Dándole >>FF>> a los días no se llega a nada

El llegar al final de un libro me hace sentir bien. Cumplí un objetivo y me voy por el siguiente, pero a la vez me deja un sabor un poco amargo. Pues el hecho de robarle minutos, segundos tal vez, al tiempo hasta cuando estoy en la luz roja del semáforo para leer un par de párrafos me llena de impotencia. No es justo.

Siempre he sido un poco obsesiva con lo que me gusta hacer: los libros, el cine, las series (antes eran más), los animales, el blog, y si sigo no paro nunca. Y lo más gracioso es que algunas cosas me dan por épocas. Por ejemplo, debes acordarte cuando estaba en la universidad, recién terminando la carrera, que me dio por no una sino mil series: Prison Break, Lost, Ghost Whisperer, Medium, Supernatural, Grey's Anatomy, Heroes, y otras que duraron solo una temporada. El asunto era que como los horarios no eran compatibles con los míos aplicaba varias jugarretas. La más usada era la de "grabar en VHS" - por Dios qué vieja me sentí al recordarlo - dejaba programados todos los horarios para que día a día grabaran lo que yo elegía. Esa no fallaba jamás.

A veces, cuando se me acababan los videos para borrar o regrabar te pedía que me compraras uno para empezar a chancarlo. No entendías cuál era mi afán por ver todas esas series juntas "en qué momento las ves si todo el día estás en la universidad?", me preguntabas siempre que te pedía uno nuevo.

Lo más gracioso de todo es que aprovechaba las noches para ver. Cansada y sin poder con mi cuerpo, me bañaba llegando del gimnasio, me hacía algo de comer y en pijama me ponía a ver "las series del día". Lo mejor era que los comerciales pasaban al toque sólo con apretar >>FF>> el mágico botón. Es como el DirecTv pero del año del Rey Pepino pues no?

Siempre me decías que no viera y que me pusiera a dormir, que me iba a enfermar por dormir tan poquito y yo con las cejas de cangrejo y nariz de "toro loco" como me dice Lalo, te decía que nada que ver. Que vayas tú a dormir y que ya luego yo apagaría la tele. No había cosa que más te molestara que pasar tus rondas nocturnas y vernos dormidos con la tele prendida y el control en la mano "¿por qué no pueden usar el sleep?" nos decías siempre. 

Un día, llegando del gimnasio un poco más tarde de lo normal me viste subir a mi cuarto un poco cansada. Esperaba algún comentario de ese tipo sin duda:

- Ya hijita supongo que hoy dormirás temprano no? Puedes ver tus series mañana.

- No papi! No me molestes pues. Es el único momento que tengo para hacer lo que de verdad me gusta.

- Pero te vas a dormir!!!

- Pero pongo sleep! 

- Sabes que eso está de adorno... nunca lo usan.

- Baaaah! Ya papi, me voy a bañar.

Lo demás es demasiado gracioso. Amaba las series de ese día porque sólo duraban media hora, o sea, sólo una ronda de comerciales y empezaba la segunda serie del día. Era algo creepy porque si no las veía ese día se juntaban con las del día siguiente y era un estrés cuadrar el video para que no se borre lo que grabé en el día. Vi con atención los primeros minutos y empecé a sentir los párpados re pesados, el sueño me estaba invadiendo, pero no podía sucumbir. Me senté un poco más apoyando la espalda en la almohada y tocaron los comerciales, apreté el botón mágico y no me acuerdo de más hasta que los abrí y seguía avanzando la cinta ya sin imágenes y todo el monitor en azul. "Qué fastidio, ahora a retroceder". Apreté el <"Hijita ya duerme. Es tarde".

A lo que te respondí como siempre que aún no terminaba. Te fuiste un poco más allá y avancé el famoso casete para buscar en donde me había quedado y nuevamente se me apagó la tele (la mental y la física). Al despertarme todo estaba oscuro y yo ya estaba cubierta de pies a cabeza. Me esperaste afuera del cuarto para asegurarte de apagarme todo para que no tuviera más ganas de intentar terminar mis "tareas diarias".

Uno siempre quiere hacer tanto en tan poco tiempo que hasta dan un poco de escalofríos. Pues dejamos de prestarle atención a las cosas lindas sólo por querer cumplir con lo que nos hace felices. A veces intentamos darle >>FF>> sólo por escapar a eso que tanto tememos o que tanto nos disgusta hacer que no nos damos cuenta de lo que es realmente importante. Esto nos hace valorar esos minutos que dura el semáforo rojo y nos permite mirar hacia adentro y hacer lo que nos llena el alma. Aunque sólo sean 5 minutos, son los 5 mejores minutos del día. En mi caso, son los minutos que estoy con Lalo o haciendo cosas que llenan mi corazón y lo recargan de energías para seguir adelante. Para enfrentar un nuevo "mañana" en donde las "pausas" no están permitidas.

Gracias por seguir enseñándome aún estando muy muy lejos.