Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

21.10.10

Cruci-costumbre perdida

¿Dónde quedaron las ganas de llenar crucigramas todos los días a las 5 de la tarde?
Se sentía un alivio tan grande el simple hecho de colocar la última letra, que casi veía un premio al mejor cerebro en mi mente. Cada pregunta, foto, espacio en blanco, elemento químico de la tabla periódica y palabras en otros idiomas, representaban los señuelos de la batalla que "el señor creador del crucigrama" me declaraba diariamente.

¿Cuándo fue que perdí ese gustito, que me copié de los taxistas, y a mucha honra! de leer todos los días sin falta cada página del periódico antes de llegar al trabajo?
Era la rutina típica que seguía al comenzar un día cualquiera. No existían los tarados que sacaron bevete en azángaro, tampoco los policías que empeoran el tráfico solo por fregarle la chamba a su amigo el pobre y casi desempleado semáforo, y menos los gritos de Tarzán que más parecían de Chita a cada innombrable que se atreviera a cerrarme. Grito de Chita vieja encima. No existían o no recibían mi atención en todo caso. Solo me concentraba en cada titular, cada foto, cada noticia que me hiciera ver el día de otra forma. Y bueno, en caso leyera un accidente o muertito, lo dejaba de lado. Nada podía hacer que el día empezara mal. Ya dejaría que las horas cambien mi ánimo si es que tenía problemas de chamba.

¿Por qué cambié estas cosas por las ganas ilógicas de renegar y quejarme del tráfico para llegar a la oficina un poco más calva cada día?
¿Por qué dejé de llenar esos huequitos que tal vez contribuían un poco más a mi cultura general que ahora podría estar un poco más deteriorada?
¿Por qué ahora en lugar de hacer lo anterior, no hay un solo día que no me ponga de malas por cualquier motivo? Si no es la mueca de "me altera" porque alguien mastica con la boca abierta o hace mucho ruido al pasar el AGUA (increíblemente me molesta ese sonido gutural) o simplemente respira muy fuerte... es la educación de los demás, como el patear la silla en el cine, o el famoso colón en el banco, o la pesada que se cruza por atrás del carro cuando salgo de la oficina. ¿No pueden esperarse? Todos corren desde kilómetros de distancia cuando ven que estoy por salir.

Creo que hoy me acordé de esto y quise llenar un crucigrama.
A la mitad de él, justo cuando leí la pregunta que debía responder para llenar un espacio más, la de "actor de papá por siempre", recordé por qué es que perdí esa costumbre que no solo alimentaba mi mente sino también mi corazón.
Ya nadie me compra el periódico y me lo deja en el asiento de mi carro para que no aburrirme en el tráfico.

3 comentarios:

Mr.d dijo...

No es tarde para recobrar una vieja maña, leer, ir al cine y poner en letras lo que uno piensa es lo más sano que peude haber. Y eso, ni el paso de los años aunque postergue, puede disipar del todo.
Yo tengo una mala maña: leer el diario de atrás hacia adelante...

Ivonne dijo...

Me gusta leer periódicos... pero te mentiría si dijera que leo todo. Ya casi ning{un peri{odico es tan bueno como para leer cada una de sus páginas.

Bren dijo...

tienes que hacer algo con el maldito estres sino enloqueceras el estres altera tus nerrvios y por eso cualquier ruido te resulta molesto,se de lo que hablas y bueno los demas no tienen la culpa solo que cuando estamos así todooooooooooooooooooooooooo nos jode!

El heroe de mi vida