Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

18.10.13

Aventuras en el aire

Desde niña siempre me gustó ir de viaje contigo. Me explicabas cada detalle, cada sonido y cada uno de los procesos que se siguen al momento de estar en un avión. "Mira hijita, ese sonido es el combustible, están recargando para poder tener todas las reservas en el aire". Y como siempre, mi pregunta venía después "pero y qué pasa si se acaba en pleno vuelo". Sonreías y tiernamente me respondías que eso no era posible. Ante mi insistencia y adelanto a cualquier "posible catástrofe" me respondías con calma "si se acaba pues el piloto pide permiso en el aeropuerto más cercano para aterriza y recargar". Confieso que a veces eso me asustaba un poco más porque venían mil millones de preguntas. Una más estresante que la otra, pero contigo al lado me sentía segura.


Durante el vuelo siempre me ibas contando tus aventuras, y explicándome temas técnicos que hasta hoy no entendería. Pero te apasionaba tanto hablar de eso que yo me apasionaba también. No pasaban más de 10 minutos de haber despegado y te quitabas el cinturón diciendo "ya vengo". No sé cómo hacías pero siempre terminabas en la cabina del avión para luego regresar y decirnos "todo tranquilo, no hay turbulencias y parece que será un viaje tranquilo". Era lo máximo tener a un piloto al lado todo el viaje. "Ya vamos a aterriza, escuchas? Esos son los flaps, y eso otro es el tren de aterrizaje. Son las llantitas para que el avión pueda taxear en el suelo", me imaginaba un taxi y mi cara lo decía todo, "no es como un taxi por si acaso, así se le dice al momento en que el avión va por el suelo rodando sus llantas". 

Lo que no olvidaré es la vez que me dijiste "el momento más crítico de todo vuelo es el despegue y el aterrizaje", por eso es que cada vez que despegamos me agarro fuerte al asiento y rezo con los ojos cerrados, lo mismo al aterrizar. Por ti es que sé por qué las persianas deben esta abiertas en esos dos momentos clave, por qué no se puede usar el celular, por qué si es que se abre un huequito en alguna parte del avión puede llevar a grandes problemas. Todo lo necesario para ser una tripulante de cabina. 


Por eso, y por muchas historias en aviones que pasé a tu lado, ese día que volamos hacia Puerto Montt yo sabía que algo pasaba. No quise decirle nada a Lalo porque ya podía imaginar su respuesta "ay enana tu siempre tan pesimista, no digas sonseras". Preferí morderme la lengua para no caer chinche ni "jalar la mala suerte" pero ya cuando el piloto habló dije la famosa frase que a veces, solo a veces, me caracteriza: "yo sabía que algo pasaba". 

El vuelo solo duraba una hora y media. Ya no quería leer porque estaba emocionada por llegar y ver los volcanes, y sentir el frío del que tanto me hablaron. A la primera virada del avión, vi hacia abajo y las nubes parecían un poco extrañas. Esperé un momento pensando que tal vez estaba girando para poder ir en dirección al aeropuerto, el piloto habló como siempre diciendo "triplación preparese para el aterrizaje", pero a la segunda vuelta ya me pareció raro. No dije nada a la tercera pero me dispuse a sacar mi libro nuevamente, luego de cuatro vueltas el piloto volvió con nosotros para decirnos que el aeropuerto estaba cerrado por mal tiempo y que aún teníamos combustible para esperar unos 15 minutos y ver si lograba abrirse. Lalo me miró un poco asustado a lo que le dije "ya sabía, cuando dan tantas vueltas es por algo, ahora seguro vamos a ir a un aeropuerto alternativo porque estas nubes no se van a querer ir en 15 minutos".  Dicho y hecho, regresamos casi casi hasta Santiago (al aeropuerto de Concepción). Felizmente al llegar nos quedamos solo 20 minutos en tierra recargando combustible para regresar a Puerto Montt, el aeropuerto ya estaba abierto y un cielo hermoso nos esperaba para empezar nuestros días de turismo. 


Una lección más que pude aplicar con orgullo contándole a Lalo todos los pormenores del viaje y el proceso de despegue y aterrizaje. 

Tuve al mejor profesor :)


28 comentarios:

FrancHis dijo...

Jijiii ayych a mí me da algo de miedo el despegue, lo reconozco!!! El aterrizaje, estoy tan felizzz de llegar que ni cuenta me doy y sólo quiero llegar YA YA!! XD

Lo máximo tu papi, sí que el tema lo apasionaba, y claro, era lo suyo!!!

TQM, besototototote!!!

Eduardo Rodríguez dijo...

Yo también cuando leí “taxear” pensé que el pilo iba a pegar su sticker de taxi en el parabrisas de adelante. Siempre viajar da miedo como dices, al despegar y al aterrizar. El resto es más llevadero.

Edwin dijo...

Aún no he viajado en avión pero ya voy tomando nota de los tips jaja.

Qué bueno que todo salió bien :)

Saludos!

Hasta en el último rincón dijo...

