsillo del pecho, podría apostar que también un peinecito, lo acompañaban en su camino. Llegó hasta mi sitio y al poner la moneda me miró a los ojos y creo que pude sentir algo: soledad.

Se alejó a pasito lento, y tratando de apresurarse sin lograrlo. Pude ver sus caderas un poco ensanchadas ya por el paso de los años, igual podría decir que estoy casi segura que hacía unos años era más alto de lo que es ahora. 

Al salir de la misa, lo volví a ver. Caminaba solito con las manos juntas hacia adelante mirándose los dedos con pesar. Se las metió a los bolsillos del plantalón y las volvió a sacar solo unos segundos después ahora agarrando un pañuelo blanco. Se lo llevó a la frente y se dio pequeños golpecitos para secarse el sudor. Iba solo, escuchó la misa y al terminar siguió con su camino.

No sé por qué tengo su imagen grabada en mi mente hasta el día de hoy y ya pasó una semana y un poco más. Creo que inconscientemente mi cerebro se pregunta cómo hubieses sido tú al llegar a esa edad. Tal vez los mismos pantalones, o parecida forma de vestir. Hasta incluso ese mismo peine en el bolsillo me recordó a ti. Y una vez más se me hizo imposible imaginar tu rostro con unas cuantas arruguitas más y el pelo teñido de gris. 

Si las cosas se dieron de esta manera, sé que es porque así debió ser. Nada sucede por casualidad, todo está escrito. Nadie sabe lo que puede pasar pero está escrito en algún lugar del cosmos o como lo queramos llamar. Pero si de una cosa estoy segura, es que nadie tiene la vida comprada, puede escaparse de buenas a primeras de la forma más tonta o la manera más larga, puede ser. Y si Dios no quiso que te vea viejito, quiero pensar que es porque no lo hubieras soportado. No por nada siempre me dijiste: "hijita tu jamás me vas a ver postrado en una cama amarrado a máquinas y cosas. Si me ves así me desconectas y ya". Siempre me molestaba que me lo dijeras, pero luego me hacías reír diciendo "qué, a caso crees que me va a gustar que me limpien el poto o que me ayuden a hacer mis cosas. No hijita, de ninguna manera".

Sea como sea, si Dios me daba la gran oportunidad de verte así y poder haberte devuelto siquiera en una partecita todo lo que hiciste por mí durante tantos años, hubiera sido una bendición. Aunque sea por regalarme más años a tu lado y así poder recolectar más recuerdos, impregnarme de más olores familiares, y momentos felices. 

Hubiera querido tanto poder darle siquiera la mano a ese señor de ojos tristes...

14 comentarios:

Kikin Rispa dijo...

"No cuentes tu arbol por las hojas caidas, sino por los retoños que brotan".

Unknown dijo...

Tan bello el viejito. Me dio bastante penita y reflexión tu historia. Muy linda. Y sí, tal vez por eso pasó lo que pasó.

Un beso!!

Munani dijo...

¿y si un día le hablas al viejito? digo, yo tampoco creo en la casualidad.

Mina Treintañera dijo...

Si, pienso igual que Munani, quien sabe lo que podría pasar :)

Besitos :0)

Luis Elbert dijo...

A mi también me conmueve ver a personas mayores, con ese lento caminar y el peso de tantos años sobre sus hombros.

A veces me pregunto qué será de mi cuando llegue a esa edad, por eso, siempre que puedo, intento hacer algo por esas personas. Comprenderlos a ellos es comprender un poco más esa etapa de la vida a la que aun no hemos llegado.

Bonita reflexión, Marité... Peace&Love :)

Darío dijo...

Esas son las imágenes que pesan y se quedan para siempre ahí... Un abrazo.

Eduardo Rodríguez dijo...

es lo que pienso también. No quisiera vivir pegado a una máquina artificial. Que me desconecten. No quiero que me limpien el poto, hasta ese punto no quisiera llegar. Sé que es la Ley de la vida, pero preferiría evitarme esa etapa.
Un abrazote.

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. Tierna historia.

Las cosas suceden por algo. No creo en las casualidades o coincidencias. Como te han señalado por allí, la próxima si lo ves, anímate a hablarle.

Un abrazote.

LUCHO

Ama dijo...

Vaya casualidad, hoy he estado pensando en ello, por algún extraño motivo, observo bastante a los ancianos.
Piensa en el comentario de Munani...

Besos mentales.

Hasta en el último rincón dijo...

Kikin, qué bonito... me lo voy a copiar para hacer mi nota mental del día.
Beso!

Fanchis, es que me dejó pensando de verdad.
Beso!

Munani, es que nunca lo veo. Esa fue la única vez que lo vi. Y me marcó.
Un beso!

Lenyis, nadie sabe qué podría pasar. Algún día lo volveré a ver?
Un besito!
TQM

Elbert, gracias por leerme! Hace mucho no te veía por aquí.
Yo me pregunto lo mismo, es casi inevitable que uno llegue a pensar en eso. Parece que es algo común en algún momento de la vida.
Beso!

Darío, se graban en la memoria a pesar de no haber cruzado nunca palabra alguna.
Un beso!

Edu, jajaja siempre el trauma de un hombre es que le limpien el poto no? Bueno de una persona aun así sea hombre mujer creo no?
Un beso!

Lucho, sí, yo también creo lo mismo. Pero no sé cuando lo pueda volver a ver. Espero pronto.
Un beso.

Belleza, es que es un tema super delicado. Los ancianitos son un mundo de sorpresas que merecen toda la atención del mundo.
Un besito!

Humberto Dib dijo...

Yo observo mucho a la gente mayor, creo que tienen muchísimo para dar, además de ser fieles representantes de lo que vamos a ser en el futuro.
Un abrazo.
HD

Gary Rivera dijo...

Entiendo muy bien a lo que te refieres, cuando mi Abuela se fue, nosotros tuvimos que cuidarla, limpiarla y ella se moría de vergüenza. Tuve que presenciar como perdía fuerza día a día y como ella se iba haciendo más flaquita y chiquita, la última vez que la vi, no la reconocí como mi abuela, fue doloroso. Quizás lo mejor es que lo recuerdes como cuando estaba vivo, cuando estaba lleno de vida y fuerza.

DRACO dijo...

me has hecho recordar a dos viejitos:
a tolstoi saliendo de su casa sin rumbo fijo para luego morir solo; y a una señora que habiendo pasado los cien años de edad le dijo a la periodista que la entrevistó que "parece que dios se olvidó de recogerme".
la vejez es tema difícil que nadie sabe cómo lo resolverá en el futuro.
un beso.

Hasta en el último rincón dijo...

Humberto, es que podemos aprender de cada detallito no?
Un beso. Gracias por leer!

Gary, tu abuelita debió estar feliz de tener tanto amor alrededor.
Un beso grande!

Draco, debe ser muy dura. Ver como todos se van yendo sebe ser realmente difícil.
Un besote!

El heroe de mi vida