DESINTOXICACIÓN

Primer día: Sufrimiento

Segundo día: Agonía

Tercer día: Qué sigue??? Muerte???

Una semana: POR DIOS!!!

Voy solo un día sin Blackberry y ya siento que muero.

Algo me falta, algo me altera, algo me angusta y me tiene en alerta.

No tener mi computadorita, que todo me dice, en la cartera me hace sufrir!!!

Y recién va solo un día!!!

Puede parecerte exagerado, pero tú me conoces y sabes que siempre he sido "telefonodependiente" y eso que no me viste con mi Blackberry. Lo odiarías tanto o más que Lalo!

Sucede que un poco después que te fuiste, se pusieron de moda estos "aparatejos" que antes eran imposibles de usar para mí. Pero cuando me entregaron uno en la oficina empezó una relación que no es fácil de terminar ahora. Aunque sea solo por una semana.

Sé que antes sufrías por el tema del teléfono. Sea porque hablaba mucho, mis amigas ocupaban la línea llamándome todo el día y yo a ellas, las cuentas de teléfono eran de locos, mis hermanos pagaban pato por mi culpa porque a ellos también les caía su café con la cuenta, y era el tema de nunca acabar. Hasta que me hice grande y sabia... mentira, hasta que pude pagar mis cuentas del celular por mí misma. Obvio, plan control. Pero ahora, los tiempos han cambiado y mis manos no pueden estar separadas de mi tiernito Blackberryto.

No es que sea loca demente y obsesiva, pero ya me acostumbré a ver mis mails a cada rato. Veo la lucecita roja y sé que hay algún mensaje nuevo. Puede ser un comentario nuevo de mi blog, un voto más hace unos días cuanto los votos aun valían, mensajes en el bb chat, y miles de cosas más. Siento que es una parte de mi cuerpo. Algo así como cuando te contaba que no había forma que me fuera a la universidad sin aretes porque me sentía calata, te acuerdas? Teníamos que volver a la casa cuando por apurada salía sin mis bolas en las orejas.

Ayer mi teléfono se durmió... o mejor dicho se enfermó un poco y tuvieron que llevárselo a servicio técnico. Primero dije: "no! ya le va a pasar! volverá a funcionar normal en solo unos minutos". Pero no reaccionaba. Era tiempo de llevarlo y que se quede internado por un día. ¿¿¿Pero una semana??? Es demasiado!!! Todos me decías cosas como: ¿y ahora?, ¿qué vas a hacer?, ¿cómo vamos a hablar?, no vas a soportar tanto tiempo, uy!!! Y yo en lo único que pensaba era en la cara de felicidad de Lalo cuando se enterara que estaría lejos de su enemigo más poderoso durante toooooda una semana (incluyendo un fin).

Debo confesarte que me deprimí un poco. Llegué al gimnasio y me desahogué pero por ratos me acordaba y sufría. Hasta que llegué a la casa y lo primero que mi mami me dice al saludarme y luego de escuchar mi dilema fue demasiado:

- ¿Por qué estás con esa cara?

- Es que mi Blackberry está en mantenimiento hasta el próximo viernes.

- Qué bueno, así vas a dormir más. Odio ese aparato.

Me pareció tan distinto su comentario a todo lo que escuché en el día, que me hizo sonreír y decir: siiiii! por qué no pensar así. Voy a poder estar más tranquila el fin de semana.

Pasaron unas horas y empezó nuevamente la agonía. No puedo vivir sin él.

Lo confieso...

SOY ADICTA AL BLACKBERRY Y ESTOY SUFRIENDO SU AUSENCIA!!!