Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

12.6.12

De muelas

Cuando me entran ganas de azúcar de buenas a primeras es alarmante. Ayer estuve con un chocolate en la mente todo el día. Concentrada en que NO debía comer me embutí de agua hasta que sentí la panza como un tazón. Literalmente me movía y sonaba: glup, glup, como cuando mueves lentamente una botella y se escucha claramente el agua ondear por las paredes del plástico o vidrio.

Me duró poco la fuerza de voluntad al llegar a la casa. Estamos primero días de junio, días post cumpleaños de mi Tía Martha y David. Eso significa cajas de chocolates en los cajones gracias a los cálidos gestos de los amigos y familiares que conocen los gustos de ambos.

Ataqué el primer cajón de David y vi una caja de chocolates de La Ibérica. Chocolatitos de monedas, cartuchitos, milkys y toffees de todos los sabores encontré ahí dentro. Todos juntos. Solo debía coger uno. Pero cuál??? Todo me gustaba. No podía decidirme por uno. Y me entró el cargo de conciencia, como si tú me estuvieras hablando: “te vas a comer un chocolate habiendo batallado todo el día???”. Cerré la caja y el cajón. Solo un Toffee quedó en mi mano derecha.

Lo guardé en mi cartera y me puse a ver tele. Las ganas se me pasaron conforme iba pasando el tiempo. Llegó Lalo y subimos a la casa. Estaba a punto de comer su platón de Chifa y encontré el Toffee en la cartera. No me importó y preferí comérmelo antes que comerme un pan o un poco de arroz. NO CARBOS EN LA NOCHE. O al menos, eso es lo que “trato”. Mientras conversábamos sobre el día que ya se terminaba iba masticando el pedazo de dulce que tenía en la boca. Lo mordí. Se me pegó a la muela y sentí una desesperación terrible. Cerré los ojos, me agarraba la boca, hacía la mano hacia arriba y rápidamente hacia abajo, me echaba aire a la cara, hasta que se despegó. Me empecé a reír sola de lo que vino a mi mente en ese momento…

- Papi papi! Se me está moviendo la muela!!! Me da nervios!!! Qué hago???
- Ya sácale hijita. Así nomás de un tirón!
- Noooooooooo! No, no, no, noooooo! No papi, no me toques la muela!
- Pero mira, la agarras ahhhhgiiiii (cogiéndote la muela con los dedos) la mueves despacito y se sale sola.
- NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
- Y si te la amarro y hago la del truco de “la puerta”.
(esa idea me daba más miedo que nada en el mundo a esa edad)
- Noooo!!! Déjala, solita se caerá.
- Hijita y si se te sale en la noche cuando estás dormida y te la comes?
(no voy a negar que eso me dio más miedo aun, pero nada ni nadie me quitaría la muela de un solo tirón)
- Me la trago pues. Total ya saldrá después.
- Bueeeeno…

…unas horas más tarde…

- Hijiiiiita, quieres chocolates?
- Sí!!! Quiero!
- He comprado unos bien ricos!!! Toma, prueba.
(igualitos al que me acababa de comer: cuadradito, chiquito y todo de chocolate)
- A ver… “crunch”
(me quedé en la primera mordida. Abrí los ojos de par en par y lo miré. Me agarré el cachete derecho y cerré los ojos fuerte fuerte)
- Qué pasó… (me dijiste entre risas)
(Abrí la boca y me saqué el toffee. Esta vez no estaba solo. Estaba con mi muela pegada en él)
- Jajajajajajaja Ya se te salió??? Ves que rápido???

Desde ese momento evito los toffees. Ahora debería aprovechar ese miedo y creer que también puede pasar lo mismo con chocolates y cosas engordantes... Tal vez ayer me mandaste ese recuerdo como "angelito" bueno para no comer dulces. Cuando no tú!

Ahora, me acuerdo de esa sensación y se me sigue poniendo la piel chinita por los nervios. Me da mucha risa pero también se me para el corazón cada vez que me olvido “de su poder”. Cada vez que subestimo al toffee y me lo meto a la boca sin pensar en nada más. Es al momento de despegarlo de las muelas cuando apretó los puños y ruego que esta vez… mi muela no salga acompañándolo.

15 comentarios:

Elmo Nofeo dijo...

De chicos, una muela salida era una oportunidad de tener dinero por gestión del ratoncito, de grande una muela salida es sinónimo de gasto.

Hasta en el último rincón dijo...

Claro Elmo!!! Pero felizmente solo fueron nervios por sentir que se me había pegado en la muela... no se me salió ni mucho menos... fue un recuerdo de chiquita. jejeje
Un beso!

Darío dijo...

