Una niña que dormía plácidamente en la cómoda cama de agua.
A su lado, estaba la prima con la que había compartido risas, llantos, peleas, penas y alegrías.
Pasaban tanto tiempo juntas, que hasta compartían los sueños.
El cielo parecía aclarar lentamente y los pájaritos ya daban sus primeros grititos.
O cantitos cuando no despiertan a la gente.
Una a cada lado de la cama.
Cara con cara.
Cuando de pronto: AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH
Un grito ensordecedor salió de la boca que más parecía un amplificador de sonido de la niña.
Una pesadilla.
Gritaba y lloraba, despierta ahora.
Su tío corrió a ver qué pasaba, qué había perturbado los sueños de la niña.
Con suaves toquecitos en la cabeza se oyó su voz diciendo:
Qué pasó mamita? Qué has soñado?
Para sorpresa de todos, la niña tuvo un sueño horrible.
El peor de todos.
Finalmente, cuando recobró el aliento pudo pronunciar algunas palabras:
Soñé que un marciano me quería atrapar.
Era horrible, no podía gritar.
Cogió mi pierna siendo chiquitito.
Y poco a poco fue creciendo.
Más y más y más maaaas.
¿Te parece conocida esta historia?
Te quiero mi Rochi...
2 comentarios:
siiii!creo que toda persona ha tenido este tipo de experiencias de esos sueños pesados,la verdad no se si tienen significados peroo son horribles!
Ayyyy eres una papafritaaas Jajaja cuando no publicando mis lapsus colapsus.
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