Despertarse pensando que lo que acaba de pasar es real, es lo peor que puede pasarle a una persona que NECESITA DORMIR! Esta ha sido mi semana de pesadillas.
Todo empezó hace dos días cuando me dormí hablando por teléfono con una pequeña ratona. Chismeamos como 20 minutos y su voz pareció tener un efecto somnifero porque poco a poco yo iba hablando huevada y media. Lo peor es que no me acuerdo qué le dije. cuando cortamos me quedé dormida y soñé con lo peor, MUELAS! no creo eso que dicen que cuando sueñas con muelas significa muerte y no se que tanta cosa. La verdad he soñado con muelas y nadie se ha muerto y NO HE SOÑADO con muelas y sí han muerto. Una sonsera la verdad. Pero lo desastroso es cuando sueñas y lo SIENTES. Soñé que los dientes me hincaban las encías y me los arrancaba, y me dolía demasiado!
Pero en mi sueño sabía que era un sueño.
Y en el mismo sueño, me desperté en el sueño. Otra vez me arranqué los dientes y me DOLIÓ!
Y sabía que era un sueño de mi sueño.
Y en mi sueño, me desperté del sueño de mi sueño!
HORRIBLEEEEEEEEEEEEEEE!!!
En fin, no dormí nada.
Lo único que logré fue un dolor de cabeza.
El dolor antes de la migraña.
Al día siguiente fue peor. Tuve una señora pesadilla. Esas en las que gritas con voz de cabro (no sé de donde sale voz de cabro pero en serio sale un grito medio extraño). En realidad no puedo ni siquiera explicar lo que soñé. Solo sé que estaba con Brunito mi perro; con Dani, mi practicante; con amigas que no veo hace siglos y tíos que tampoco veo hace siglos. Estabamos en la playa (una playa al norte y en mi sueño el norte estaba en MALA... aunque usted no lo crea) los sueños a veces son pedos mentales como dice Zomosa, rocas del alma. Hubo un terremoto y el mar se iba a salir, sonó un GONG como en Chile, nadie quería irse y yo solo quería regresar a Lima, y decirle a mis papás (porque en mi sueño tú aun estabas vivo) que yo estaba bien pero que fueran a recogerme. No había línea, ni teléfonos públicos, y la roca máxima: no habían taxis que vayan a Lima en medio de un terremoto. El tema es que me metí a una casa, en donde habían gatos que se querían comer a Bruno. Los gatos ladraban. OJO: no maullaban sino ladraban. Ví un teléfono, lo levanté y me habló una vieja con voz de loco. Me asusté, me di la vuelta y salió la vieja de una puerta y salió el grito de cabro: POR FAVOR AYUDEMEEEE!
Me desperté y desperté a mi mamá y ahora el dolor de cabeza de hacía dos días se volvió en una grandísima migraña con todas las letras en mayúscula. No quería ni contar el sueño porque de verdad me daba verguenza. Y un poquito de miedo.
Los sueños, sueños son y a mi que me corten la cabeza si grito como cabro.
Creo que sigo soñando.
Y además con migraña...
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