Arrancamos

Este no es nada más y nada menos que mi primer post del año, en el que vengo pensando desde el 31 por la noche. ¿Cuándo podré escribir en mi blog? ¿De qué voy a escribir? Es que el primero del 2013 tiene que ser especial. Y hoy, me siento así. Especial.

Después de revisar todo mi año y pasar unos días un poco "extraños", sí extraños, me siento con las pilas recargadas hasta el tope. Digo extraños porque empezaron con la cara falsa de la moneda. Unas vacaciones disfrazadas por una semana que se convirtieron en vacaciones de un día, discusiones sin sentido con persona importantes, algunos reproches internos por metas no cumplidas, entre otras cosas. Pero extraños porque dentro de todo lo malo, el primer día del año fue diferente. Esos problemas quedaron en el pasado, como si hubiera llegado a la última palabra de un buen libro. 

Y es que terminar un libro a veces deja sentimientos encontrados, y por supuesto, con ganas de más. Aunque haya sido duro de leer, un poco denso tal vez, las ganas de empezar una "parte 2" nunca faltan.

Por eso quiero empezar el año de la mejor manera:

Con positivismo y ganas de hacer cosas diferentes.

Sin mirar tanto el reloj.

Pensar siempre en el hoy.

Dejar el mañana para más tarde.

No prometer, pero sí intentar.

Día a día intentar.

Abrir bien los ojos.

Cerrar más la boca.

Confiar más, pero en la gente correcta.

Sin miedos.

Controlando sentimientos.

Sin lugar para las inseguridades.

Despertar a diario agradeciéndole al cielo.

Poner siempre el pie derecho adelante.

Pensar en que no siempre "más" es "mejor".

Tener la constancia pintada en la mano derecha. Para no olvidar.

Tatuar mi nombre en la frente y llevarlo en alto siempre.

Dibujarme una sonrisa con marcador indeleble.

Correr y sentir que la sangre corre por mis venas.

Respirar hondo a diario.

Cerrar los ojos y pensar primero.

Sin dejar de soñar y de creer.

Invertir tiempo.

Reclamar mi tiempo.

Siempre preparada para lo que venga.

Entendiendo que no todo es un cuadro realista.

Llevar siempre mi mochila de emergencia.

Trabajar en mí. 

En una oficina, sí, pero pensando en mí.

Sin espacio para las quejas ni los malos tratos.

Haciendo. 

Simplemente haciendo y no mirando.

Querer un poco más.

Extrañar un poco menos.

Pero siempre siempre, recordarte y seguir aprendiendo cosas de ti...

Desde donde quiera que estés.

Esos son mi objetivos del año. Y desde hoy, 4 de enero del 2013 (increíble pero cierto) le declaro la "paz" al 2012. Prometo recordarlo como un buen año de aprendizaje. 

Arrancamos el 2013 con ganas.

Muchas ganas!