Es la segunda vez que lo veo.
Sentadito en el jardín tratando de mirar entre las rejas.
Atento movía las orejas y la cabeza de derecha a izquierda para tratar de mejorar la visión.
No era fácil mirar a través de ese cerco de cemento que parece separar el mundo de los "fuertes".
Pero igual lo intentaba con firmeza.
¿Qué pensaría ese perrito?
Bajé la velocidad para ver si alguien se acercaba a él para si quiera extenderle una mano.
Tocarle la nariz y darle una señal de que el amor existe.
Pero nadie llegaba.
Seguía buscando el todo y la nada a la vez.
Sonó una demente bocina detrás mío indicándome que la luz ahora era verde.
Tenía que avanzar y dejarlo atrás.
En ese cerco frío.
Distante.
Ajeno.
Solitario.
A ese perrito que algo buscaba detrás del cerco.
Preferí completar aquella historia en mi mente,
así, otro sería el desenlace.
...
Era la segunda vez que lo veía.
Sentadito en el jardín como si esperara algo.
Tal vez a alguien.
Parecía mover la colita pero bajaba la velocidad cuando se percataba de la falsa alarma.
No era él.
Una vez más movió las orejas como antenas parabólicas.
Atento..
Esta vez se paró y ya no solo eran movimientos de cola,
sino saltos combinados con ladridos de felicidad y grandes zarpazos como imitando a un gran oso.
Era él.
La mano que día a día aparecía de entre las rejas para tocarle la cabeza y hacerlo sentir vivo.
No necesitaba comida,
tampoco agua,
sino solo una muestra de amor verdadero.
Aunque sea solo por unos minutos al día.
...
Esto me hizo retroceder en el tiempo, y recordar lo que sentí cuando tuviste que viajar.
Fue el verano más difícil y creo que el único que pasamos separados.
Cada día esperábamos tu llamada y juntos nos alegrábamos tanto como ese perrito.
Tan necesitado de señales.
Esperábamos con ansias el día exacto para verte,
abrazarte y hacerte prometer que nunca más te alejarías.
Pero eso no sucedería jamás.
Y el destino lo quiso de una forma, y así se hizo.
...
Si mañana vuelvo a verlo sentadito en el mismo lugar,
inventaré una historia nueva con él.
Una que tenga un final feliz.
Para que siempre que lo vea por ahí, un final nuevo en la historia de su día podré inventar.
Tal vez de esta forma, llegue a comenzar mis días, un poco más positivos.
Después de todo...
...es hora de serlo...
Aunque siempre tengamos un cerco enfrente que nos haga esperar lo genuino.
Lo realmente importante que a veces, nunca vuelve.
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
12.4.11
Detrás de la rejita
Etiquetas:
Ando filosofando,
moraleja???,
Respiros
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5 comentarios:
Es lindo inventar historias, darles finales como los que soñamos, pero mejor es buscar que en la realidad ese final o comienzo sea verdadero , si esta en nuestras manos hacerlo ¿por qué no intentarlo?
Me encanta como en todo lo que escribes terminas enlazandolo con tu papá, eres una genio! lindo post, muy tierno...
:)
Oye de verdad existe el perrito? Por qué no te acercas a llamarlo? Te arriesgas a un mordiscón! jeje
Y la comparación es genial. Te imaginas lo que puede estarse imaginando el perito allí, detrás del mundo?
Gracias por darte un tiempito por pasar a mi blog, como siempre tus post llenos de esperanza!
- Bren: Mi querida Bren... sabes que no sería lo mismo escribir sin recibir uno de tus comentarios no? Los finales felices (aunque sean inventados) son lo mejor. Sobre todo, cuando tú misma puedes ponerle tu toque. Hace que jamás pierdas eso que muchos llaman esperanza.
- Fermina: Sí!!! Existe! Lo quise hacer una y mil veces con uno y mil perritos, pero desde que una vez creyeron que me lo quería robar, me quedé curada!
Me encanra tu blog, no tienes de qué agradecer!
Tu blog es cada vez más seguido colega, que bueno saber que tus vivencias llenan de fe a quienes te leen, y a la vez es un aliciente para que continues. Un abrazo.
Señor D!!! Cuando volverá usted por estos lares???
Gracias por los buenos deseos :)
Lo mismo para ti!
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