Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

5.4.13

"Con claves a mí"

La cuenta del teléfono llegaba cada fin de mes y yo temblaba sin siquiera haberla visto. A veces veía que la dejaban bajo la puerta y corría sin que nadie escuche para abrir el sobre y leer el importe mensual antes que cualquiera. Era la época en que las tarjetas "147" tenían más valor que un billete de 10 o 20; en la que no había forma ni candado que se resista ante mis llamadas amicales para matar el tiempo después del colegio. 

Me tratabas de convencer con que no era necesario usar tanto el teléfono, que vería a mis amigas al día siguiente y podríamos hablar en el recreo, pero para mí era casi una "ley" el llamar a mis amigas para chismear un poco antes del día siguiente. Por eso cada fin de semana, además de mi propina me dabas una tarjeta 147 para mis llamadas "solo para urgencias hijita. Aprende a controlar esa ansiedad por llamar y llamar. No es normal y ya me está molestando", me decías. Y bueno, por mi culpa mi mami y todos los demás que vivían en la casa tenían que adaptarse a esta modalidad de llamar mediante "tarjetas" porque habías puesto límite a las llamadas. Y uno muy bajito para ser sinceros. Es por eso que todos, tenían una de estas "tarjetitas" en su poder.

Cuando la mía llegaba casi a su final y una voz espantosa me advertía "le quedan sholo tresh mi-nu-toshhhh", me daba tanta cólera que se pasaban como en tres "she-gun-dos" y se cortaba más que rápido. Siempre se cortaba en la parte MÁS interesante de la conversación y por eso corría donde mi mami, tan linda ella, para que me prestara solo un minutito su tarjeta. "Mami, por favor no me pude ni despedir de Periquita, préstame solo un minuto, te prometo que sólo un minuto. Nada más le digo chau y listo. Es para no quedar mal, va a pensar que le he cortado '¿ya? por favorcito". Nunca se resistía a mi pedido, a veces un poco molesta y a veces no tanto, abría su cajón y sacaba la tarjeta de su agenda y me la daba "sólo un minuto Marité. Sé cuanto me queda así que no te pases ni un segundo". 

Corría al teléfono y marcaba la clave para poder despedirme. No me demoraba más de un minuto porque se lo había prometido a la "señora ley", y no podía pasar por alto esa nota. Pero ahora me sorprendo de la capacidad de mi memoria, cómo me gustaría contar con esos dotes hasta ahora, pasaban unas horas en que ya había utilizado la tarjeta y en mi cabeza visualizaba la clave de la tarjeta de mi mamá. La visualizaba toda!!! Me iba a dormir y al día siguiente en la tarde se presentaba una "urgencia telefónica", no le había contado a Perica lo que pasó ese día en el colegio con fulanito y no podía esperar al día siguiente para contárselo. Era URGENTE! Pero, qué podía hacer si mi mamá no estaba, el teléfono tenía clave y la caja con candado incluido impedía que marque siquiera el 103!!!

Recurría a mis dotes memorísticos y corría al teléfono de la cocina, que no tenía caja, pero sí clave para que salga la llamada, ponía mis dedos en las teclitas y empezaba uno a uno a marcar cada número. Ahora, no me acuerdo ni cuántos número eran! Pero cuando escuchaba la voz que me pedía ingresar el número de destino era feliz. 

Esa felicidad desaparecía cuando mi mamá llegaba e intentaba usar la tarjeta que se encontraba vacía, sin ni un solo centavo libre para llamar. Qué mala fui!!!!!!!!

Pero recuerdo que a pesar de estar molesto conmigo por hacer eso, te sorprendía mi habilidad para aprenderme tantos números con solo una mirada. "Está mal que hagas eso hijita, no vamos a confiar en ti después. Pero qué tal memoria ah! Mis respetos", me decías con una gran sonrisa.

Ahora ya no tengo ese vicio telefónico. Tus esfuerzos en hacerme entender que no todo es "hablar por teléfono" dieron frutos. Ahora no me gusta tanto estar con el fono en el oído, ahora más me gusta conversar cara a cara, en vivo y en directo. Siempre acordándome no de claves telefónicas sino de lindas conversaciones con gente importante en mi vida.

Siempre corrigiendo sutilmente.
Siempre enseñándome lo mejor...
A pesar de que ya no estés más aquí.  


