La botella de agua que tengo siempre al lado de mi computadora en la oficina hoy estuvo un poco malcriada.
Se portó casi como un taxista (cuando no los necesitas aparecen miles, pero cuando quieres uno, al parecer todos se dieron feriado).
Moría de sed desde muy temprano y no la encontré.
Debajo de mi escritorio,
en el cajón,
detrás del monitor,
hasta en la basura.
No estaba.
Pasaron las horas y cuando pude por fin "reemplazar" a mi amada botella, la vi.
Bien paradita al lado de mi cartera.
¿Me estaré volviendo loca o la botella simplemente decidió viajar a la tercera dimensión?
La llené con agua hasta el tope.
Como para no pararme en el resto de la tarde a llenarla de nuevo.
Cada vez que la cogía para tomar un poco, pasaba algo.
Se resbalaba de mis manos.
La empujaba un poco sin querer.
Se caía, felizmente seguía bien cerrada.
Abría el pico con los dientes para evitar la fatiga de usar la otra mano que seguía en el teclado y me mordía.
Me golpeaba.
Simplemente estaba poseída.
Decidió ponerle fin a su rebeldía al momento que dije "Ya terminé todo por el día de hoy. Emigro".
Quise tomar un último trago de agua cuando de pronto
SPLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH
El litro de agua que quedaba fue a parar al teclado y pantalla de mi compu.
Un poco de mis parlantes.
Mi cartera.
Mis papelitos multicolores de pendientes.
Y mi tan querido y recién reparado celular.
Después de recibir ayuda de media oficina y de escuchar las risas y hasta equivocaciones como "Marité tranqui, no es temblor. Ese fue ayer", todo ya estaba casi seco...
Casi...
Mi celular aun tenía gotitas y además
mi tan preciada agendita estaba empapada y borrosa!
Ya nada se leía.
Agarré mis cosas y me fui.
Fui secando mi celular camino al carro.
Lo desarmé y lo volví a armar para ver que todo estuviera seco.
Venía la prueba de fuego... llamar para ver si se escuchaba algo, nada o voces bajo el agua.
La afortunada sería mi prima Pia, si llamaba a mi mami me puteaba por taba y los demás estaban trabajando.
Bajé el cursor de la agenda hasta la "P".
El primer nombre que apareció me dejó sin ganas de llamar.
Sin ganas de hacer ninguna prueba de sonido.
"PAPI"
El agua que se me cayó parece que lo inundó todo en ese momento.
Hace cuánto que no escucho tu voz.......
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
22.9.10
Historia del agua... y tú
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2 comentarios:
ala qué fuerte.
esa botella de ague lo hizo a propósito, for sure.
mmm si creo que estas loca...jaja, pero a veces pasan cosas así, quiza son un saludo o quiza simplemente nosotros queremos que lo sea. No importa si es lo primero o lo segundo con tal que las gotas de agua se conviertan en sonrisas.
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