No deja de darme vueltas en la cabeza una sola pregunta:
¿Por qué las cosas que quiero que lleguen pronto, nunca llegan cuando deben?
Si voy a comer a algún lugar y simplemente tengo tanta hambre que podría comerme hasta un jabalí si me lo ponen al frente, no me traen NADA. Ni siquiera canchita serrana.
Si necesito algún tipo de información urgente en la chamba para poder enviar lo último del día y olvidarme de la oficina, no me mandan NADA. Ni siquiera un mail de notificación de lectura.
Si estoy esperando una llamada, la más importante de mi vida por ejemplo, con el teléfono en la mano y con el tono más fuerte que exista para escucharlo, no suena NADA. Ni siquiera un mensajito misio.
Si espero más que nunca ver lo que me tiene tan inquieta y a la espectativa día y noche. No veo absolutamente NADA. Ni siquiera al petirojo que todos los días me visita cuando me lavo los dientes por la mañana.
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4 comentarios:
creo que mr.d te esta contagiando su lado higado marité relax! jaja aunque si tienes razón nose porque pasara eso cuando se necesita algo no esta! en fin! un beso.
Bren, te juro que esta semana ha sido de LOCOS... ya contaré en unos días todo lo que me ha pasado para que me entiendas. Solo espero que el lunes ya se me pase la mala racha y me ria de lo q ya te contaré...
BESO!
Todo pasa, hay semanas así, déjalo aflorar no tienes que ser siempre suspicaz y sensible. La emotividad también implica que hables de lo mal que te fue un día, de tus odios y desamores. Y no es que siempre sea un hígado...raro comentario Bren!
ay mr.d supuse q se entenderia mi comentario como una broma disculpa por herir suceptibilidades con mi comentario señor d...marité,espero tengas una mejor semana,ya me contaras cuando te animes que te paso,yo soy toda oidos...besos!
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