Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

20.8.10

Tus manos

¿Sabes qué es recordar algo imposible? Es crear en tu mente algo que nunca ha pasado. O revivir algo que no recuerdas. Tener un vago pensamiento sin forma que no llega a ser recuerdo porque nunca pasó. Y si por algún motivo pasó, no lo recuerdas por quién sabe qué: mucho tiempo pasó, no te diste cuenta, lo pasaste por alto, estabas borracho, estabas dormido, miles de motivos más. Para mí, recordar cosas que en realidad no recuerdo, o vivir las que nunca viví me ayudan a sentirte más cerca.

Ayer estuve pensando en tus manos. Es que es tan fácil acordarse lo suavecitas que eran, que a veces solo cierro los ojos y me imagino que te doy la mano y caminamos juntos por la nieve de Rusia. Esa nieve que solo puedo recordar de esa forma, imaginándola, porque aunque sé que estuvimos ahí algún día, jamás podré retroceder más de 25 años en mi memoria. No me acuerdo de nada. Pero sí lo siento.


Últimamente esto de recordar cosas imposibles me está resultando más fácil. No sé si me entiendes, pero por ejemplo hoy me desperté e imaginariamente esuché cómo cerrabas tu  maletín y te despedías de mi mami, Bruno gruñía, tu te reías y decías "AU", Bruno celoso en acción impedía que te acercaras a mí para despedirte. Finalmente, en mi mente, me dabas un besito y me decías "chau hijita, cuídate mucho por favor y maneja con cuidado". Solo imaginariamente. Abrí los ojos y me acorde que solo era un recuerdo. Pero yo lo recree en mi mente. Ahora me resulta fácil. Más fácil que antes incluso.

Cierro mis manos y siento lo suavecitas que eran las tuyas. A pesar que hace muchísimo ya no te daba la mano para caminar como cuando era chiquitita y recién caminaba, o para cruzar la pista. O simplemente cuando tenía frío y tú me abrigabas. 

Hoy, cerré los ojos y me dolió recordar otra cosa imposible.
Me dolió no sentir tus manos suavecitas en verdad.
No poder tocarlas cuando tengo frío ni cuando tengo miedo.
No poder darles un besito de vez en cuando.

Me dolió no poder cogerlas y sentir lo suavecitas que eran cuando esté a punto de casarme.

1 comentario:

Pamela Janet Rodriguez Piminchumo dijo...

Saludos que sigan brotando las palabras como estela a la luz del alba. Besos.

El heroe de mi vida