Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

7.9.12

Anita y Enriqueta

Esta semana Costa Rica se vio afectada por un violento terremoto que ocasionó alerta de tsunami en casi todas las costas de latino américa y el caribe. A pesar de levantarse esta alerta y cancelar la amenaza no podía dejar de darle "f5" a la página de El Comercio para enterarme de cada detalle. Lamentablemente fallecieron 2 personas, pero queda el alivio que pudieron ser muchos más los afectados. Felizmente, es un país que parece tener reacciones buenas y de manera ordenada. Pudo ser peor.

Todo esto me llevó a pensar en el terremoto del 70', en el cual tuviste que ir a la zona afectada y ayudar a los damnificados llevando donativos y apoyando en todo lo que era humanamente posible. Recuerdo el día en que me contaste que casi vuelves a Lima con una niñita de la mano...

Era chiquita, tendría más o menos unos 3 años y había perdido a sus papás y hermanitos. Estaba sola en un mundo que para ella estuvo a punto de terminar. Llena de polvo y con la ropita un poco raída caminaba lento al lado de Enriqueta, su gallina. La llevaba del cuello, amarrada con una soga un tanto deshilachada, ella era lo único que le quedaba de "familia". Estaba entre un grupo de sobrevivientes que fueron conducidos a Chimbote, lugar en donde se instalaron los cuerpos de paz con carpas, instrumentos de primeros auxilios y alimentos enlatados. Todo era medido, el agua escasa y la ayuda inmensa, cada granito que una persona pudiera aportar era bienvenido. El grupo de damnificados llegó y al querer atenderlos la niñita se prendió de tu mano, fuertemente te apretó el dedo pulgar y miraste hacia abajo. Indefensa, débil y con los ojitos llorosos la miraste y sin decirle nada solo le agarraste la cabecita. No fue necesario que se digan nada, ella confiaría en ti y tú serías su protección. Días de espera vendrían para poder ser dirigidos a Chiclayo y poder buscarles una nueva vida a todas las personas que lograron ver el día después de esa violenta pesadilla.


Fue tu hijita incluso antes de haberte casado con mi mami, te veía como su papá, pues te encargaste de buscar todo para que esté tranquila y contenta: la limpiaste el primer día que se encontraron y le encontraste ropita nueva para que no tenga frío, a partir de ese día una linda relación empezaría a florecer. A la mañana siguiente, muy tempranito te levantaste sin hacer bulla y pasaste despacio para no despertarla, a ella ni a los demás que dormían apilados en la carpa, era necesario encontrar algo para que pueda tomar su leche. Una niñita de 3 años tiene alimentarse de la manera correcta porque de eso depende el resto de su vida. Una botella de gaseosa hizo de envase de biberón, el chupón sería lo difícil, pero entre los donativos encontraste una tetina que haría el match perfecto con ese envase de plástico. Luego del desayuno diario salían a pasear y le pedías que te esperara jugando con Enriqueta hasta que tú volvieras a la hora de almuerzo, seguro en la tarde era la mejor hora, pues jugaban a la pelota y a perseguir por todas partes a Enriqueta que por unos momentos era liberada de esa soga apretada al cuello. Aunque no era tan divertida como un perrito pero era su mascota al final. 

Días después llegarían de pasear para encontrarte con tus compañeros preparando una rica sopa la que les invitaron a los dos con todo gusto. Después de hacerla dormir te enteraste que eso que se tomaron estaba hecho nada más y nada menos que de la misma Enriqueta. Entiendo el tiempo difícil, el hambre que podían tener y la escasez de alimentos... pero ¿comerse a Enriqueta?, en el momento que me contaste detrás de tu sonrisa se ocultaba una penita inexplicable, no lo puedes negar. Felizmente lograste encontrar un peluche que reemplazó a Enriqueta sin problema. Tus amigos te pidieron disculpas, pero por obvias razones, los entendiste. Tú también disfrutaste ese caldo de Enriqueta.

Así pasarían días, semanas, hasta completar el mes de convivencia con la pequeña. Nunca supiste su nombre, pero tenía cara de Ana, para ti fue Anita, con cariño. Llegó el día de separarse, ella tendría que ir a Chiclayo a esperar por su nuevo hogar, su nueva familia. Pues a pesar de tus intentos por convencer a mi Abuelita para que la adoptara ella ya había criado a tres hijos que ahora estaban hechos y derechos, su labor de madre ya había culminado y no podría darle la vida que una niñita merecía, "los años pasan y también pesan", te dijo. Y tú, pues eras soltero y aun no conocías siquiera a mi mami, no podrías tenerla como hijita, por más que quisieras. 

