Cuando abrí los ojos la mañana de hoy, aun estaba oscuro.
Pensé en lo rico que sería dormir aunque sea media horita más.
Pero la verdad es que cuando abres los ojos de golpe, el sueño que viene después ya no es el mismo.
Todos en la casa, hasta Bruno, estaban roncando (literalmente) a ritmos y tonos diferentes.
Me senté en la cama, como nunca lo hago y respiré.
Respirar lento, me ayuda a pensar.
Meditar.
Imaginé las vías de un tren cruzándose. Luego pude ver el tren que tenía una ruta ya planeada. Cuando de buenas a primeras toman el cruce que se acaba de formar. En solo segundos cambió el rumbo y destino de todos y cada uno de los pasajeros. Por más desconocidos que sean todo los que viajan en él cambiaron su historia en ese momento.
Me comparé con ese tren.
Comparé las vías con la línea de mi vida.
Entendí que el momento del cruce fue tan repentino, que a veces lo olvido.
Qué hubiera psado si nunca hubiera cambiado de ruta ese tren?
Todo sería tan distinto que se me pone la piel de gallina.
Para empezar, no estaría escribiendo este blog.
Tampoco estaría trabajando donde estoy ahora.
No hubiera conocido a muchas personas que hoy forman parte de mi vida.
Ni tendría razones para estar molesta a veces de la nada.
No cargaría la mochila que llevo todos los días.
Incluso... no tendría este anillo en el dedo, que me recuerda que encontré al amor de mi vida para siempre.
Tantas cosas serían distintas que si entro en detalles no termino jamás.
Desde el color de mi cuarto, la sala de la casa, el televisor de mi mami, la clases de computo de mi mami, las gomitas que tenemos ahora en tu frasco de dulces, la mesa de noche, el cuarto de mi abuelita, el tercer piso, el poema de Maria Paz, hasta el más abstracto pensamiento que cruza por mi mente minuto a minuto.
Y quién sabe... tal vez hubiera ocurrido todo lo anterior sin necesidad de irte tan lejos.
Sin necesidad de tomar la otra ruta.
La que no estaba planeada.
Esa fue la frase que me despertó por completo.
Era momento de entrar a la ducha.
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
14.10.10
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Ando filosofando
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4 comentarios:
Te has inspirado,como siempre; este debe de ser uno de tus tres mejores post que he leído. xD
Gracias :)
Pero en realidad es un poco de lo que me pasa a diario, pero a veces sale bonito... a veces no tanto.
entonces hoy te salió bonito... "hasta el más abstracto pensamiento que cruza por mi mente minuto a minuto"
Bonito post, eres una maestra Marite de lo cotidiano sacas cada post que atrapa mientras leo...
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