Manejando hacia la oficina, pasando junto a miles de especímenes sin nombre que se trepan a un carro sin saber lo que significa RESPETO, me acordé de la primera vez que choqué a Hipólito. Bueno, no fue la primera vez que me choqué, ya había pasado por ese endemoniado sardinel que decidió cobrar vida y cruzarse en mi camino y romper la dirección del carro de mi mami, y también la vez que ese entrometido poste chismoso se plantó atrás mio y empotré el carro de retro. Pero esa fue la primera vez que yo, manejando con mi bólido del 84, ese que amé con locura porque salió directamente desde tu corazón, me estampé contra un carro que la verdad, ni siquiera me acuerdo qué marca ni modelo ni color, nada.
Realmente el mejor carro del mundo. Aguantó TODO, golpes, arañones, portazos, portones encima, llantas bajas, más de 6 personas en el asiento de atrás, olor a cigarro, gaseosa derramada... simplemente todo. Le puse Hipólito. Según yo, nombre antiguo para un carro antiguo. Según tú "carro de colección". Emocionadísimo por verme manejando mi primer carro. Con lágrimas en los ojos cuando lo recogimos y me diste las llaves para subirme y llevarlo a la casa. A su casa.
Lo traté con tanto amor y cariño como a un hijo. Hasta como a Bruno lo trataba. Pero un día cometí un error que me traumó para siempre. Estaba manejando tranquila, por las NO TRANQUILAS calles de miraflores, a las 8:00 am, camino a mi primer trabajo. Estaba a una velocidad "moderada" que aunque nunca me creíste lo era. Y cantando como pava una canción que adoraba, pero que ahora al escucharla revivo aquel "catastrófico momento" segundo por segundo. A todo pulmón cantaba como ganza (me da cólera acordarme) Dare you to move de Switchfoot, gritando como demente y en la parte del solo de batería, A CERRAR LOS OJOS!!! para sentirla en el tan bebito corazón que solo una chibola de 19 años puede tener.
No puedo escribir el sonido que hizo mi pobre Hipólito cuando se estrelló contra esa cosa verde que para mí, no era de ninguna marca. Abrí los ojos asustada, me toqué la frente, la cara, la barriga (por el tirón del cinturón) y lloré. Una lágrima salió como caminando del ojo derecho y cuando pude ver el carro que empotré miles de lágrimas corrieron con furia desde ambos ojos. Bajé con un poco de miedo mezclado con pena y angustia y una película de comics no hablados pasó por mi mente: tú preocupado, tú gritándome, tú riendote, tú conmigo. Solo quería ver la parte delantera de Hipólito, nada más! Pero el hombre que bajó del otro auto se me acercó más rápido que yo a Hipólito y me bombardeó de tantas preguntas que me nublaron peor: cuántos años tienes? has visto mi carro? qué te paso? en qué estabas pensando? no te diste cuenta que estaba parado? por qué ibas tan cerca de otro carro? mira mi carro? tienes seguro??? TIENES SEGURO???
Esa última pregunta retumbó en mi cabeza hasta el punto de hacerme sentir "nula" en temas automovilísticos. La respuesta a esa gran pregunta fue solo una. La respuesta que fue motivo de burla por muuuuuucho tiempo después del choque: NO SÉ VOY A LLAMAR A MI PAPÁ, NO ME GRITES YA???
La más engreída del planeta! Pero no sabía!!! Qué querías que haga si no sabía nada de nada. No te pregunté y no me lo dijsite porque seguro pensaste que era obvio. Pero esa frase se me grabó y ahora la grabo en mi alma. Tenía tan presente tu nombre, tus consejos y tus palabras que ahora las extraño demasiado.
La otra parte linda de la historia, es que Hipólito demostró una vez más, ser el mejor carro del mundo... NO LE PASÓ NADA DE NADA...
Bueno, solo la pinturita verde que se pegó el parachoque del otro chusco que se metió en mi camino...
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
6.1.11
Hipólito
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4 comentarios:
Pobre Hipólito...y bueno si acaso ibas escuchando Slayer era fijo que no la contabas... Un muy buen tip no es exactamente cerrar los ojos eh, pero bueno tu primera experiencia con tu primer bolido, como todo buen primera experiencia, seguro fue inolvidable. Pobre Hipo...
Sigue vivo Hipo?
jajajajjaaj ay Marité, gracias por hacerme reir, imagino tu cara diciendo "no me grites llamare a mi papi" y me imagino la cara del tipo fácil con un plop a lo condorito...bueno de hecho ya aprendiste a no cerrar los ojos mientras manejas...jajaja deberas sigue vivo Hipólito?
Sí! Hipólito sigue vivo!!! Pero ahora es de mi hermana mayor y creo que no se acostumbra mucho a ella xq se para enfermando. Pobre :(
Vaya! pues la sacaste barata, imagina si hubiera sido una persona o en una intersección de alta velocidad, y lo que más me extraña es que ponderes a Hipólito como buen auto (que no dudo que lo sea)y no menciones sin autocrítica la grave negligencia en tu conducción Me queda la pregunta al ver los comentarios: ¿así pensarán todos? En fin, ojalá no te haya importunado.
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