Derrochando felicidad

¿Sabes lo feliz que estoy no?

Tan feliz que quisiera no exteriorizarlo tanto porque en este mundo hay gente tan mala que puede aprovechar ese momento de viaje por la nebulosa de una persona cualquiera para tumbarla con un aletazo al suelo.

Esta vez, nadie me la robará. Y estoy segura de ello.

Cada vez me convenzo más de que las cosas que me pasan aquí abajo son manejadas por hilos invisibles desde allá arriba. Hilos que solo tú puedes mover de esa manera.

La gente que he conocido en estos casi tres años y me ha dejado una o más historias que contar sin duda fueron piezas estratégicas colocadas por ti. Ayer me lo volví a pensar y sonreí en silencio.

Puede para ellos nosotros seamos solo un cliente más, pero para nosotros fueron mucho más que simples proveedores. Supieron reflejar el lenguaje de mí corazón y el de Lalo de la mejor manera.

Digo que son estratégicamente colocados en mi camino por una sencilla razón: aparecieron de la nada en cuanto te fuiste, y cada uno en su momento sabe decir y hacer incluso un mínimo detalle que me toca el alma y trata de borrar una de esas cicatrices que llevo dentro. 

Como siempre digo... y sin exagerar... son angelitos que sin necesidad de tener alas, me ayudan a volar junto a ellos y caminar sobre las nubes.

... y eso que esto recién empieza...