Sabes de quién me estuve acordando hace unos días? De mi abuelito bigotón, o como se le conocía formalmente del abuelo Miguel Honorato. El papá de mi mami. Acordarme de él me hizo pensar en Elvirita, la eterna enamorada del abuelito Miguel. Los dos te adoraban y te trataban como un hijo más. Tu serías el décimo hijo. Aunque tambuén ahi arriba debes estar con mi abuelito Daniel. Tu papá. El más gracioso de mis abuelitos. El que me decia "huanaca" o como tú llamarías luego a los bebes "mojona de mie". Todos ellos deben estar contigo ahí arriba, extrañando todo lo que dejaron aquí abajo.
Pero aun tengo a Olguita conmigo. Tu mami. La que dice que eres "su hijo de oro" aunque mis tíos se pongan un poquitito celosos por eso. Ya no vive en el departamentito de arriba d ela casa, ahora tiene su cuarto con nosotros. En el segundo piso. Ella acompaña a mi mami en todo. Ahora ha ocupado el lugar de su mamá y también ella siente que aun en ella puede ver una parte de ti. Y cómo no sería así si es tu mamá?. Qué dificil debe ser perder un hijo. No me imagino porque ni siquiera soy mamá. Pero solo el hecho de pensarlo me da escalofríos. Ella aun tiene para rato papi. Aunque tu sabes que muchas veces ella diga que ya no tiene nada que hacer en la tierra, yo sé que Diosito aun no la llama porque su misión aquí no termina todavía. Como nos dijo una vez un padre, tu eres una flor que él recogió de su jardín cuando estaba en su mejor momento. Joven, pero ya te necesitaban allá arriba.
Espero que igual que nosotros pensamos en todos los que están contigo, tan lejos de aquí, también piensen en nosotros.
A veces se me ocurre que cuando uno se va, ya empieza una nueva vida, pero ojala que la mente aun recuerde todo lo que aquí vivieron y así por ejemplo, nadie olvide: los besos bigotones en el ojo, los silencios oportunos, los celos tontos de niños aunque ya sean viejos, los olores que evocan recuerdos, los colores, los viajes, las fotos.
Espero que aun nos recuerden.
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