Arrancamos junio

En momentos como este quisiera robarle una persona al cielo por tan solo unos minutos simplemente para que ponga su frente en la mía y me diga con voz protectora: "pásame todo, todito tu malestar a mí". Y casi como si fuera magia, abrir los ojos y sentir que todo ya pasó. Felizmente siempre quedan los recuerdos infinitos de las veces que estando dormida sudando frío por la gripe inclemente me despertaba con una mano suavecita en la cabeza y esas tiernas palabras un poco al oído. Una vez, me acuerdo que no había almorzado nada por todo el malestar y pidieron que me hagan mi comida preferida (apanado con papas fritas y arroz), yo dormía y cuando me desperté me dijeron que en la cocina me estaban preparando algo especial solo para mí. "No tengo ganas papi", decía una y otra vez, pero el que la sigue la consigue y bueno pues me convencieron al final. Hoy es igual pero distinto, tengo alguien que me cuida y me da lo mejor también y estoy segura que si pudiera cambiarme de cuerpo para que le toque a él esta faringitis, lo haría con gusto, pero es un poco difícil. Me había librado tantos meses del resfrío que tuvo que aparecer ahora, hay por favor, no pudo irse a otro lado que vino a atacarme a mí? Al que le toca, le toca pues. Y seguro que si me están pasando este cúmulo de cosas ahora, algo me está esperando al final del camino. La meta no está lejos y yo muero por llegar.

Aunque no dejo de pensar en seguir haciendo el intento de pedirle unos minutos al cielo. Segurito me curo al instante. Magia pura.