Franchis, si en serio yo también me pongo feliz cuando pisamos tierra. Pero en el aire soy una maestra no sabes! jajaja
Beso!

Edu, jajaja en serio la palabra da risa no? Pero volar es bonito, sí me gusta ;)
Beso!

Edch, apunta apunta! Tengo varios tips!!!
Besito!

DRACO dijo...

en referencia a tu padre dices que tuviste el mejor profesor. yo al terminar de leerte me decía a mí mismo que has sido una buena maestra por todo lo que he aprendido por tus experiencias de vuelo.
afortunadamente todo salió muy bien.

un beso.

Juan Carlos dijo...

Volar me pone un poco nervioso (pese a ser hijo de aviador) pese a saber todo lo que papá me enseña, cuando suceden esas cosas extrañas me encomiendo a todos los Santos canonizados y por canonizar hahaha.

Un fuerte abrazo.

Jhossef Quiroz Mayser dijo...

Todas las enseñanzas se ponen en práctica, y con un buen maestro como tu Padre.
Un abrazo.

Ahaha y es estupendo viajar en avión, aunque en tren para mi es lo mejor :), Un abrazo nuevamente.

camino roque dijo...

tengo un miedo descontrolado a volar

ludobit dijo...

hasta al mas ateo q conozco, reza siempre en el momento q el avion se pone en marcha jaja. por un momento me imagine a tu esposo muy nervioso y tu, muy segura, dandole un par de cachetadas para tranquilizarlo; mas o menos como en la pelicula "y donde esta el piloto?".
besos

la MaLquEridA dijo...

Experiencias inolvidables al lado de tu padre que han hecho de ti una experta en muchas cosas de la vida.


Un beso

Mina Treintañera dijo...

Jaja, lo de taxear también me hizo pensar en un taxi :D La verdad es que desde que me embaracé, le he perdido el gusto a volar, antes era feliz y me sentía muy cómoda. Pero desde entonces me mareo mucho, no sé por qué. Y si, el momento de despegue me da pánico, más aquí, que es volcán y pegan unos tirones hacia arriba horriiiiibles al despegar, ya ahí tengo ganas de vomitar :( En Chile es fatal, llegando a Santiago, o faltando poco, hubieron unas turbulencias horribles!

Qué bueno que les fue tan bien por allá! Besote amiga! Te quiero!

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. Tuviste al más sabio de todos como maestro.

Y sí, el despegue y sobre todo, el aterrizaje, son los momentos de adrenalina.

Un abrazote.

LUCHO


P.D. Muchas suerte este lunes 21, amiguita. Ojalá estemos nominados. Aunque no espero gran cosa, pero sería genial, no?

Hasta en el último rincón dijo...

Draco si!!!! Felizmente salió bien! Y tengo tantas historias con él en los aviones! Ya les contaré!
Besos!

Hasta en el último rincón dijo...

Juan Carlos no sabía q eras hijo d3 aviador! A mi me da miedo x obvias razones, pero me gusta!
Un beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Jossep, el tren es lo máximo!!! Quiero ir en treeeen!

Hasta en el último rincón dijo...

Yo tb tengo miedo camino pero bueeeeno. Macha nomas!
Beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Ludobit, jajajaja me has hecho reír con lo que te imaginaste. Fue una aventura!
Beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Malque, que linda eres! Te quiero!!!

Hasta en el último rincón dijo...

Llegar a Santiago es lo peor!!!! No sé xq pero las dos veces que aterrizamos fue desastre!!!!! El avión parecía de papel!!!

Te quiero más mi Lenyis!

Hasta en el último rincón dijo...

Si luchito!!!!!! Tuve al mejor maestro!
Amigo ya somos ganadores!!!!

Elmo Nofeo dijo...

Supongo que le puedes dar cátedra sobre aviones a Lalo, sobre los sonidos y demás, cosa que solo conocen los pilotos y los viajeros frecuentes.

Hace más de 10 años que no me subo a una avión, pero la única vez que sentí algo de temor es aquella que regresaba de Arequipa y el avión estuvo dando vueltas por el mar de Ventanilla, no puede dejar de pensar en al desgracia del Fokker del Alianza Lima. Pero, yerba mala nunca muere.

Kikin Rispa dijo...

Si bien no pasa todos los dias, con cierta frecuencia ocurre que por mal clima los vuelos cambian o se cancelan... para ti, es una oportunidad mas e sentirte "cerca de el" :)

Hasta en el último rincón dijo...

Elmo, es q se te vienen a la mente muchas cosas!!! Y sí, le doy cátedra! Jajajaja
Beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Kikin, es verdad... cada vez q vuelo pienso en eso.
Besote!

Amapola Azzul dijo...

Me alegro de que hayas descansado, un abrazo.

Hasta en el último rincón dijo...

Amapola, gracias por la visita!
Un beso!

Jo dijo...

Me gusta volar sis me gusta tienes mwjores recuerdos de los avión es más que cualquier usuario normal :)

Hasta en el último rincón dijo...

Jo, a mí me gusta! Me siento más cerquita de él!
:)

El heroe de mi vida