Porque así me siento hoy

Hace exactamente cuatro días no se me borra la sonrisa de la cara. 

Y es que creo que este es mi mes.

Quiero mantener el espíritu hasta el último día del calendario.

Sin bajar los brazos ni darle tregua a la alegría. 

Y por más que solo sea una pequeña buena noticia que sea el motor y motivo. 

Que cada día tenga un título especial.

Y que el sol siga saliendo sin cansarse.

Octubre es el mes de los milagros y tengo fe en él.

Creo en que los deseos sí se pueden cumplir.

Pero no depende del "viento".

Depende de las ganas que uno le ponga.

De la cara que ponga para ver la vida.

Y que las críticas esperen a mañana.

Y mañana esperen a pasado y así sucesivamente. 

Es un mes de cambio de pensamiento.

De promesas firmadas con esperanza.

Un mes de aniversario.

Un mes con días de vacaciones.

Y viajes por el mundo.

Parecen frases sueltas, pero juntas tienen mucho significado. Pues tengo un feeling especial con octubre. No solo es el mes en el que me casé hace dos años, sino que es un mes de pausa y de respiro. Un mes de milagros como se conoce por aquí. 

Es viernes, y seguro por eso las palabras positivas y bonitas. Pero es algo que quisiera mantener, porque hace cuatro días me siento inmensamente feliz. Por nada y por todo a la vez. A veces una pequeña noticia pinta de colores un mar de tonos grises. Y hace sentir que por primera vez vale la pena tener miedo. Porque lo que viene luego es eso que todos conocen como esperanza. Esperanza en que sí se pueden cumplir los deseos.

3, 2, 1...

VACACIONES!