Quisiera vivir sin miedos. Despertarme en las mañanas y "saber" que será un día lleno de buenas noticias, de sorpresas lindas y de éxitos en todo sentido. No tener esa gran preocupación que ronda en mi cabeza sin dejar espacio para los sueños despierta. Para creer que todo el posible con un poquito de ilusión. Esa que dejé guardada en el cajón más lejano de mi mesita de noche.
Quisiera vivir sin miedos. Sin pensar en el "qué pasa sí" o en el "si hubiera hecho". Vivir solo con una mochila llena de recuerdos, estos que pesan como plumas a pesar de ser miles de millones uno encima de otro. Sacarlos de vez en cuando y no tratar de cambiar ni el más mínimo detalle, pues eso cambiaría la historia y no tendría el final que ahora tiene.
Quisiera vivir sin miedos. Y de miedos llenar todos los cajones que tengo aun vacíos en mi alma. Cerrarlos bajo 5 llaves y no dejarlos salir más. Sentirme tranquila con solo amanecer un día más y tener a todos los que aun están conmigo, los que valen la pena. Quisiera sonreir por lo que tengo y no por lo que me falta. No tener miedo a perderlo todo. Seguir perdiendo lo valioso y darme cuenta de ello cuando ya lo he perdido. Simplemente no tener miedo a perder, y tampoco a ganar.
Quisiera vivir sin miedos. Sin esos metiches inescrupulosos miedos que hacen de las suyas cada vez que uno de ellos se levanta y trata de tomar el protagonismo de la escena. Dejarlos sentados, amarrados, siendo solo miembros del público, esos que se hacen pequeños cuando se sienten débiles. Cuando no son nada ni nadie.
Quisiera vivir sin miedos. Caminar por la calle sin pensar encontrar margaritas a cada paso. Entender que no todo el mundo gira en armonía y con ganas de seguir girando. Corres sin miedo a caer, con ganas de levantarme y volver a intentarlo. No sentir miedo al rechazo. Desterrarlo para siempre y que no vuelva a tocar mi puerta para sembrarme la duda que me hace bajar peldaños en lugar de subirlos.
Quisiera vivir sin miedos. Sin miedo a llorar cuando me provoca hacerlo y no pensar en lo desperdiciado, sino en lo que he perdido. Sentir como las lágrimas escapan de mi y van dejando espacio para más, para emociones y risas abandonadas. Las que se mudaron para darle espacio al dolor. Vivir sin miedo a sufrir. Vivir sabiendo que después de un diluvio viene la "sequía", la paz, la quietud.
Quisiera vivir sin miedos.
Sin miedo a vivir la verdad.
Caminar hacia ti con la frente en alto y el pañuelo blanco afuera.
Quisiera vivir sabiendo que la verdad más dolorosa no duele en realidad.
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
7.1.11
Vivir sin miedos
Etiquetas:
Ando filosofando,
bluesss,
moraleja???
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4 comentarios:
Yo creo que la verdad mas dolorosa si duele aunque seria genial que no doliera...el vivir sin miedo depende de nadie mas que de ti misma pero si pides una ayudadita al cielo mas que seguro la vas a recibir sobretodo porque tienes vara (o bara con "b") bueno el punto es que los miedos son parte de todo la cosa es evitar que nos paralice.Un abrazo y todo saldrá bien, no te estreses :)
La verdad disfrazada de mentira engaña a la verdad real. No siempre sabemos cuando algo es verdadero. A menos que lo sintíeramos y probemos ese dolor que emana de ella algunas veces. Otras veces la verdad nos llena de sabiduría y fuerza.
Yo diría "quisiera vivir sin miedo a mis miedos"
Qué bonito blog.
GRACIAAAAS!!! :)
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