Llegamos al veterinario y Bruno no quería bajar del carro. Lo cargué y entramos a ver al Doctor que lo saludó muy cariñoso... "Brunito, cómo está usted señor?" Aunque Bruno no lo quiere mucho que digamos bajó la cabeza y dejó que éste lo acaricie un poco.
Con 10 kilos 500 gramos lo subieron a la camita para examiralo, yo lo agarraba de la cabecita y él me miraba como diciéndome "por qué me traes acá!". Lamentablemente él nunca enenderá que lo hago por si bien. Para que más adelante no le pase nada malo. Lo pusieron con sus patitas hacia arriba, yo siempre agarrándole la cabecita. "Preparenlo para la operación" empezaron a afeitarle su pancita hasta que quedó como un bebito. Ni un pelo a la vista. Él, tranquilito. Me miraba. Lo afeitaban, le hablaban, y él, me miraba. Terminaron y le pincharon su patita. Ya tenía el suero a la vena para poder aplicarle las medicinas. Esperamos un poco más de 20 minutos y lo cargué para llevarlo a la sala de operaciones. Sentadito en la cama de metal, esas que solo son para animalitos, se aferraba a mi clavandome sus uñas. No sé de donde salieron esas uñas tan grandes, pero parece que las tenía bien escondiditas. El doc nos explicó que le aplicaría la anestecia y Bruno se desplomaría. En ese momento debíamos abandonar la sala. Lo abracé mientras le ponían la anestecia y le decía a la orejita cuánto lo quería y cuánto lo iba a estar esperando afuera. Nunca lo dejaría pase lo que pase. Cuando lo solté, ya estaba como un trapito. Aun con los ojitos abiertos, pero ya sin fuerzas. Lo echaron en la camita y me invitaron a retirarme. Que educado suena no? Me invitaron a salir y dejar a mi bebito. Caminé hacia la puerta y él me seguía mirando. Lo esperé afuera hasta que cerró sus ojos. Y empezó la operación.
Fueron 45 minutos que se hicieron eternos.
Pero por fin el doctor salió y nos dijo "ya quitamos toda la masa. comprobamos que era un testículo retenido, pero debemos mandarlo al patólogo solo para descartar" esperemos que no sea nada. No será nada, yo lo sé. Lo vimos por afuera de la puerta, ya estaba en la camita del lado derecho, ahora era el turno de operar a Bala, la vecinita del canil de Bruno. Ella estaba más grave. Se había comido una zapatilla y ahora estaba con infección y haciendo sangre. Ella también salió bien pero su operación fue más larga.
Ya Bruno en el canil me miraba pero aun no podía controlar ni sus movimientos ni su lenguita. Me partía el corazón verlo tan inquieto. Nos quedamos ahí a su lado, mirándolo desde el otro lado de su canil, pero siempre a su lado, haciéndole todo el cariño posible. Queríamos que descanse y duerma un ratito pero fue intento fallido. No pegó el ojo en todo el momento que estuvo en la veterinaria.
Hasta las 7 PM que le dieron de alta y lo llevamos a la casa. Lo cargué y lo puse en su cama. Por fin cerró los ojos y se durmió.
Yo también por fin pude dormir...
Esperemos que todo lo que viene salga bien, como hasta ahora...
Tiene que salir bien...
2 comentarios:
Yo sabia que todo iba a salir bien... tu papi lo iba a cuidar en todo el proceso.. ahora lo que vienes estoy segura que no sera nada malo...
Te prometo ir a visitar a bruni esta semana... pero no llevare a Nui para q el pueda descansar...
te quiero mucho tips
Debbie
algunas historias si tienen final feliz...
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