18 comentarios:

Mariela García dijo...

juajuajuajua aun recuerdo las largas charlas que teníamos con mi dad sobre las llamadas... por suerte nunca fue para mi porque... aquí te cobran por impulso desde un telefono fijo, no por minuto... así que daba igual llamar media hora que un minuto! ... y a celular yo casi nunca llamaba! -- jajaja Marite!!! que buena memoria!!!! --
Mi daddy decía, NOOO, no voy a poner numero de bloqueo al telefono... ustedes deben aprender a controlarse! y así lo hicimos... jajaja aunque su esposa aun sigue recibiendo las mismas charlas!

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. T}pica costumbre de nuestra adolescencia y primeros años de nuestra juventud. A esa edad, uno no se mide y la cosa explota cuando llega el recibo de teléfono.

Cuando ya comienzas a pagar el recibo, recién entendemos a nuestros viejos. Aunque ahora el celular ya desplazó al teléfono fijo, y desde hace buen tiempo.

Un abrazo.

LUCHO

la MaLquEridA dijo...

Con el tiempo esa costumbre de contar todo a las amigas se va perdiendo o las amigas se van y el teléfono deja de ser el medio de las confidencias.

Al menos en tu casa no le pusieron candado al teléfono jaja.

:(

Unknown dijo...

JAJAJAJJAJA, yo me acuerdo que era algo así, tenías que teclear cada número, eso sí si tenía un cero ahi jodida porque tenías que teclearlo 10 veces y ahí se perdía la llamada y tenías que volver a empezar...

hoy no tengo el vicio del fono, lo perdí dp de hablar horas con cierta persona.. de ahí ni más, me quedé curadísima!!

Un beso inmensoooo!!

DRACO dijo...

supongo que si el teléfono fijo era toda una bendición para cualquier chica adolescente, el móvil habrá sido algo así como la séptima gloria, je.
un beso.

Eduardo Rodríguez dijo...

Ahora ya te curaste de andar conversando por teléfono… para eso está el whatsapp o el Facebook jajajajaja… sorry una broma. Cuando Janecita y yo éramos enamorados nos llamábamos por teléfono con la bendita 147 y sobretodo esas tarjetas que venían con un “chip” o algo parecido que pertenecía a los teléfonos de Bellsouth (o a los que habían sido de Bellsouth).
En ese tiempo no tenía teléfono fijo en mi casa así que salía a buscar un público y me gustaba llamar de esos teléfonos porque no había mucha gente.
Llegué a tener taaaaaantas tarjetas que un poco más y me nombraban accionista de telefónica. Lástima que las boté. Esas tarjetas (las que tenían chip) eran coleccionables porque tenía paisajes o imágenes de animales del Perú.
Me has hecho acordar también que le ponían unas cajas a los teléfonos para que no llamen. Unas cajas con candado donde sólo podías responder. Pero hecha la ley hecha la trampa y podías llamar apretando ese botón con que se cuelga tantas veces sea el dígito del número telefónico… bueno toda una odisea… todo por hablar… ahora hay tantos medios que ya nadie usa eso. Un abrazote.

Hasta en el último rincón dijo...

Mariela, ese papá sí que es super acertado en su forma de corregir entonces. Y tú, una muy buena hija!
Beso!!!

Lucho, ahora ya ni me gusta hablar puedes creer!!!
jajaja
Beso!

Malque, así es. Se pierde de a pocos, y realmente en lo que respecta a mí, no me gusta ya hablar con nadie, lo mínimo indispensable.
Beso!

Franchis, ese es el famoso TRAQUETEO! Obvio que también lo hacía! No te he dicho, tengo miles! Yo tb lo perdí y de verdad ni lo extraño, no sé que le vi a ese vicio... jajaja como si fuera droga oe! jajajaja
Beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Draco, es que ese es el tema, después le agarré como q fobia, ahora no me gusta mucho q me llamen!
Beso!

Edu, te juro que no me acuerdo eso de la tarjeta con chip! ajajajaja pero de la 157 of course! Tengo tantas historias con el teléfono que me reiría demasiado contándolas!!! Ya les contaré un par más! Pero me las sabía TODAS!
Un beso!

Gary Rivera dijo...