Sin dudas, la caida de un diente o muela era algo heroico. Hoy no. Yo me acabo de comer un chocolate y los dolores no me abandonan. Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

la MaLquEridA dijo...

Me hiciste recordar que antes había unos dulces que se llamaban Toficos, eran una especie de chicloso que se pegaba a los dientes y no había manera de despegarlo, a menos que fuera con una muela jajaj.


Dulces recuerdos.


Beso.

Eduardo Rodríguez dijo...

jajajaa buen truco, gracias, lo voy a aplicar cuando mi hijo pequeño empiece con el cambio de muelas.
Me has hecho acordar cuando me salió la muela del juicio. Me hizo sufrir como nadie en este mundo. Al final el dentista optó por sacármela, pero la bendita muela no salía. Poco le faltó ponerme el pié en el pecho y jalar.
Gracias a Dios, después de batallar por largas horas salió la bendita muela del juicio.
Yo que soy un santo, no sé porque esta muela del "juicio" me hizo sufrir tanto.
Un abrazo.

DRACO dijo...

hoy entré a una oficina y vi a una secretaria que conozco comiendo toffees. hablé en voz alta como si no me dirigiera a nadie:
-¡miren pues!, comiendo solita sin invitar a nadie.
entonces para mi sorpresa -porque no me lo esperaba- me invitó un toffee.
entonces dirigiéndome hacia su compañera dije:
-¡se va a acabar el mundo! eso quiere decir que la profecía de los mayas no va a ser en diciembre, si no en junio.
ellas sonrieron.
debo confesar que el toffee estuvo rico.
un beso.

ludobit dijo...

ah! y justo ahora q el doctor me prohibio comer chocolates y todo el mundo habla de la iberica, q son buenazos y son verdaderos (y no "sabor a") chocoloates... y ahora este post :(
ya me desquitare luego jeje
un beso, marite :)

Mariela García dijo...

jajajajajajajajaja esas ideas tipicas de los padres... a mi mi tío me quiso meter un ALICATE! siiii un ALICATE amiga... y iba en serio, a tiempo llego mi mami.... ufff... Animo Marité .... jajajaja resiste a ese chocolate, y te sirve eso de pensar que tal vez tu muela puede salir al morderlo jajajaja Beso!...<3

Bren dijo...

Los recuerdos nunca se te irán, espero ya no tengas duda de eso :o)
Eran bonitos tiempos cuando ese era el miedo mas grande que luego se superaba con la "propina" que dejaba el ratón.

Un abrazo amiga bloggera!

Hasta en el último rincón dijo...

Tranquilino, jajaja yo quiero un dulce AHORA!!!
Me provocaste más un chocolate!!!
Beso!

Malque, jajajajaja que nervios no??? A veces pienso que se me saldrá de todas maneras al toffee pegada!
Un beso!

Marcelo, las muelas del juicio duelen más cuando las sacan! A mí me sacaron las 4 de golpe. Bueno, dos una semana y dos la otra pero una me la fraccionaron en 4 porque entera no salía... auch!
Un besito!

Draco, jejejeje cuando te invitan inesperadamente creo que sabe mejor :)
Beso!

Marielita, alicateeeeee! me muero! jajaja sí! pensaré en eso ára no comer!!! jejeje
Beso!

Bren, quisiera estar segura de ello. Pero a veces la "confianza" me abandona. Espero tener recueros para rato... mi mente y mi corazón lo agradecería mucho!
Beso!

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. Muy bonita la historia del toffee que quedó como lección. En lo personal, evito los toffees por esa misma razón, lo fregado que es quitártelo después. Y de hecho que eso fue una señal más de que no debías comer ese chocolate. La tentación siempre está al acecho, pero hay que saber mantener la fuerza de voluntad y no flaquear.

Un abrazo.

LUCHO

Edwin dijo...

Mis dientes de leches siempre se cayeron solitos, sin necesidad de toffees o puertas. Como bien dice Elmo, ahora al más mínimo dolor de muelas ya sabemos que nos dolerá también el bolsillo.

Saludos :)

Jo dijo...

jajaja que risa
no te parece paradojico que uno de chico el raton trae apenads dos mangos... y ahora para ponertelos el dentista te cobra una fortuna!???


no soy tan dulcera pero nunca se rechazan

:)

Hasta en el último rincón dijo...

Welcome Alisha!!!

Hasta en el último rincón dijo...

Lucho, jajaja, tienes razón, no flaquear!!!!
Beso!

Edch, nos duele y nos duele de verdad!!! El tema de muelas es doloroso físico y en tema dineral jajaja.
Un beso!

Jo, jajajajaja excelente paradoja!
Beso!

El heroe de mi vida