Poseída por Cupido

Cuando estaba en colegio no querías que tenga enamorado. Decías que esas eran cosas de grandes y que todavía no estaba preparada para entregar mi corazón. En realidad creo que no querías que esté preparada. 

La primera vez que tuve enamorado no sabía cómo decírtelo, y como siempre la mejor mediadora para eso fue mi mami. Nunca te conté pero ya lo sabías, me di cuenta porque evadías mi mirada y mis conversaciones por algunos días. Tu hijita menor se estaba enamorando por primera vez.

Ni qué decir cuando en el matrimonio de Karina el ramo me cayó directo en las manos. Me perseguiste por 20 minutos contados con reloj para que lo devolviera a la novia quien "tenía" que lanzarlo de nuevo. Aún faltaba mucho para conocer a la persona que se quedaría con mi corazón y pondría un anillo en mi dedo anular de la mano izquierda. 

Llegaron las épocas de las fiestas, a las cuales tú mismo me ibas a dejar y recogías a una hora exacta. Primero fueron las 11, luego las 12, la 1 y las 2. Ya cuando el permiso se extendió  me regresaba en mi carro a las 3 am máximo en la puerta de la casa. Obviamente con el teléfono al costado porque llamabas minutos antes de la hora a ver por donde estaba.

Jamás supe qué era un campamento porque a esos sí que no me dejaste ir jamás. Primero decías que era peligroso y cuando estaba en la universidad, porque mujeres solas no podían defenderse y yo sin enamorado que me cuidara peor. Y cuando ya tuve un enamorado que me cuide, no podía ir por tener enamorado. No podía entenderte aunque tratara de hacerlo.

La verdad es que entregué mi corazón algunas veces, no quiero decir cuantas porque algunas no las sabes y como que ya para qué no? Pero sólo una vez lo entregué sin esperarlo de regreso y hasta ahora sigue en su cancha. No llegaste a conocerlo en persona pero estoy segura que desde donde estés ya lo conoces perfectamente. Seguro te encargaste de mover cielo y tierra y pusiste en marcha la creación de un servicio de inteligencia para estudiarlo antes de que le diera el sí definitivo que cambiaría mi vida. 

En algún momento de mi vida obligué a mi corazón a desear amor para el que lo pisoteó un poquito tal vez sin querer. Digo que lo obligué porque muy en el fondo no quería dejarlo pasar, pero así fue. Y esa es la única manera de garantizarle, a ese mismo corazón que lloró y cruzó los dedos para ser correspondido, que en algún momento, cuando menos lo espere, lo vendrán a recoger para jamás ser devuelto. 

Y eso es lo que deseo hoy para todos los corazones que laten por alguien. Simplemente amen, y deseen amor. Es el mejor boleto para que alguien los ame condicionalmente hoy o tal vez mañana.

Feliz día para todos los que creen en el amor.

Para los que esperan encontrar a la persona indicada para decirle que...

Es el mejor refugio para protegerse de la lluvia, la pastilla que se lleva todo dolor, que es la luz que ayuda a encontrar el camino, las palabras cuando no se sabe qué decir, el punto de todas las oraciones finales, el hombro cuando se necesita un apoyo, el doble latir de un sólo corazón. 

Las mejores parejas son las que permanecen juntas aunque sus cuerpos estén separados. Como tu caso papi. Sigues tan cerca de mi mami que cada mañana cuando ella abre los ojos, dice buenos días al lado izquierdo de la cama que los abrigó por muchos años. 

Esa unión que parece haber sido trazada por la flecha más fuerte de ese Cupido que todo lo puede.