Jajajjaa bueno me has hecho recordar a mi hermana ella habla y habla y habla por teléfono, y antes era peor! Me estresaba, no entiendo esa necesidad compulsiva de las mujeres para hablar por teléfono, el colmo fue cuando venían sus amigas a la casa y hablaban y hablaban y cuando se iba a casa se llamaban y seguían conversando jajajaja DIOS!! Como puede haber tanta información para intercambiar!!!!!!!!!! Jajajajaja Yo uso mi teléfono para hablar lo minimo, el saldo de mi paquete siempre me sobra en cambio a mi hermana no le duraba 2 dias!! El colmo! Jajjaja

Darío dijo...

Me encanta la pequeña anécdota del teléfono. En nuestros tiempos no era tan fácil...
Pero veo que estuviste con los Killers y perdiste la voz. Qué bueno!!! Yo los resigné por The Cure y Keane. La próxima quizá.
Un abrazote.

Mina Treintañera dijo...

Ay las cajas con candado!!!! Ya hasta lo había olvidado, trataba de recordarlo mientras leía, sabía que mi mami también me ponía candado, pero no recordaba cómo era, recuerdo que una de mis amigas del cole me enseñó a marcar los números de teléfono con todo y candado, jajaja. Lo de las tarjetas 147 ya vino mucho después, cuando ya trabajaba y me las tenía comprar con mi plata, porque mi mami hizo la misma chola, cambió de tarifa y se unió a esas de 60 o 70 soles buuuuuaaaaaaaaaa!!! Pero no era yo la culpable de las cuentotas en ese entonces, sino la chica que trabajaba en mi casa, que llamaba a Arequipa o no sé donde porque extrañaba a su antigua patrona, la pobre, pero me echaban la culpa a miiiii, que ni estaba en casa, hasta que pidió el registro de las llamadas, empezó a llamar al número que aparecía con muchos minutos y la pilló. Pero cuando era chibola si, pucha me acuerdo que en sexto o primero de media en vacaciones, todos los días llamaba a Nathalie, y eran dos o tres horas colgadas en el teléfono y Alejandro fastidiándola, renegaba ella porque no la dejaba tranquila, jajaja, claro tu primo era chiquitito pues, pero qué hablaríamos tanto? Pero así es, ahora cojo el teléfono para llamar a mi mami no más y eso solo los fines de semana, en semana difícil por la diferencia horaria y ella aún trabaja. Ahora como dice Edu, es face mi vicio :D

Jajaja, tu papi era lindo, tenía una manera bien linda de avisarte que se iba a molestar, jajaja, pucha mi mami era un energúmenoooo y yo también me adelantaba a ver los recibos y si había cuenta grande lo escondía, para ganarme algunos días más de paz y de vida :D

Besoooooooooooo!!!

Breki dijo...

Jajajaja, yo también tenía mis targetas 147 y las de larga distancia también, cuando le llamaba a mi amigo a españa jajaja. Que recuerdos aun tengo los cartoncitos guardados! jajaj Saludos.

Elmo Nofeo dijo...

Asuuuu, si eso le hacías a tu mamá, que no le harás a tu esposo.
:)

ludobit dijo...

tu papa era capo si de ahorrar y poner limites se trata. ahora con las agendas de los celulares dudo q muchos se acuerden de memoria mas de 2 o 3 numeros telefonicos.
besos, marite

Hasta en el último rincón dijo...

Gary, entiendo eso de las loreadas luego de haber visto a las amigas... jajajajaja cualquier tema era novedad!!! Ahora de verdad que odio el telefono! Jajajaja
Beso!

Dario, recien me entero que eres de aquiiii!!!! Siempre pense que eras de Argentina o España!

Lenyis, esas listas.... mi papa tb las pidió y lo peor es q una vez era de un amigo y cuando se enteró lo hizo pure xq era alférez! Esa es oooootra historia!
Te keloooooo!
Beso!!!

Lenyis

Hasta en el último rincón dijo...

Breki, esas tarjetas son las peores jajajaja nos hacían pecar!
Un beso!

Elmo, nooooo a mi mamita no le haría nada! Y a mi esposo nada. Soy un angelito!

Ludobit, pero puedes creer que me se varios celus?

[Maxwell] dijo...

Lo bueno es que se paga ahora no por los minutos usados :)
Siempre hay de que hablar, nos dejamos llevar.

Hasta en el último rincón dijo...

Max, pero no sé porque ya no me gusta tanto usar el teléfono para hablar... mas se usan las redes ye so a todos nos ha como que cambiado un poco. Aunque no debería...
Beso!

El heroe de mi vida