El día en que su manito dejó de apretarte el dedo pulgar para subirse al avión de la mano de su nuevo peluche marcó tu corazón. Me lo dijeron tus ojos brillositos y tu sonrisa al contarme esta linda historia. Por más que no lograste colocar tú mismo en una linda familia a Anita, estoy segura que ahora es una mujer de bien gracias a ti. Gracias a su ángel de la guarda que la encontró el día que su mundo casi casi se termina.

Una vez más me doy cuenta que no solo te convertiste en un héroe el día que te fuiste al cielo, sino lo fuiste incluso cuando caminabas en esta tierra.


   

20 comentarios:

Eduardo Rodríguez dijo...

wow que historia que demuestra la calidad humana de tu papá. Esos momentos son terribles. En Pisco llegaron algunos niños que fueron adoptados también como consecuencia de ese terremoto del 70.
Pobre Enriqueta!.
alguna vez has pensado en buscar a Anita?

Mariela García dijo...

Awwww siii es un HEROE!!!!! que bella historia, no hay hombres así!!! tu dad es un Heroe!!! y pregunto lo mismo que edu, la has buscado? <3

Mina Treintañera dijo...

He llorado desde que leí que encontró a la niñita, encima de 3 años como Alessita, pero cómo es Diosito y cómo son los niños de sabios no? Habiendo tanta gente, justo se va con él, se juntaron dos angelitos, qué lindo de verdad. Se me ha quedado un nudito en la garganta después de la leerte y me quedo con la misma pregunta que Marcelo, qué será de Anita? Imagínate que la encontraras!

Y lo de Enriqueta qué indignación!!! Pero esos amigos de tu papi sabían que era la mascota de la nena??? Porque si no lo sabían ni modo, yo también habría participado del almuerzo, pobechita Anita :0(

Me gustó mucho tu historia, es de las más lindas que te he leído, he llorado a moco tendido y todavía se me hace el nudo al escribirte, muy emocionante y tierno, si ya me caía muy bien tu papi, ahora ni te lo puedes imaginar, su imagen de héroe ha crecido aun más. Qué penita que no pudiera quedarse con ella, pero entiendo a tu abuelita a la perfección, no es fácil criar niños, parece cosa de nada, pero no! Te dan muchas alegrías pero a veces también hacen que uno se jale de los pelos. Aun así, con las 2 que tengo siento que a las justas llego, pero a veces siento que me falta algo más. Alguna vez se me ha pasado por la cabeza adoptar un niño, pero no sé, y mi esposo dudo que atracaría, pero es algo en lo que pienso mucho no sé por qué, y tu historia me lo ha traído a la cabeza nuevamente. Quien sabe, tal vez mi familia aun no conoce a su último miembro, todo es posible ;0)

Bello, bello todo. Beso!!! Te quiero un montón!!!

Hasta en el último rincón dijo...

Marcelo, sí, mi papá era muy humano, no hay duda. Eso de los niños que quedan huérfanos es muy duro. Me parte el alma. No la he buscado porque la verdad no sé ni por donde empezaría!!!
Un beso!

Marielita, sí reina,es una historia que conmueve mucho. No he pedido buscarla, no tengo ni por donde empezar a seguirle el rastro.
Beso!

Lenyis, gracias pro todo lo que me dices. Siempre tienes las palabras perfectas para todo. Mi papá tuvo un corazón de oro y siempre lo he sabido, más cuando me contaba historias como ésta por ejemplo. Tú también tienes ese tipo de corazón, nomás mira cómo piensas y lo que quieres hacer con un nuevo integrante en tu familia, con la sola intención ya te ganas el cielo por tu gran corazón.
Te quiero muchoooooooo!

Darío dijo...

Nuestros inolvidables héroes, los que no necesitan guerras ni armas para ser amados. Un abrazo.

la MaLquEridA dijo...

Pobre Enriqueta pero si hubiera sabido que seria comida para saciar el hambre de su amiga seguramente tampoco le habría importado.

Bella historia,


Beso

Luis Elbert dijo...

Yo también pensaba preguntarte si alguna vez has pensado en buscar a Anita ^^

Es una historia muy conmovedora, un poco triste, pero muy linda.

Me acordé de cuando era niño y mi madre compró dos gallinas, me encariñé tanto que no dejé que se las comieran xD (aunque una de ellas se murió cuando estaba en mis brazos o.O jeje)

Saludos, jovencita...

Peace&Love ^^

DRACO dijo...

me ha encantado la tierna historia de tu padre con anita y su gallina enriqueta. la vida después de un desastre natural es terrible tanto para el que la padece como para el que llega a ayudar y se compenetra totalmente con la situación.
besos.

