Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

15.10.10

No... no creo

¿Algún día se me acabarán los recuerdos?
Hace un momento, cuando decidí tomar mi hora de almuerzo para escribir un poco, me puse a pensar en qué voy a hacer cuando se me acaben los recuerdos que tengo contigo o de ti.

Sé que como muchas veces lo he hecho, los puedo inventar. Puedo crear momentos en mi mente, para verlos luego como recuerdos creados que nunca existieron. Pero no son los mismos que los ya vividos. No se sienten igual. No los recuerdo igual porque al final no son recuerdos, sino pensamientos gaseosos.

Pero, qué si es que mi cerebro se pone carprichoso y ya no quiere inventar más. Qué pasa si se le antoja no usar más esa máquina re---productora y re---proyectora de películas fictiseas que saben a realidad. Qué si decide abandonar ese rinconcito que siempre guardo para crear momentos que nunca existieron.

Qué pasa si un día me despierto y cuando veo hacia dentro, no hay nada. Qué si ya no hay más capítulos o episodios bonitos, tristes, o graciosos.

Pero no creo. Además, no puedo.
No puedo pensar que se acabarán esos recuerdos pues!
No puedo pretender que mi libro llegue a su final tan rápido.
Hay tanto que contar, tanto por vivir, tanto por compartir...
Que si bien no estás a mi lado para vivirlos conmigo, entonces no me queda otra salida que pretender que lees lo que escribo. Imaginarme que sientes lo que yo siento con cada teclear en mi máquina. Secarme las lágrimas que a veces se escapan para demostrarme que lo que está pasando es real. Cambiar mi postura, bajar la guardia, sacar mi bandera blanca y mirar al frente.

No me queda más que seguir caminando...
y también tecleando.

2 comentarios:

Mr.d dijo...

Nada me haría más infeliz que no recordar o que, de alguna forma, mis recuerdos se desvanezcan poco a poco y mis sueños se disipen. Eso sería como perder toda esperanza. Como esperar que el olvido y el recuerdo ocupen el mismo reglón. Una realidad intangible.

Bren dijo...

según Mario Vargas Llosa sobre "Un escritor sin inspiración": Mi disciplina a la hora de escribir nació de la comprobación deprimente de que no tenía inspiración. Por eso me sirvió tanto descubrir, cuando llegué a París en 1959, a Flaubert y, sobre todo, su correspondencia. Flaubert empezó siendo un mal escritor, un mero imitador, y para llegar a ser el genio que fue se impuso una disciplina de galeote. Yo llegué a la conclusión de que si uno no tenía talento podía provocárselo a base de trabajo".

Una vez estuve en un taller de escritura y mi profe me dijo si quieres ser escritora no dejes de escribir a diario asi sea solo una linea que diga "hoy no tengo ganas de escribir"...perooooooooo yo no le hice caso supongo q de ahi viene el motivo por el cual hasta el dia de hoy no termino un libro...yo solo escribo cuando me provoca...

El heroe de mi vida