La sensación que da el "asustar" a la gente es inexplicable. Creo que ese fue uno de los "dones" que heredé mejor de ti. Me encanta asustar a la gente y cuando lo hago me sale muy bien.
Mala no soy. Sólo me divierte ver la cara de susto de alguien que recibe un "waaaaa" en la oreja con las luces apagadas y saliendo de la nada. Es muy divertido...
Aún recuerdo ese día que nos enseñaste la máscara de viejo que tenías en tu cajón. Me dio tanto miedo que no la quería ni ver. "Hijita no pasa nada, mira es una máscara nada más". Te la pusiste y al comienzo casi salgo corriendo, pero cuando empezaste a hablar era imposible asustarme. Era tu inconfundible voz hablando por los orificios de tan espeluznante máscara de viejo calvo con la nariz tan ancha como un tomate.
El escondite perfecto estaba en el closet en donde guardabas cuidadosamente tu uniforme. Acompañada de tu espada, tu quepí y demás accesorios estaba la famosa careta. Tantos recuerdos reviven en mi mente cada vez que la visualizo. No he podido nunca encontrar una parecida. Y eso que he intentado hasta en los lugares menos creíbles. Tu máscara era única.
P: Vamos a asustar a tus hermanas hijita.
M: Ya papi, ¿pero cómo hacemos?, ellas están en su cuarto.
P: Ven, acompáñame a la salita de estar.
Caminamos juntos de puntitas para que nadie nos escuche hasta llegar a la salita...
P: Ya, me la voy a poner. No te asustes.
M: Ya, pero se te ve todo el cuerpo normal. Y estás en pijama.
No podía contener la risa. Tu buzo verde con plomo te delataba aun si te vieran a 10 kilómetros.
P: Pero eso es fácil. Mira, tráeme la sábana de carritos que a veces tenemos en el carro para cuando hace frío y te quedas dormida.
M: Ya, pero no quiero bajar sola!!!
P: Ay! Ya estás viejonaza para tener miedo ah! Baja nomás!
M: Nooooo. No quiero papi.
Eran las 6 de la tarde y ya empezaba a oscurecer. Siempre los domingos han sido los días más tranquilos y de menos bulla. Me acuerdo que cuando quería bajar, esperaba a que alguien se ponga los zapatos y empezara a caminar para escuchar sus pisadas e ir detrás de él a la cocina. Pensaba que en cualquier momento aparecería alguien del baño del primer piso, como la puerta da a la escalera, era sugerente pensar algo parecido, por eso, bajar casi a oscuras para mí era una pesadilla.
P: Que maricona! Ya, vamos!
Bajamos juntos al carro, sacamos la sábana beige con figuras de carritos y la subimos a hurtadillas. Tengo la imagen impresa en mi mente como una foto. Esa manta era tan nuestra, tan de la familia. ¿Qué será de ella ahora? Se la pusimos un día en la cama de Jerry, quien debe estar arriba contigo ahora, y fue gastándose poco a poco. Seguro mi mami la mandó a un mejor destino que la basura. Todo lo viejo acaba siempre como trapeador.
M: Ya, ¿qué vas a hacer con eso?
P: Ahhhh! Espera y verás.
Te diste la vuelta para ponerte la máscara y luego te cubriste los hombros con la manta. Con solo verte de espaldas ya se me salía la pichi de miedo. Me reí nerviosamente y te dije entusiasmada.
M: Que mieeeedo! Ya vamos, vamos!!! Vamos a asustarlas!!!
P: Ya! Pero shhhh! No hables tan alto!!!
M: Ya pero vamos, vamos!!! Se van a ir!
P: A dónde!!! Si están en su cama viendo Pataclaun!
M: Pero qué importa! Vamos!
Caminamos juntos y te hablé al oído.
M: Espera, yo entro antes y me pongo a ver tele con ellas para ver sus caras!
P: Ya, pero no delates. Ni te rías por adelantado ni les hables. Sólo espera a que yo llegue.
Me metí a su cuarto como casi siempre lo hacía y me eché a los pies de la cama de Karina. Era típico hacerlo así que no delaté lo que planeamos. Me puse a ver televisión y solo esperaba la estocada final. Por alguna razón te demoraste un poco y me fui concentrando en lo que veíamos en la tele. Solo pasaron unos segundos más y por el rabillo del ojo vi como un bulto parado en la puerta. Y justo cuando iba a voltear para ver qué era... Karina lanzó el primer grito seguido de un sobresalto de Lissy quien la imitó con el mismo sonido. No me quedé atrás, confieso que me asusté y se me pusieron todos los pelos de punta porque el grito me asustó y al ver al viejo parado en la puerta peor aun!
M: Papiiiiiiiiii!!! Yo no me tenía que asustar!
K: Ay Papi!!! Qué pesado!
L: Siempre nos asustas igual!
P: Pero no hice nada, solo me paré en la puerta.
Lo decías con esa risa que tanto recuerdo. Palabras entrecortadas por la respiración agitada de la risa interrumpida.
M: Yo no me tenía a asustar papi!
P: Pero para qué te distraes viendo televisión pues hijita!
Todos empezamos a reír mientras te ibas sacando la máscara para acercarte y agarrarnos el hombro muy fuerte. Como cuando un perrito coge a sus cachorros del cogote. Tu máximo cariño.
No sé qué fue de la máscara. Pero hace poco volví a pensar en ella.
Definitivamente no está en la casa. Puede que mi mami la haya regalado, como tantas cosas regala cuando no le gustan. Característica pura de ella como lo sabemos.
