Dolor nalgal: ese nombre le he puesto yo!

Último día de la semana y último día de descanso médico. Ya no soporto más estar en la casa trabajando! Quien pensó que estar mal de algo, con reposo "absoluto", sin poder manejar ni hacer ningún tipo de esfuerzo (ni siquiera estornudar) era algo recontra relax... FALSO!

Es peor estar con el estrés de la chamba a distancia, y los exámenes y citas con el doctor a hora punta. Por ejemplo, ayer no tenía nada de ganas de sacarme las radiografías. Pero tenía que hacerlo. Todo el camino de ida a la clínica me acordé de ti. Cómo odiabas que me saquen esas placas. Le repetías al radiólogo mil veces que "me tape mis ovaritos" para que los rayos x no me hagan daño. Más lindo, yo tenía 15 años y tú ya pensabas hasta en tus nietos.

Bueno, la cosa es que estaba con una flojera única, pero tenía que ir. Llegué a la sala de rayos x y esperaba que me atendiera un vejete amargado como los que atendían hace mucho en el hospi que me vio crecer. PERO NO! Era un chico, normal, se veía simpaticón (aunque Lalo se moleste al leer este post) y era buena gente. Me dijo que me quitara las zapatillas y me agaché cual anciana por el tema de la columna que ahora resulta que no es lumbalgia sino algo con el sacroiliaco, que nombres tan raros en verdad. Busqué en internet, me traumé y me olvidé. He descubierto que ese proceso es mejor. Averiguar, asustarse y olvidarse. A veces sirve y a veces no. Pero el punto es que al agacharme me saqué las zapatillas y me levanté un poco más rápido y casi se me sale la cabeza. Me había golpeado con máquina de tomografías y simplemente el ruido que hice fue más que mi dolor "nalgal". Me puse roja como tomate y me sobé la mitra. Qué me quedaba... miré alrededor esperando que nadie haya visto la escena y el radiólogo salió de su cubil un poco preocupado diciendo "cuidado, vas a salir más lesionada de lo que viniste". Roche total! Si hubieras estado ahí al principio correrías a sobarme la cabeza y luego te reirías bajito para que no me sienta mal. No te conoceré...

Luego me subí a la máquina esa para tomar las placas: traca traca traca "no respireeee" decía el hombre. Luego de unas 3 fotos a mis huesos locos me pidió una última. Me dijo que pusiera mis manos en la nuca como para hacer abdominales, "me estará hueveando?" pensé al inicio, pero me di cuenta que no. Al subir los brazos me dolió como miércoles y se me escapó "concha..." y me quedé callada. Segundo roche en el día. Aguanté como los machos! Pero por si fuera poco, sentí un leve airecito por mi axila. UN HUECO TAMAÑO JUMBO se había alojado en mi linda chompita morada. Eso me pasa por apurada, floja y distraída. El hombre habrá pensado que soy pobre! Felizmente bajé el ala al toque para que no se de cuenta. Pero si se ganó con mi tercer roche que chu!

Me bajé de la máquina pensando en que hoy me dirían que no tengo nada y puedo hacer mi vida normal. Hace unos segundos nuevamente escuché "paciente Alarcón" y me paré para entrar al consultorio.

No hay nada que se tome a mal si estamos de buenas.

Esta es mi racha y por eso todo lo que sea que pueda tener, quedará en el olvido.

Pronto el dolorcito molestoso pasará y volveré a las calles en mi bólido a luchar contra los ineptos con brevete.

Agárrense que he heredado las pilas de mi papá. 

No solo las pilas en actitud.

Sino las pilas "literalmente hablando" que guardaba en su guantera...

Para partirle la luna a cuanto micro se le atravesara.

GENIO!