¿En dónde encontraré un padrecito?

Tengo casi toda la semana programada como horario de colegio. Es más, no solo esta que ya está por acabar sino todas las que vienen. No es que sea una loca, traumada, estresada y prácticamente un gremlin cuando se trata de tener varios pendientes en la cabeza, pero ya estamos a menos de un mes para el brunch y eso quiere decir que falta poco para que falte 1 mes para el matri. O sea, mi nivel de nerviosismo está incrementándose sigilosamente para mí y notoriamente para los demás.

La verdad es que ya no tengo tiempo ni para "pensar" si ir o no ir al gimnasio. Mi agenda se ha vuelto un solo de citas: lista de regalos; recojo de partes; embolsar partes; depurar lista; embolsarlos de nuevo; prueba de vestido; elegir padre; llevar papeles del traslado a la iglesia; toma de foto de novios; cita con Catalina; visitar a la mamá de Renzo; ver los temas para el brunch; armar recuerditos; una locura de verdad. Por eso ya no hay ni un huequito de media hora para poner "intentar ir al gimnasio". NO EXISTE. Así de fácil, aunque me duela, NO ES POSIBLE. Creo que hasta sueño que soy un calendario de pendientes. Doy un poco de asco, lo sé. Pero el tema es que estoy más ocupada de lo que pensé y estar ocupada hace que me estrese y si me estreso las cosas empiezan a salir mal. Es la ley de la vida. Por eso, desde ayer decidí ver las cosas desde otro ángulo, como si fuera otra persona.    

Resulta que las señales de la madre tierra eran para mí cosa de chamanes y demás. Eso hasta el día de ayer que la tierra tembló y yo salí como siempre "con cuidado y cautela obvio". Algo tenía que pasar luego del bendito temblorcito... 

Ayer: Día en que reservamos cita con el padre de la iglesia, hace como 15 días, para ver si pasaba mi lista de requisitos para poder casarme: no me importa si es viejito, flaquito, gordito, negrito, blanquito, rubiecito, con acento español o cajamarquino, solo quiero que sea un padre especial. Que se tome la molesta de conocernos, saber nuestra historia y empezar a escribir una continuación con él en ella también, que le ponga sentimiento al tema. Lo que no quiero es que sea cualquier misa de un sábado por la noche. Por eso desde hace mucho tiempo busqué los padres que yo quise, el principal, el que es tu amigo, no está en Lima por cosas del destino, y los back ups que tenía resultaron siendo un poco mmmm, mejor no lo digo, pero simplemente no quisieron ir a otras iglesias que no sean de su congregación...... ok! O sea, me chotearon. Lalo hizo todo el esfuerzo por salir y llegar hoy a tiempo, yo volé de Surco a Barranco en hora punta y por fin llegamos antes de la hora pactada:

- Hola que tal, tenemos cita con el padre Miguel Angel.

- Misa????

- No señora, tenemos una CITA.

- Ah! una misa... pero con el padre? El padre padre? El padre Miguel Angel?

- QUE NO! TENEMOS UNA CITA!!!

- Oh! Disculpa no escuché (en una sala de 10 x 10)

- Ya no importa, es una cita con él. Podemos verlo?

- Lamentablemente no.

- Perdón??? No espera, no entiendo. Hace casi un mes me dieron esta cita y ahora el padre no está?

- Así es...

- No puedo creerlo. Por lo menos habrás recibido el pliego de traslado de mi iglesia no?

- A ver.... octubre... Guillén... Alarcón no? María?

- María Esther sí!

- No, no lo tengo.

- QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!! Creí sentir explotar una vena en mi cuello.

- Perdón, ya lo vi. Ups! je je

(Era mejor salir antes de que haya un herido... menos aun en una iglesia)

Quedamos en llamarla el lunes para ver el tema de la cita con el padre, pero me sentí indignada. No puede ser posible que ni en la iglesia sea la gente responsable. No quise pensar cosas malas, no no y no. Me negué a todo pensamiento cruel que asomaba sus narices por mi mente. Logré controlar mi cólera hasta que subí al carro. Mi novio bello, el mejor de todos, se comió todo mi mal humor hasta que regresando a mi casa, manejando como sonsonaza de Barranco a Surco nuevamente, cogí fuerte el timón, respiré profundo y grité con todas mis fuerzas. Terminó en una especie de llanto mezclado con sensación de desahogo. Abrí los ojos y aun seguía en semáforo rojo. No podía creer que los padres fueran también incumplidos. Me sentí decepcionada... Algo triste porque no existe un solo día sin problemas... 
Hasta que me acordé la historia que hace mucho me contaste...

Me acordé del padre Pascual... ese que te llamaba "Satanás", con cariño obviamente, por las mil y un cosas que le hacías. Travesuras y demás que él se tuvo que comer solito en tus años de soltero en la base. Historias que me hicieron reír tanto en momentos indicados y que luego me hicieron pensar que has debido tener algunos tornillos sueltos como los tengo yo. Para meter a la base una "bailarina" como me contabas, y que se metiera al cuarto del padre y tu encerrarlo por afuera dejándolo salir luego de escuchar sus gritos. Demasiado...

Quién diría que ese padre te vio crecer y fue el que te dedicó las más lindas palabras el último día que te vio el mundo. Estuvo entre mis candidatos, pero él no vive aquí. Solo vino ese día por ti, por lo mucho que significaste para él en su vida. Espero encontrar un padre así. Que me case, bautice a mis hijos y tal vez, esté hasta el último día de mi vida conmigo... despidiéndose.

A seguir buscando padre se ha dicho...