Y fue así como nos enteramos que era positivo!

Todavía me acuerdo cuando llegamos al consultorio del doctor después de enterarnos que pronto seríamos papás. Todo estaba claro, ya los números de los análisis de sangre y líneas rojas de los caseros indicaban lo mismo: POSITIVO! Pero como no me quedo tranquila jamás, el doctor tenía que re-re-re-reconfirmarlo. 

Dicho esto llegamos el lunes de 6 de enero por la tarde al consultorio y ahora solo quedaba esperar el llamado. "Alarcón, María Esther", dijo el doctor saliendo del consultorio con los lentes a la altura de la nariz mirándome por encima de ellos. "Esa sonrisa solo puede indicar una cosa", me dijo al entrar. Nos sentamos y abrió los resultados, "tres semanitas, y por el número de hormona que tienes casi casi puedo estar seguro que ahí hay más de un bebé". En un principio creí haber escuchado mal, pero Lalo lo miró fijamente y le preguntó si podían ser mellizos, "hasta trillizos", dijo él. 

En ese preciso momento no nos importó que fueran más de uno. Íbamos a ser papás! La noticia más maravillosa del mundo nos había llegado después de un tiempo de estar esperándola. Vinieron las mil preguntas y mil recomendaciones. Me mandaron unas dos semanitas a la casa por un ligero sangradito. Lo más probable es que haya sido el tema de implantación. Y pensar que unos días antes yo creí que un mes más la cigüeña que iba camino a visitarnos se había perdido en la ruta y había tocado otra puerta (pero eso es cuestión de otro post de todas maneras). 

Luego, aún en el consultorio, el doctor hacía apuntes y miró su calendario. Tengo esas palabras en la memoria como si las hubiera oído hace unas horas... "La fecha probable de parto, mmmm a ver 20, 30, 40 semanas sí, el 13 de septiembre es la fecha en la que en teoría deberían nacer los bebes ya a término. Pero bueno, eso es relativo así que veremos cómo vamos en el camino". Mis ojos se llenaron de algo hermoso que se llama emoción. Qué bendición más grande que tener a "mi" hijo (porque hasta ese momento era uno en nuestra mente) el mismo día del cumpleaños de mi papá! 

Ese mismo día llegamos a la casa un poco más temprano de lo normal. Y obviamente mi mami ya sabía que algo pasaba. Entramos a su cuarto y nos vio las caras y se paró de su cama preguntando qué había pasado... "vas a ser otra vez abuela!", le dijimos a la vez. Se emocionó mucho y al principio no entendía qué había pasado porque yo hasta dos días antes andaba triste y de mal humor porque según yo "me había venido a visitar el agente rojos que visita a todas las mujeres una vez al mes". Le explicamos y la emoción se nos salía a todos los los poros. Cuánto me hubiera gustado poder ver la cara que mi papá tendría desde el cielo en ese momento. Felizmente lo tengo seguro por más que no pueda verlo.

Ya todo estaba dicho. El milagro había venido directamente del cielo y ahora solo faltaba esperar 3 semanas más para hacerme la primera ecografía. Mismo día en que sabría cuántos corazones latían en mi panza además del mío...