Arriba las copas + 1

Pensé que este día sería bonito. Pero nunca me imaginé que fuera uno de los mejores, uno de esos casi casi perfectos en el que solo faltaba un pequeñísimo detalle para ser catalogado como EL MEJOR DÍA. Solo faltabas tú.

Me desperté tempranito para ir a la peluquería y hacer tantas cosas que sería imposible detallarlas en este post: que las manos, las medias negras, el bolerito, el vestido, el pelo, el maquillaje. Todo lo que tenga que ver con salir bien en la fotos, valen comentarios huecos ok? Quise ayudar a mi mami en todo lo de la comida, en arreglar la casa y demás. Solo pude ver el tema de la música y arreglar las flores tan lindas que mandaron a la casa.

Ingenuamente pensé que en algún momento tocarían el timbre, entregarían un gran arreglo de tulipanes y leería una tarjetita de tu parte... solo ingenuamente.

Llegó el momento y yo temblaba. Llegó Karina, Lissy y solo faltaba la familia de Lalo. Se demoró un poco porque el tráfico, del que ya rajé hace unos días, estuvo realmente imposible. Pero después de un ratitin de esperar, llegaron.

Las palabras de todos los que hablaron fueron demasiado lindas. Desde el momento en que lalo me entregó el anillo, por segunda vez, y dijo "quiero entregarte este anillo que lo compré con mucho amor, para que represente solo un pedacito de mi corazón" se ganó el show y el corazón que ya ganó hace tiempo... mio y de toda la familia. Luego David, nos sorprendió con esas palabras tan lindas que dijo de todo corazón. Ya no sigo porque sino me enroncho, es mi hermano pero es negro... mentira... así lo quiero.

Comimos, nos reímos, hablamos de todo y de todos y la pasamos muy bien. Estoy segura que desde donde estés, la pasaste bien como nosotros, escuchando y divirtiéndote con todo. Lejos, pero cerca a la vez.

Nunca me voy a olvidar lo que me dijo Karina un día antes de la reunión "no te pongas triste porque mi papi encontrará la forma de que sepas que está contigo en este día tan especial", y como ya sabrás, después de que Lalo habló, David le acercó una copa de champagne que sirvieron de más. Nadie sabe cómo si las copas estaban contadas mil veces por si acaso alguien nos faltara. Nadie sabe cómo contaron una persona más. Igual que la silla en la sala que en todo momento quedó sin nadie encima.

Después de todo Karina tuvo razón y estuviste a mi lado en ese momento tan importante para mi.

Esa era tu copa, y esa era tu silla.