Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

24.9.10

Porque todo llanto tiene un motivo

Creo que es verdad lo que dicen que después de un ataque de risa viene el llanto. Pero no un llanto por casualidad sino un llanto con sentido. Un llanto que nació de una razón de ser. Un llanto justificado. Un llanto que dentro de cualquier locura o motivo, se respeta.

Hoy me desperté con ganas de llorar. Odio esos días con todas las fuerzas que se me acaban al final de ese día. Esas fuerzas que me las roba el deseo de llorar por todo y por nada a la vez. Pero debo recordar que todo llanto tiene un motivo.

Miré al techo y en lugar de decir, como de costumbre en días como hoy "es viernes!!!" no dije nada mas que "otra vez". La misma rutina de siempre con el puto problema de siempre. El tráfico. Salí de mi casa cargando mi cartera, casaca y un tremendo dolor de cabeza que decidió malograrme el día desde que miré al techo y lloré por todo y por nada a la vez. Pero todo llanto tiene un motivo.

Reuniones, sonrisas, caras serias, permisos, mails, más reuniones, más risas, y después todo es lo mismo. Sentada en mi silla, frente a un monitor que no me dice nada. Pregunto cosas para mí, y no las puedo contestar. Miro una pantalla en blanco solo con guión que aparece y desaparece. Como si estuviera diciéndome, qué esperas? No espero nada. Me levanto. Me siento de nuevo y otra vez el llanto. Me acordé que mi día empezó cuando miré al techo y lloré por todo y por nada a la vez. Pero todo llanto tiene un motivo.

Siento un olor conocido. Es el viento de primavera. Esa primavera que no sabe si llegar a serlo o esperar un poco. Miro el techo, esta vez no lloro. Pero siento el pecho las ganas terribles de gritar. Y llorar. Pero no llorar en vano. Porque todo llanto tiene un motivo.

Tal vez ese motivo sea que dentro de unos días será 27 de setiembre.
Ese día tiene un total y completo motivo.
Pero no para llorar.
Sino para desaparecer del calendario.

3 comentarios:

Rosa María dijo...

Y sin embargo, todo tiene un motivo. Dibujemos una carita feliz sobre esas fechas feas.

Miguel Rodríguez dijo...

Chica, hazte un delicioso viaje, huye, vive. VACACIONES!


:)

saludos!

Mr.d dijo...

el llanto en ocasiones no tiene justificación ni destino, un mecanismo de desfogue, un grito de libertad, yo prefiero hacerlo a solas...

El heroe de mi vida