Mal vicio

He vuelto a caer en el vicio...
En el vicio de quejarme.
He vuelto a caer y lo confieso...

Caí en el vicio de quejarme hasta de la mosca que zumba en mi oreja.
De los sonidos guturales al mascar de la gente.
Del mismo ruido de la calle que continúa puerta afuera.
Del sonido que hace el "glup" al pasar del agua que toma la persona que tengo al lado.
De las colas largas y los minutos de espera.
Del "ring" de mi celular.
Del viento que sopla hacia el norte.
De la corriente que jala hacia el sur.
De la tímida luz de invierno.
De la ropa tan fría que parece mojada.
De la que no seca al sol.
De lo que simplemente es,
y lo que no...

Caí en el vicio de quejarme de los por qués.
De los qué dirán.
De los que dicen.
De los que escuchan mucho.
De los que hablan lento.
De los que hablan rápido.
De los que no hablan.
De los que ríen muy fuerte.
De los que lloran por todo.
De lo que se hacen esperar.
De los que no llegan a pesar de todo.
De las visitas mensuales.
De los que están,
y de los que no...

Caí en el vicio de quejarme y me quejo.
¿Que a caso no puede uno estar tranquilo con sus sueños?
¿Vivirlos de a pocos y esperarlos si demoran?
Caí en el vicio de quejarme y me quejo.
Declaro en huelga mis pensamientos.
Al menos por un tiempo, hasta que pase la tormenta.
Después de todo, siempre el viento se lleva lo malo.
Y le da paso a lo bueno...
que llega aunque se haga esperar.
Y me queje de todo.