Pero no me quito una idea de la cabeza...
¿Qué encontraré en ese closet en donde guardabas tus tesoros?
19 comentarios:
Jajaja, o sea que también tú te asustaste, jajaja, te pasas. Qué gracioso tu papi, pero en eso de los sustos yo si no entro, soy bien mariconaza. A mí tampoco me gusta la oscuridad, cuando me quedo despierta hasta tarde y ya todos duermen, me lo pienso veinte veces antes de ir al baño o a la cocina y si Juan está de viaje fijo me quedo con las ganas de hacer pipí o con sed por no salir de mi cuarto.
Que lindos recuerdos te quedan de tu papi, pero mejor que no encuentres esa máscara, pobre Lalo.
Beso!!! Te quiero mucho!
Que chistosa.
Siempre encontraras buenos recuerdos.
wuajajajajaj JUSTO ESO TE IBA A DECIR... que vos mas te ibas a asustar jajajajaja... que chistosoooo tu daddy!!! a mi también me encanta asustar! de ves en cuando lo hago, hace tiempo que no, pero lo volveré a hacer!// jaajajaja nenaaa no paro de reír! jajaja <3
jejeje al final caíste en tu orpia trampa... me has hecho acordar. Mi papá nos reglao a mi hermano y a mi una máscara de una calavera para cada uno. Era una máscar muy bien hecha... era de esas de yeso. Como mi mamá cosía, siempre iba una señora con su hija que era más cargosa... un día con mi hermano nos pusimos la máscara y una manta negra (en realidad era un poncho negro y justo el hueco que tiene el poncho lo poníamos como capucha).
La cosa es que cuando la chiquilla entró e uno de los cuartos (sin permiso) la esperamos con las máscaras puestas y le dimos el susto de su vida wajajaja. Que malos éramos.
Un abrazo.
jajajaja a mi tambien me gusta asustar a la gente aunque no lo hago muy seguido... pero me has dado una buena idea MUAJAJAAAAAAAA!!!
jajajaja yo hago lo mismo, entro corriendo desde el patio gritando que viene tras de mi un zomby jajajajaja
aunque mi little ya casi no se asusta con eso, y pues al xhabyrito no se la he aplicado.
xhaludos marite!
Lenyis, no sabes lo chistoso que era mi papi. Divertidísimo en verdad. Yo si voy sola al baño en la noche, pero a veces tengo q cantar o algo para q no me de miedo! Jajajaja
Te quiero más!
Anónimo, gracias por leer :)
Adam, y si no los encuentro, los invento no? Así no se me acaban. Jejeje
Beso!
Mariela, a mí me divierte mucho! Pero cuando me asustan... Eso si q no me gusta jajaja
Un beso!
Marcelo, me reí demasiado solo con imaginarme la cara de la niña!!! Jajajajajajaja es que ese sí que es un buen susto!!! Los que son silenciosos son los peores!!! Jajaja
Beso!
Kikin, a ver si cuentas algún susto. Yo tengo varios!!! Jajaja fina cortesía de mi pa'
Beso!
Xhaby! Qué lindo tenerte por aca!!! Zombyyyyys!!!
Besi!
La risa, y la muerte, prendida en la misma carne.
Saludos y buen fin de semana.
Jajaj muy gracioso tu post marite..
A mi tambien me encanta asustar y creo que mi acto perfecto es hacerlo a mi abuela..
marité
entonces ya sabré de don de te gastas esas bromas...
bien aprendidas del papá
:P
jajajajajajajajaja, ¡vaya cómplice estás hecha! no esperaba reirme tanto. besos.
El mejor escarmiento para alguien que gusta de asustar a los demas es recbir un buen susto; ahora te mando una foto mía.
Jajaja.
Hola Marité. Nuy entretenida tu historia. Ya me imagino a tu viejo con esa máscara y al final te terminaste asustando tanto como tus hermanas.
Un beso grande.
LUCHO
mi hermano tiene la misma costumbre, q a todos en la familia nos causa gracia menos a mi mama quien lo ha amenazado con desheredarlo.
un beso, marite :)
p.d: mis antiguas pijamas son ahora trapeadores jeje
Hiperión, es increíble que se pase tan rápido el fin de semana no?
Beso!
Mel, que malaaaaaaaaaaa!!! A tu abuelita, no te pases pues! jajaja a alguien menor, asusta! jajaja
Besito!
Jo, así es, bien aprendidas del mejor!
;)
Draco, qué bueno que te reíste!!! Eso ayuda!
Beso!
Elmo, jajajajajajajaja cuando no tú con tus ocurrencias!
Lucho, gracias! Qué bueno que te gustó. Así es, no esperaba asustarme yo! jajaja
Ludobit, eso de los trapeadores es típico!!!!!! A mí me da cólera cuando me agarra mis vejestorios!
jajaja
Beso!
Asu! con ese clase de máscaras cualquiera se asusta jaja.
Pataclaun, que buenas épocas, tambien veia :)
Yo me acuerdo que asusté a mi primo a la 1:00am con la mascara de Jasón y gritó como mierrrrrr. jajaaja
Maxwell, me imagino que se metió EL SUSTO!!! jajaja pobrecito!!!
Es divertido, pero cuando nos lo hacen a nosotros, sálvese quien pueda! No?
Beso!
En verdad tienes talento para narrar anécdotas, estaba lela! No puedo negar que tocas mi corazón, creo que a veces eso es a lo que le tengo más miedo, aquí entre nos. Por eso todo mundo te quiere tanto, te pareces a él.
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