Muchas veces me he preguntado qué necesito hacer o dejar de hacer para poder estar contenta con todo lo logrado en el día. Pues la respuesta correcta es comprarme un reloj mágico que detenga las horas comunes para hacer lo que DEBO y QUIERO, luego de terminarlas, que siga el mundo.
Si el día tuviera más de 24 horas podría hacer mil cosas, tal vez con unas 30 me conformaría. Pero la lista de posibles que haría en esas 30, es interminable:
- Terminar mi libro y empezar el que tengo en cola hace meses.
- Comparme el vestido que busco para el sábado.
- Averiguar más cosas que engorden mi pequeño file de ilusiones matrimoniales.
- Reirme un poquito más.
- Sería más difícil no romper la dieta pero téndrías más tiempo para remendar tus errores... del día.
- Conversar más con mi mami.
- Dormiría temprano.
- Iría al gimnasio y quemar la lechuga que comí de más.
- Podría pasear con Bruno.
- Ver más películas.
- Terminar la serie que tengo atracada en el capitulo 5 de la primera temporada que encima cancelaron por falta de presupuesto.
- Podría cumplir con la chamba extra que me dejan para nuevos "proyectos".
- Escucharía más música.
- Comería carbos en la mañana porque después de las 6 engordan.
- Llegaría temprano al punto.
- Recuperaría el sueño perdido en el tiempo y no tomaría ese cafecito adictivo que hace temblar.
- Tendría fuerzas y ganas de ir a clases.
Haría esto y mil cosas más que no puedo hacer en un solo día...
Pero si el día durara más...
También trabajaríamos más.
Me quedo con mis 24 horas misias que no me alcanzan para nada.
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