No sé ni como empezar a decirte todo lo que tengo en la cabeza.
Aunque sea un poco contradictoria mi sonrisa con lo que siento en el corazón, estoy feliz. Tu bebita, la última de las hijas, la más engreída, llorona, peleona y ladilla, se casa. Ese es el resumen claro y conciso de lo que ahora es lo más importante que me pasó en la vida.
Repito, estoy feliz... pero me faltas tú. Me faltó ese abrazo que me hubieras dado, ese beso con celo reprimido y esas palabras con voz quebrada que hubieras pronunciado.
Me faltó ver tu aprobación para dejarme ir, en palabras porque viviré aun en la casa, en ese minidepa que hiciste hace años pensando en nosotros. Como siempre, tú te adelantabas a los hechos.
Me faltó ver esa mano apretando la mano de la persona con la que compartiré mi vida entera. Esa persona que se parece tanto a ti que se me escarapela el cuerpo. El que hubieras querido como a un hijo más por ver cuanto me ama y me cuida. Ese que será un miembro más de la familia que no te conocerá en vida pero sí por las miles de historia que escucha y seguirá escuchando por el resto de la vida.
Hoy llegó ese día, el día que tanto temí, por la simple razón de darme cuenta una vez más que ya no está.
Hoy comienza esa cuenta regresiva para entrar a una iglesia, con otra persona que no eres tú dándome la mano y llevándome donde él. Donde el amor de mi vida.
Hoy comienza la cuenta regresiva para el día que tanto imaginé contigo a mi lado. Pero esta vez será distinto. no estarás a mi lado, pero sí dentro de mí. Así te siento ahora.
Hoy recuerdo con ilusión ese día, del que me hubiera encantado que formaras parte y seas un cómplice más de la forma en que Lalo eligió decirme esas 7 palabras que cambiarían mi vida. Es día en que hubieras sido un cómplice más, como lo fueron mi mami y Bruno, el cuadrúpedo más conocido de mi red de amigos en el Facebook. Quien dirigido por mi mami bajó las escaleras a las 12:30 de la noche (cuando ya era mi cumpleaños) con un cascabel y su corbata michi muy elegante llevado una bolsita negra - un regalito de mi mami - fue lo primero que pensé. Al desatar los 20 nudos que más parecían candados con llave que mi tan cuidadosa madre hizo para evitar cualquier tipo de sacudida canina lanzara la volando la joya, miré a Lalo esperando que emita alguna palabra porque no hablaba nada, y fue cuando se arrodilló y con esos ojos tan llenos de amor pronunció esas 7 palabras de las que te hablo: Enanita, te quieres casar con tu ovejita?
No tengo palabras para describir lo que sentí en ese momento. No tuve palabras en ese instante tampoco. No tenía aliento, no tenía voz, no encontraba sinónimos ni nada parecido para decirle que lo único que quería era abrazarlo y decirle sí. Fue cuando entonces volvió a preguntarme lo mismo, por segunda vez, pues ya luego me contaría que como no dije nada, pensó que tal vez le diría que no. Pero cuando por fin pude abrazarlo, todo el aliento, todas las lágrimas y toda la voz que no salía, SALIÓ! Aun se me pone la piel de gallina cuando me acuerdo.
Cuánto me hubiera gustado que estés conmigo!
Cuánto me gustaría que conozcas a la persona que será mi compañero de vida.
Cuánto daría porque estés conmigo ese día y no tener que entrar de la mano con otra persona.
Cuánto daría por saber qué piensas de este paso tan importante para mí.
Cuánto quisiera que me digas cuanto me quieres y lo orgulloso que estás de todo lo que estoy viviendo.
Hoy comienza la cuenta regresiva para el día que tanto imaginé contigo a mi lado. Pero esta vez será distinto. no estarás a mi lado, pero sí dentro de mí. Así te siento ahora.
Hoy recuerdo con ilusión ese día, del que me hubiera encantado que formaras parte y seas un cómplice más de la forma en que Lalo eligió decirme esas 7 palabras que cambiarían mi vida. Es día en que hubieras sido un cómplice más, como lo fueron mi mami y Bruno, el cuadrúpedo más conocido de mi red de amigos en el Facebook. Quien dirigido por mi mami bajó las escaleras a las 12:30 de la noche (cuando ya era mi cumpleaños) con un cascabel y su corbata michi muy elegante llevado una bolsita negra - un regalito de mi mami - fue lo primero que pensé. Al desatar los 20 nudos que más parecían candados con llave que mi tan cuidadosa madre hizo para evitar cualquier tipo de sacudida canina lanzara la volando la joya, miré a Lalo esperando que emita alguna palabra porque no hablaba nada, y fue cuando se arrodilló y con esos ojos tan llenos de amor pronunció esas 7 palabras de las que te hablo: Enanita, te quieres casar con tu ovejita?
No tengo palabras para describir lo que sentí en ese momento. No tuve palabras en ese instante tampoco. No tenía aliento, no tenía voz, no encontraba sinónimos ni nada parecido para decirle que lo único que quería era abrazarlo y decirle sí. Fue cuando entonces volvió a preguntarme lo mismo, por segunda vez, pues ya luego me contaría que como no dije nada, pensó que tal vez le diría que no. Pero cuando por fin pude abrazarlo, todo el aliento, todas las lágrimas y toda la voz que no salía, SALIÓ! Aun se me pone la piel de gallina cuando me acuerdo.
Cuánto me hubiera gustado que estés conmigo!
Cuánto me gustaría que conozcas a la persona que será mi compañero de vida.
Cuánto daría porque estés conmigo ese día y no tener que entrar de la mano con otra persona.
Cuánto daría por saber qué piensas de este paso tan importante para mí.
Cuánto quisiera que me digas cuanto me quieres y lo orgulloso que estás de todo lo que estoy viviendo.
Daría mi vida por sentirte ese abrazo tan rico que solo un papá sabe dar.
Pero sé que eso no es posible.
Solo me imaginaré lo que pensarías de Lalo, y me quedaré tanquila porque como tu decías, sé que hubiera sido tu "chochera". Se parece mucho a ti en realidad. Creo que no podría pedir más: un chico lindo, bueno, creativo, unido a su familia, responsable, inteligente, luchador, buen amigo, buen consejero... suficiente no?
Estoy segura que algún día escucharé con esa voz que tanto extraño una frase que tengo en la mente: Marité, hijita, que lindo saber que estás creciendo tan rápido y al lado de un hombre tan bueno.
Estoy segura que algún día lo escucharé.
3 comentarios:
Marite me has hecho botar unas lagrimitas al leer este post. ¡Qué lindas cosas escribes sobre tu papi y qué romántico que es tu novio. Te deseo todo lo mejor y espero que nos juntemos con Yoli pronto para que me cuentes todo con lujo de detalles. Un beso grande!!!
Gracias Nati!!!
Sí! Tenemos que! Mañana llega la Yolita! Nos juntamos de hecho! Qué dices del jueves a eso de las 5:00 puedes???
Marite!
que lindo tu blog!!
ten por seguro que tu papi estuvo en ese momento tan especial de tu vida.
Que orgulloso debe estar tu papi de tener a una linda mujer como hija.
Un besote reina.
Cinthia.
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