Gary Rivera dijo...


Que linda historia! Que especial, pocas personas hacen este tipo de acciones y es por eso que el mundo esta como esta! Necesitamos mas personas como el!!

Un abrazote para ti! Seguro que hay mucho de el en ti!!

Elmo Nofeo dijo...

Dios sabe poner a las personas en los lugares y situaciones adecuadas, lo entendamos o no.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Llevo una temporada que no consigo sacar ni un segundo para pasar por los blogs amigos. En todo caso, por aquí ando. Pronto me pondré al día. Estupendas las palabras que nos has dejado.

Saludos y buena tarde.

Kikin Rispa dijo...

Pobechita Enriqueta :( Si tu papi estaba ahi seguro no dejaba que la hicieran caldo!!!

Edwin dijo...

No cabe la menor duda, tu papá fue un gran ser humano. Me alegraste el día con esta historia, ojalá todas las personas fueran igual de desprendidas que tu señor padre, todo un ejemplo caray.

Un abrazo.

[Maxwell] dijo...

Que hermosa historia y que dulzura para relatar esta historia.
Sin duda tu papá me sorprende cada día.
Seguro Anita lo recuerda cada día. Probre Enriqueta u.u

ludobit dijo...

esta historia es fantastica como para pasarsela a un equipo periodistico y encuentra a esa niña convertida hoy en mujer y saber su historia.
me dio penita lo de enriqueta :(
un beso, marite

Munani dijo...

Que bella historia y que encanto la forma en la que la narraste. Cada día me doy cuenta que tiene sentido cada cosa que escribes acerca de tu papá y como su amor florece en ti cuando escribes. Creo que su bondad se ha quedado también en Anita donde quiera que esté y Enriqueta, bueno, seguro que tenía el sabor de su cariño. Un abrazo!

Hasta en el último rincón dijo...

Darío, esos los mejores, los inolvidables héroes.
Beso!

Malque, a mí me dio pena tb cuando me lo contó!!! Pero él no sabía que la habían cocinado... pobre!

Elbert, las gallinas son lindas, y pueden llegar a ser fieles compañeras. Aunque a veces su destino no sea el mejor :(
Gracias por leerme!

Draco, pienso igual que tú. El desastre es tanto para el que lo vive como el que va en ayuda. Es admirable.
Gracias :)
Beso!

Gary, que lindo lo que me dices. Espero tener mucho de él. Al final soy la semilla que él y mi mamá crearon juntos no? Creo que tengo de los dos, felizmente :)
Gracias por leer y comentar. Lo valoro mucho!
FELIZ DIAAAAAAAA!
Beso!

Elmo, es rarísimo, pero es verdad. Y lo vengo pensando hace mucho tiempo. No por nada vas conociendo gente a lo largo de tu vida en determinado momento.
Beso!

Hasta en el último rincón dijo...

Hiperion, no te preocupes! Agradezco cada vez que puedes pasar por acá! Entiendo perfecto lo del tiempo, todos lo sufrimos!
Beso!

Kikin, si! Pobre Enriquetaaaaaa, no, ni hablar mi papá dejaba, pero bueno, en realidad no me imagino cómo estaban. Seguro morían de hambre :(
Beso!

Edch, el mundo sería mejor no? Tal vez todos tenemos esa forma de ser, solo que aun no lo sabemos.
Un besote Edch!

Maxwell, tal vez Anita no se acuerda de él por lo que estuvo chiquita cuando pasó, pero es una historia linda que creí sería lindo contarles a ustedes.
Un beso!

Ludobit, imagínate... la encontrarían??? Puede que ya ni vida aquí, tendrá familia? puede ser cualquier persona y hasta tal vez la conozco! jajaja te imaginas???
Un beso!

Munani, graciasssssss me alegraste el día con estas bellas palabras. Es que no puede salir otra cosa más que cosas lindas desde tu corazón! Pues está hecho de cosas lindas también.
Gracias por leerme!

Luis Guadalupe dijo...

Hola Marité. Muy hermosa y emotiva historia que refleja la enorme calidad humana de tu padre. No te ha entrado la curiosidad de algún día haber querido saber de esta niña a quien tu padre ayudó? Y pobre Enriqueta, pagó pato.

Un abrazo muy grande.

LUCHO

Hasta en el último rincón dijo...

Lucho, sí, claro que me ha entrado curiosidad, pero es un poco difícil hacerlo ahora :( no sabría por donde empezar.
Un beso!

El heroe de mi vida